TDAH = Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

viernes, 30 de noviembre de 2018

IDENTIFICAN LOS GENES QUE CONTRIBUYEN A LOS TRASTORNOS DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD



Los investigadores han distinguido doce fragmentos genéticos relacionados con esta patología

El TDAH afecta a cerca del 5% de los niños y al 2,5% de los adultos

27.11.2018 | actualización 11:11 horas  Por RTVE.es / EFE

Un estudio internacional, con participación de investigadores españoles, ha identificado una decena de genes que contribuyen al trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y han elaborado el primer mapa genético de esta patología.

En el trabajo, que publica la revista Nature Genetics, han participado más de 80 autores de 60 centros investigadores, entre ellos investigadores de la Universidad de Barcelona (UB), del Hospital Vall d'Hebron, del Hospital Mutua Terrassa y del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal).

La investigación ha analizado cerca de diez millones de posiciones del genoma en más de 50.000 personas de diferentes países de Europa, Estados Unidos, Canadá y China.

Tras este análisis, que es el primer estudio mundial a escala genómica sobre el TDAH, los investigadores han identificado doce fragmentos concretos del ADN relacionados con la susceptibilidad a esta patología, que es uno de los trastornos psiquiátricos más comunes en la infancia y adolescencia y afecta a cerca del 5% de los niños y al 2,5% de los adultos.

El TDAH se caracteriza por déficit de atención, hiperactividad y comportamiento impulsivo, y limita las habilidades personales y sociales de los afectados. Con un origen hasta ahora bastante desconocido, todo indica que el TDAH es el resultado de la combinación de factores ambientales (toxicológicos, psicosociales, etc.) con una base hereditaria poligénica (que explicaría cerca del 75% del trastorno).

El trabajo, liderado desde las universidades de Harvard y Nueva York (EE.UU.), y de Aarhus (Dinamarca), se ha centrado en estudiar el papel que tienen en este trastorno las variantes genéticas frecuentes en la población general.

"Un peso del 21%"

El estudio ha revelado que las variantes genéticas comunes "tienen un peso del 21% en el total de la genética del TDAH", según ha explicado Bru Cormand, jefe del Grupo de Investigación de Neurogenética en la Facultad de Biología de la UB. "Además -ha añadido-, la mayoría de las alteraciones genéticas identificadas se encuentran en regiones del genoma muy conservadas a lo largo de la evolución, lo que apunta a su relevancia funcional".

En concreto, la investigación ha identificado doce segmentos genómicos, diez de los cuales corresponden a genes concretos, que confieren susceptibilidad al TDAH y han descubierto que muchos de los cambios genéticos relacionados con este trastorno afectan a elementos reguladores de la expresión génica en el cerebro.

Entre los fragmentos identificados destaca el gen FOXP2 -uno de los más estudiados en relación con el desarrollo del lenguaje en los humanos-, que codifica una proteína con un papel destacado en la formación de las sinapsis neuronales y el aprendizaje.

FOXP2 ya había sido señalado como gen candidato al TDAH en un estudio de 2012 en el que participaron varios autores españoles que han repetido en este nuevo trabajo y ahora es uno de los pocos genes citados en la bibliografía científica que vuelve a aparecer en este nuevo mapa genético del TDAH.

Otro de los genes identificados -DUSP6- está implicado en el control de la neurotransmisión dopaminérgica, que es un proceso diana para los tratamientos farmacológicos más habituales del TDAH.

Un tercer gen, el SEMA6D, que se expresa en el cerebro durante el desarrollo embrionario, también podría tener un papel relevante en la formación de las ramificaciones neuronales.
El estudio internacional ha revisado también la posible base genética compartida entre el TDAH y más de 200 rasgos, tanto psiquiátricos como no. Según Cormand, "los resultados revelan solapamientos genéticos entre el TDAH y la depresión mayor, la anorexia, el nivel educativo, la obesidad, el éxito reproductivo, el tabaco o el insomnio".

"Un trastorno con una base biológica sólida"

Según Cormand, "este estudio refuerza, en contra de ciertas voces negacionistas, la idea de que el TDAH es un trastorno con una base biológica sólida, en la que la genética tiene mucho que decir".
El investigador catalán ha destacado "la importancia de impulsar estudios a gran escala que únicamente son posibles a través de grandes consorcios internacionales para explorar la base genética de las enfermedades complejas del cerebro".

FUENTE:

jueves, 15 de noviembre de 2018

¡PERO MIRA QUE ERES DESORDENADO!



Esta frase, una de las más repetidas en la historia de la educación, suele ser el principio de una serie de amenazas y castigos.
Pero lo cierto es que estas técnicas rara vez funcionan, se abusa de ellas y pierden efectividad. Los padres y los hijos se agotan de vivir bajo la tensión del castigo y el grito. Mientras los padres terminan por “pasar” y tirar la toalla, los hijos se vuelven inmunes al soniquete de los padres y acaban por ignorar tanto reproche.

A lo mejor, siguiendo estos consejos, podemos poner un poco de orden para conseguir el orden.

Lo que SÍ debes hacer:
  • Cuanto antes empieces a educar en la responsabilidad, antes tendrán el hábito. Por prisas, porque los vemos demasiado pequeños o por no tener un conflicto, muchos padres recogen y ordenan lo que sus hijos dejan tirado. Desde que tienen dos añitos se les puede ir enseñando a meter sus juguetes en sus cajas y a que asocien recoger con orden.
  • Enseña el qué y el cómo. Enséñales a hacer la cama, a ordenar un armario, colocar la ropa sucia, dejar la mesa recogida después de estudiar. Hay una técnica que se llama “la sobrecorrección” que consiste en corregir y pedir que repitan la actividad, con amabilidad y con el interés de formar y no el de castigar. Toda actividad nueva necesita entrenamiento. Facilítales el material necesario como cajas, estanterías o cubos en los que puedan tener todo ordenado. Trata de hacerlo atractivo, con cajas bonitas, para que apetezca tener el cuarto en orden.
  • Describe de forma concreta lo que esperas de ellos. Lo que para ti es un cuarto ordenado puede no coincidir con lo que ellos entienden por orden. Deja por escrito lo que tienen que hacer y cuélgalo en el corcho, en la puerta del armario o en algún lugar visible. Y añade el horario en el que tiene que estar hecho. No es lo mismo ir al colegio y dejar la cama hecha, que hacerla media hora antes de acostarse.
  • Refuerza cada logro. Muchos padres critican lo que no se hace, pero ignoran los cambios que llevan a cabo sus hijos. Alegan que no hay nada que reforzar porque esa es la obligación que tienen. Es cierto, pero a todos nos gusta ser reconocidos cuando nos esforzamos en cambiar. El cambio incluye salir de la zona confortable y eso supone un esfuerzo. El niño disfruta cuando nos sentimos orgullosos de él porque le encanta impresionarnos. Así que cuando recojan y ordenen, házselo saber. Todo lo que se refuerza tiende a repetirse.
  • Según la edad, negocia. Deja que su habitación tenga algo de su personalidad. Muchos padres eligen los cuadros, quitan posters, fotos y ordenan todos los libros de mayor a menor. Hay padres que son excesivamente meticulosos y ordenados, y a veces tanto orden puede ser poco práctico. Si le pides a tu hijo que cada día después de estudiar deje su mesa despejada, igual es poco operativo sacar colores, reglas y diccionarios cada día. Permite que tengan un margen para su “desorden”.
  • Aprovecha el orden para educar en valores. Cuidar de las pertenencias de uno es una conducta responsable. Los niños tienen que saber el valor que tiene cada cosa y dejarla desordenada es una forma de despreciarla y no cuidarla.
  • Tu habitación y la casa en general son un ejemplo para ellos. Pedirles orden si los padres no lo son con sus cosas, es un comportamiento incoherente. Trata de cumplir con lo mismo que le exiges a ellos.
  • Háblales de las consecuencias positivas del orden. El orden trae armonía, equilibrio, facilita la búsqueda de ropa, juguetes, material escolar, libros, etc. El orden también se relaciona con el bienestar. Apetece más estar y disfrutar de una habitación limpia y recogida que de un lugar en el que cuesta abrirse paso.

Lo que No debes hacer:
  • No hables mal nunca de tu hijo con otros padres del colegio o con tus amigos. Se tiende a buscar la complicidad cuando se sufren en casa estos problemas y en los corrillos de padres es normal escuchar “pues anda que el mío, no sabe ni dónde pone la cabeza”. Los niños toman estos comentarios como una traición. Cualquier crítica trata de hacerla en tono constructivo, pidiendo qué necesitas de él y en privado.
  • No grites, amenaces ni insultes. Da sensación de perder los papeles y no tener capacidad para controlar la situación. Mantén siempre la calma en lo que pides y no critiques al niño. Critica lo que hace o deja de hacer.
  • No esperes al caos. El dormitorio puede estar medio desordenado, bastante desordenado o ser una jungla. No esperes a la jungla. En cuanto veas algo por el medio, dale un tiempo prudencial para que lo recoja y si no, recuérdaselo. Sé original con la forma de recordarlo. Una nota graciosa o un mensaje por WhatsApp pueden ser mucho más efectivos que el típico mensaje cansino.
  • No levantes el castigo. Si has tenido que llegar al extremo de tener que quitarle el móvil, no dejarle salir o no dejarle ver la tele hasta que recoja, no te ablandes. Si levantas el castigo te tomará el pelo y esta técnica perderá efectividad. Limita los castigos para cuando no te quede ningún otro recurso.

Texto: Patricia Ramírez

FUENTE:
http://otrasmanerasdevivir.expobeta.com/video/pero-mira-que-eres-desordenado

IMAGEN:
https://pixabay.com/es/desorden-habitaciones-de-la-juventud-560701/

lunes, 8 de octubre de 2018

Octubre: MES DE CONCIENCIACIÓN POR EL TDAH



Se cumple la XI Edición del Mes de Concienciación por el TDAH, y este año nuestros esfuerzos se centran en la visualización del TDAH en la edad adulta, en las consecuencias que trae consigo la falta de diagnóstico temprano, los riesgos que puede suponer en el funcionamiento diario de un adulto con TDAH pero también la necesidad de visualizar y fomentar aquellas características positivas de las personas con TDAH que hacen, que un adulto con TDAH, sea una persona FELIZ y ORGULLOSA de su VIDA.

Para ello, se ha redactado un manifiesto desde ADHD EUROPE que se invita a leer en cualquier acto que, durante el mes de OCTUBRE, se realice en APOYO al TDAH.

¿Cómo se puede formar parte de esta movilización? 

Sencillo, realizando una actividad durante este mes de OCTUBRE; leyendo y difundiendo este documento ante autoridades, prensa...; y... ENCENDIENDO EN NARANJA TÚ CIUDAD EL 26 de octubre.

En Guadalajara, el Ayuntamiento iluminará el 26 de octubre un edificio público a petición de la Asociación TDAH Guadalajara, que este año será la iglesia de San Ginés, sita en pleno centro de la ciudad.


MANIFIESTO ADHD Europe octubre 2018

TDAH en la edad adulta: implicaciones en el lugar de trabajo

Como queda demostrado en muchos estudios, existen diferencias cerebrales en las personas afectadas por TDAH que persisten con sintomatología total o parcial a lo largo de la vida. Este hecho hace que, si no se diagnostican y no se tratan, represente una carga económica significativa para las personas afectadas, sus familias y la sociedad en general. Al mismo tiempo, estas diferencias cerebrales traen consigo fortalezas y habilidades únicas que pueden ser de gran beneficio en el lugar de trabajo si se las reconoce y utiliza.

Desafortunadamente, muchos adultos con TDAH permanecen sin ser diagnosticados ni tratados, de modo que en muchos casos sus limitaciones superan con creces sus fortalezas. Por otro lado, si se proporcionan las intervenciones adecuadas, los empleados con TDAH pueden ser extremadamente útiles en carreras que implican ventas, innovación, enseñanza y capacitación, manejo de riesgos, manejo de crisis y, en un equipo, estos empleados pueden cumplir con el papel de generador de ideas, mostrando perseverancia y una energía inagotable. Esto se da especialmente en el caso de un área en la que se muestran muy apasionados.

Los derechos humanos y los derechos de las personas con discapacidad en el trabajo deben tomarse en consideración para los adultos con TDAH, de modo que tengan los mismos derechos para desarrollar todo su potencial. Los empleadores deben desarrollar el conocimiento sobre el TDAH y contar con estructuras de apoyo adecuadas para que puedan reconocer por qué algunos empleados, que son competentes y expertos, presentan un desempeño deficiente y no pueden mantenerse en el lugar de trabajo.

Recomendaciones

Los formadores deben respetar los derechos humanos de aquellos empleados que tienen TDAH para que se les dé la oportunidad de desarrollar todo su potencial.

Para hacer esto, deben tener al menos una persona en la compañía que entienda lo suficiente sobre TDAH y sus comorbilidades para poder reconocer los indicadores (las características) en los empleados y proporcionar las intervenciones adecuadas cuando sea necesario, reduciendo así el coste del absentismo relacionado directa o indirectamente con el TDAH.

Los formadores deben ser conscientes de las fortalezas y talentos únicos que acompañan a un diagnóstico de TDAH para que puedan obtener lo mejor de estos empleados haciendo que funcionen de acuerdo a sus puntos fuertes.

Las adaptaciones en el lugar de trabajo incluyen acceso a servicios de salud ocupacional que pueden realizar evaluaciones apropiadas del lugar de trabajo y asesorar sobre ajustes razonables, tales como: ciertos cambios en el entorno laboral para limitar distracciones, horarios flexibles, ayuda con la organización y planificación y, en la medida de lo posible, aplicar las habilidades para mejorar la productividad y el logro profesional.

Sobre todo, los formadores deben centrarse en las fortalezas de los empleados con TDAH en lugar de en sus limitaciones, ya que esto les permitirá aprovechar el importante potencial que presentan y cosechar los beneficios económicos de reconocer y utilizar sus fortalezas y talentos únicos para el beneficio de la empresa.

FUENTE:

martes, 11 de septiembre de 2018

TDAH: UN PROBLEMA DE LA CORTEZA PREFRONTAL



Si consultamos el DSM-5, la última versión del manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales que publica la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) encontraremos que el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) está encuadrado en la categoría de los trastornos del desarrollo neurológico. Esto, en la práctica, se traduce en que el TDAH es un trastorno que implica una inmadurez o un desarrollo más lento del cerebro en comparación con otros niños de su misma edad. La inmadurez es más visible en algunas zonas del cerebro, sobre todo en la corteza prefrontal, donde se ubican la funciones ejecutivas que permiten el control de los impulsos, la planificación y la concentración entre otras variables ejecutivas. Los dos neurotransmisores cerebrales que están alterados en las personas con TDAH son la dopamina y la noradrenalina.

El TDAH ¿un trastorno reciente?

A pesar de lo que se cree, el TDAH es un trastorno con una historia de más de dos siglos.

Los primeros escritos que encontramos en relación a este trastorno datan del año 1798 cuando el médico escocés sir Alexander Crichton en su obra “Una investigación sobre la naturaleza y el origen de la enajenación mental” describía los síntomas de lo que hoy conocemos como déficit de atención.

Síntomas del TDAH

Los síntomas o manifestaciones de este trastorno pueden ser muy variados en función del niño, su edad y el subtipo de TDAH que presente. Los síntomas nucleares de este trastorno son el déficit atencional, la hiperactividad y la impulsividad, lo cual no quiere decir que todos los niños con esta patología presenten los tres síntomas principales. Además, existen una serie de síntomas secundarios como son dificultades en la autorregulación de la emociones, la memoria operativa, control interno del tiempo, planificación de tareas, lenguaje interno, etc. Además, suelen tener una baja tolerancia a la frustración, se muestran rígidos cognitivamente hablado (motivo por el cual a veces se les tacha de obsesivos), necesitan de una mayor motivación extrínseca que el resto de compañeros sin este diagnóstico, baja autoestima, etc. 
Todos estos síntomas desembocan en dificultades en los seis ámbitos relevantes de cada uno de ellos:
  • Ámbito académico: los padres de los niños con TDAH tienen un mayor número de tutorías en el colegio si los comparamos con otros niños de clase. Además, los propios niños con esta patología tienen 4-5 veces más de probabilidad de recibir tratamientos específicos tanto dentro como fuera del colegio.
  • Ámbito familiar: los padres de los niños con TDAH suelen mostrar más dudas sobre su capacidad de ser padres, además de tener hasta cuatro veces más de probabilidades de separarse que el resto de familias.
  • Ámbito social: entre un 60-70% de los niños diagnosticados con TDAH son rechazados y estigmatizados por sus compañeros por la manifestación de los síntomas. Un 70% de ellos reconoce no tener mejores amigos y suelen ser menos invitados a los cumpleaños.
  • Ámbito emocional: suelen tener grandes dificultades para identificar y entender las emociones tanto propias como de los demás. Además, un porcentaje muy elevado de niños con TDAH muestran una baja autoestima.
  • Ámbito conductual: los niños y adolescentes con TDAH muestran un mayor número de conductas de riesgo y, por tanto, las probabilidades tener accidentes y de muerte son más elevadas en comparación con el resto de niños de su edad.
  • Ámbito ejecutivo: obtienen peores resultados en las pruebas de concentración, planificación, control de impulsos (inhibición) y de memoria operativa.

La gran mayoría de estudios concluyen que la prevalencia del TDAH, es decir, el porcentaje de la población infantil que está diagnosticada de este trastorno, se sitúa en torno a un 5-7%. La etiología (causa) de esta patología es mayoritariamente genética.
Los estudios de Stephen Faraone concluyen que un 77% de las causas el TDAH son genéticas, siendo el trastorno con mayor peso del ADN que existe, por encima de la depresión (39%) y la ansiedad generalizada (32%).

La evolución de los síntomas en el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad depende del niño en cuestión y la edad que tenga. Así, es más frecuente en niños pequeños encontrar síntomas relacionados con la hiperactividad y la impulsividad, mientras que las dificultades de atención suelen pasar desapercibidas. En cambio, en la etapa de Educación Primaria y ESO, aumentan las dificultades para centrar la atención, y a partir de la adolescencia la impulsividad suele disminuir. Además, en la edad adolescente se pasa de una hiperactividad conductual (comportamiento) a una hiperactividad cognitiva (pasar de una idea a otra sin una coherencia ni continuidad).

¿Cuándo y cómo diagnosticar el TDAH?

En cuanto a la evaluación se refiere, no existe una única prueba que determine si el niño tiene TDAH o no. El diagnóstico es clínico, por lo que el profesional con experiencia en este trastorno emitirá un juicio clínico en función de la información obtenida a través de diferentes pruebas (entrevistas, observación, cuestionarios estandarizados, etc). A la hora de diagnosticar nos podemos apoyar en el DSM-5 (Asociación Americana de Psiquiatría) o en el CIE-10 (Organización Mundial de la Salud).

¿Cuándo se suele detectar o diagnosticar el TDAH? Generalmente, el subtipo inatento es el que más tiempo se tarda en detectar debido a la manifestación encubierta de sus síntomas (déficit de atención). Se suele detectar en torno a los 8-9 años si no más tarde.
Los subtipos hiperactivo-impulsivo y combinado, se suelen detectar antes (5-7 años) debido a la manifestación observable y externa de sus síntomas. Aun así, los estudios de Willcutt (2012) concluyen que el subtipo de TDAH más frecuente es el inatento a pesar de que el que más se diagnostique sea el combinado.
En cuanto a la intervención se refiere, una vez que hayamos evaluado en profundidad los seis ámbitos o áreas, se propondrá al niño y a su familia un programa de intervención que debería incluir en todos los casos la psicoeducación y la psicoterapia familiar.

Estrategias de intervención con niños y adolescentes con TDAH

Si quieres seguir aprendiendo sobre este trastorno, te puedes apuntar al curso online de “Estrategias de intervención con niños y adolescentes con TDAH” que imparte el psicólogo y profesor de la Facultad de Educación (UCM) Rafael Guerrero Tomás, experto en Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad y autor del libro “TDAH. Entre la patología y la normalidad”. En el siguiente enlace puedes encontrar el temario y más información sobre dicho curso que estamos seguros que disfrutarás y con el que aprenderás a relacionarte con los niños y adolescentes con TDAH.

Rafael Guerrero Tomás
Licenciado en Psicología Clínica y de la Salud. Director y fundador de Darwin Psicólogos. Experto en TDAH, trastornos del aprendizaje y trastornos de conducta. Especializado en Psicología Educativa. Profesor del departamento de Psicología Evolutiva de la Facultad de Educación (UCM). Imparte clases en el Master de Atención a la Diversidad y Apoyos Educativos perteneciente a la Universidad de Alcalá. Autor del libro Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad. Entre la patología y la normalidad (Libros Cúpula, 2016).

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domingo, 26 de agosto de 2018

¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE UNA AUTOESTIMA POSITIVA?




Decía Nathaniel Brande, psicoterapeuta dedicado al estudio de la autoestima, que de todas las críticas que pasamos en nuestra vida, ninguna es tan importante como la que nos otorgamos a nosotros mismos. ¿Por qué es tan importante una autoestima positiva? ¿Por qué podríamos considerarla como el principal motor que mueve o frena nuestra energía interna para la consecución de nuestros objetivos y deseos?

Qué es la autoestima y para qué sirve

La autoestima es la valoración que hacemos de nosotros mismos a partir de las experiencias y sensaciones que experimentamos y que vamos incorporando a lo largo de nuestra vida. Podríamos definirla como la percepción evaluativa de uno mismo, la capacidad de quererse, apreciarse y de aceptarse, por ejemplo, nos valoramos, evaluamos, percibimos como capaces o incapaces, listo o tontos, guapos o feos, simpáticos o antipáticos… y en función del valor que cada persona se otorgue a sí mismo sobre su valía, su actuación en la vida irá encaminado hacia un sentido u otro.

Nadie nace con un nivel determinado de autoestima, la autoestima se va formando y desarrollando desde que somos pequeños, es un proceso aprendido y por tanto, forma parte de nuestra personalidad. Es por ello que resulta fundamental para nuestro desarrollo personal y para gestar nuestra identidad como ser humano, en definitiva es primordial para nuestra salud y papel en la vida.

Nuestras respuestas ante los acontecimientos dependen de quien somos y qué pensamos que somos. Desarrollar la autoestima es desarrollar la convicción de que uno es competente para llevar a cabo determinadas tareas y la convicción de su valía personal (quererse, respetarse y aceptarse tanto por nuestras fortalezas como por nuestras limitaciones).

La autoestima puede ser negativa, es decir, no me gusta la imagen que tengo de mí y me opongo a ella, la rechazo o por el contrario, una autoestima positiva, me gusta la imagen que tengo sobre mí mismo y la acepto. A su vez, podemos considerarla a nivel general o en distintas áreas (trabajo, aspecto físico, pareja, relaciones sociales etc.), por lo tanto, una persona con alta autoestima no tiene por qué tenerla siempre en el trabajo, en sus relaciones personales, en su aspecto físico pero sí puede tenerla en alguna de estas áreas y del mismo modo, una persona con baja autoestima no tiene por qué encontrarse siempre por debajo de los demás o sentirse inferior en todas las situaciones. Lo que sí sabemos con total seguridad es que tenerla alta o baja nos condiciona cuantiosamente, es decir, la persona que se siente bien consigo misma, que se cree capaz y cree que tiene potencial seguramente sea más capaz de enfrentarse a retos y responsabilidades de la vida cotidiana mientras que las personas con autoestima baja tienden a autolimitarse decreciendo sus posibilidades de bienestar personal.

Si nos adentramos en lo profundo del existir, a la realidad de nuestras vidas…si yo no me acepto tal y como soy ¿por qué lo va a hacer el resto?, si yo no me respeto ¿por qué lo va a hacer el resto?, si yo no me valoro ¿por qué lo va a hacer el resto?, si yo no creo en mí mismo ¿por qué lo va a hacer el resto? Sin embargo, constantemente buscamos la aprobación del resto para que configuren nuestra identidad y autoestima sin tener en cuenta que somos nosotros los responsables de lograr esto porque al final, ¿con quién te levantas todos los días? ¿Con quién vas a trabajar? ¿Con quién decides lo que te gusta, quieres y necesitas? ¿A quién miras al espejo? ¿Quién decide cómo va a ser su día? ¿Con quién vas a finalizar esta vida? CONTIGO MISMO. De aquí la importancia de la autoestima, desarrollar nuestra autoestima puede sintetizarse en una idea, en desarrollar nuestra capacidad de bienestar, de felicidad.

Si invertimos nuestro tiempo y esfuerzo en trabajar para cuidarnos y desarrollar una autoestima positiva estaremos logrando ser quienes queremos ser independientemente de la opinión y críticas de los demás. Si conocemos y aceptamos nuestras fortalezas y limitaciones sabremos qué podemos hacer y cómo mejorar. Si defendemos nuestra posición ante los demás y nos responsabilizamos de nuestras acciones podremos tomar nuestras propias decisiones. Si somos capaces de reconocer cuando nos equivocamos sin tener miedo a ello, afrontando las adversidades y asumiendo riesgos, focalizando la atención en nuestros logros y perdonándonos cundo algo sale mal estaremos potenciando nuestra confianza en nosotros mismos y por último, si empezamos a disfrutar más de los demás y de las cosas cotidianas de la vida participando en actividades novedosas empezaremos a aceptarnos y ser más tolerantes con nuestros aciertos y/o equivocaciones.

Claves para trabajar la autoestima positiva

La autoestima es la suma del auto-respeto, la auto-aceptación y el autoconcepto. Atendiendo a estos tres conceptos que conforman la autoestima podemos trabajarla a través de seis claves íntimamente relacionadas con el desarrollo de nuestro bienestar:

El perdón como recurso psicológico: el perdón es una actitud dirigida al pasado que nos aporta paz interior permitiéndonos estar sanos física y psicológicamente. Perdonar es cambiar la percepción de lo sucedido, es comprender que el aspecto negativo es un determinado comportamiento, no la persona en su totalidad, es comprender que todos, incluidos nosotros cometemos errores.

Focalizar la atención en las emociones y sensaciones positivas que vivimos: experimentar emociones que nos producen bienestar (alegría, tranquilidad, euforia, entusiasmo, la fluidez, el placer) lleva a estados mentales y modos de comportamiento que preparan a la persona para enfrentar con éxito las dificultades futuras.

Auto-recompensarse: igual que nos castigamos al hacer algo mal ¡no sirvo para esto! ¡qué mal lo he hecho! Vamos a premiarnos cuando hacemos las cosas bien. Las auto-recompensa ayuda a aumentar la autoestima y a tener un autoconcepto positivo de nosotros. Podemos regalarnos un libro que nos guste, decirnos palabras bonitas o hacer algo que nos guste.

Realizar actividades placenteras: salirse de la rutina, programar actividades de ocio que puedas realizar en tu tiempo libre. De esta forma fomentamos nuestro optimismo y buen humor y asumimos riesgos.

Gestionar la culpabilidad adecuadamente: teniendo en cuenta que a pesar de las consecuencias, en el momento que tomamos decisiones nos dejamos llevar por unos motivos concretos, acertados o no pero eso sólo pasado el tiempo se sabrá con seguridad. 

Creciendo desde esta línea nos permitimos vivir con el error como compañero de aprendizajes y no como látigo que nos castiga tras nuestra equivocación.
Elabora una lista de tus fortalezas: recursos, capacidades y lo que has logrado con todas ellas. ¡Te sorprenderá de todo lo que eres capaz!

FUENTE:

jueves, 19 de julio de 2018

UN CAMPAMENTO PARA NIÑOS CON TDAH EN EL QUE TODOS SON BIENVENIDOS



Frente a otros escenarios, como algunos centros educativos, en los que son vistos con cierto rechazo, aquí encuentran a adultos que los saben tratar y les generan confianza

MANUEL CARMONA
17 JUL 2018 - 13:12

En un paraje poco transitado en plena península entre el río Tormes y la sierra de Béjar, en el salmantino municipio de El Guijo de Ávila, se ofrece a niños y niñas y adolescentes con TDAH (Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad), un campamento veraniego. El TDAH afecta a cerca del 6% de la población infantil (a los adultos también, pero no se manifiesta de forma tan evidente) y sus síntomas son la hiperactividad, la impulsividad y la falta de capacidad para mantener la atención. El campamento, además, da la posibilidad a otros menores sin trastorno de disfrutar de esta aventura con el propósito de contribuir a la inclusión interpersonal y social de unos y otros y a  jóvenes del Centro de Menores de la Comunidad de Madrid.

Ahí radica uno de sus logros como nos cuenta Víctor García, Coordinador del mismo: “Tratamos de que no se convierta en un gueto en el que puedan relacionarse chavales parecidos, sino que sea una especie de banco de pruebas con adultos y personas que son un ejemplo para ellos, les ayudamos a regular la intensidad de las relaciones y que lo que trabajen en verano les sirva para el resto del año de cara a que entiendan también a las personas de su clase, de su colegio o IES, y ellos también pongan de su parte a la hora de relacionarse para tener éxito en las relaciones sociales”.

Los vínculos cotidianos para los menores con TDAH son uno de sus principales problemas, pero también con el paso del tiempo, y la ayuda de sus familias, de psicólogos y monitores, y de entidades como la Asociación Nacional de afectados por el TDAH (ANSHDA), se convierten en un reto que superar. Cuando logran establecer nuevas amistades y consolidarlas con el paso del tiempo, chicos y chicas crecen y se sienten felices. Es el caso de Daniel R. Raposo que habla emocionado de cómo “cada año vienen chavales nuevos y es como ir añadiendo más gente a tu lista. Voy teniendo más amigos y me relaciono mucho mejor. Aprendo cosas de otros países, de otros compañeros”.

Este campamento me ha enseñado a que relacionarse con gente es bueno. Al principio cuesta un poco, pero luego conforme vas hablando te mueve más la idea de que si ya conoces a una persona, conocer a otra es muchísimo mejor

Este adolescente, como tantos menores con TDAH, vive un día a día diferente en sus relaciones con los otros de su generación. Por eso, cada vez que logra madurar una amistad o iniciar una nueva, su alegría se fortalece y aumenta. Raposo ya va contando los días que quedan para incorporarse al campamento, será su tercer año, y se expresa con ilusión: “Este campamento me ha enseñado a que relacionarse con gente es bueno. Al principio cuesta un poco, pero luego conforme vas hablando te mueve más la idea de que si ya conoces a una persona, conocer a otra es muchísimo mejor. Conoces sus gustos. Este año en una reunión de la organización conocí a un chaval al que le gustaban las mismas cosas que a mí. Le conocí un poco y nos llevamos muy bien”.

La organización y coordinación de un campamento así conlleva contar con un equipo de profesionales competentes y acostumbrados a tratar con personas diferentes.

¿Qué diferencia a este tipo de convivencia de otras?

García nos aporta una de las claves: “La principal diferencia está en el número de personas que trabajamos con ellos y el ritmo de las actividades. En un campamento de cualquier tipo, lo normal es un monitor por cada 10 niños, en nuestro caso es de uno por cada tres o cuatro. Esto nos da una tranquilidad y una libertad a la hora programar muchas actividades”.

Este es el séptimo año que ANSHDA organiza este campamento y el primero en este paraje de singular belleza. Se ha buscado con ello satisfacer las necesidades de los participantes que venían solicitando años atrás poder hacer actividades acuáticas. Estar en plena orilla del río Tormes les facilita satisfacerlas: "Nos acordamos de este pantano que está más resguardado, y al que veníamos en los campamentos que organizábamos con la Comunidad de Madrid. Para hacer rutas también es extraordinario”.

La arboleda que rodea a ese escenario natural, las rocas de la serranía, el cantar de los pájaros, y el sonido de las olas del Tormes, crean una atmósfera que permite a todos desconectar de las rutinas diarias, y contribuyen, por un lado, a que estos menores mejoren cuestiones como la atención o la hiperactividad. “Trabajamos la concentración por dos vías: la rutina del día a día para que ellos recapaciten qué se me está olvidando o no estoy haciendo, más que con el discurso típico de que no te has lavado las manos y no puedes entrar a comer. Eso lo decimos el primer y el segundo día, pero el tercero hacemos un juego en la puerta del comedor, y hacemos una selección de lo que ha hecho la gente que se acuerda. Eso ayuda a que ellos saquen su propio reflejo. Y luego las actividades en las que necesitan tomar decisiones para poder ir accediendo a los siguientes estadios de ellas: las yincanas. Tienen que ir resolviendo pistas y necesitan concentración para acabar la yincana”, nos concreta García.
Y, por otro, promueven actividades con las que desarrollan habilidades emocionales y sociales para hacer frente a los entornos cotidianos.

Los vínculos que se generan con los monitores son extraordinarios. Para los niños con TDAH se convierten en auténticos ejemplos a seguir. Se sienten escuchados y comprendidos

¿Cómo evolucionan las personas con TDAH tras asistir a un campamento de este tipo?

"Los chavales nos comentan que gracias al campamento del año pasado les ha ido mucho mejor, se lo han planteado de otra forma, agradecen los consejos y la chapa que les dimos. Muchos monitores y monitoras han sido participantes en los campamentos, y a los 17 ó 18 años no pueden venir más, y hacen los cursos de monitores y nos los llevamos al campamento también. Encuentran así referencias y les mejora bastante la existencia”.

Los vínculos que se generan con los monitores son extraordinarios. Para los niños con TDAH se convierten en auténticos ejemplos a seguir. Se sienten escuchados y comprendidos. "Frente a otros escenarios, como algunos centros educativos, en los que son vistos con cierto rechazo, aquí encuentran a adultos que los saben tratar y les generan confianza", relata feliz Raposo. “La relación con los monitores es muy buena. Uno de los monitores del año pasado fue como un hermano, me trataba muy bien y le cogí mucho cariño. Era como tener otra familia en el campamento”, añade.

Otra de las peculiaridades de este refugio es que los menores contactan un día a unas horas concretas con sus padres y madres, de esta manera, se busca que socialicen con sus iguales y que sus mayores descansen. El efecto que produce en las familias y en los TDAH es magnífico como atestigua García: “Se creó como respiro para familias que llevan mucho trote durante el año con estos chavales, hay mucho fracaso escolar. Los chavales nuevos nos cuentan que vienen de experiencias malas en su tiempo libre: los han expulsado de tres o más campamentos. Ya no solo es la posibilidad de tener unas vacaciones para los hijos, sino que se nota mucho cuando vuelven cómo se ha desarrollado su tejido social". "Cuando tienes un chaval intenso necesitas", continúa, "10 días al año para poder recuperar tu rutina, y no vivir solo para él. Sabes que va a quedarse y además no te van a llamar para decirte: el niño es muy movido, o se ha peleado, o ha dicho una palabrota". Además "hay chicos que cuando llaman a sus padres un día a mitad del campamento, les cuentan lo que han hecho, o que ha hecho un amigo y durante la conversación telefónica se lo pasa para que hablen con él también. Es decir, la falta de costumbre que tienen estas familias de que haya éxito con los hijos, aquí lo logran”, añade.

Para crear todo ese mundo empático también se requiere desarrollar un abanico de actividades que motiven y conecten a los protagonistas y a sus circunstancias. Entre las que generan una respuesta positiva destacamos: el tiro con arco, la escalada, nadar, rutas de senderismo o las tirolinas. Pero hay dos que han causado una atracción simbólica en las personas con TDAH. Una es la yincana guarra que nos comenta Raposo: “Tenías que coger piezas de un cubo lleno de arena metiendo un poco la cabeza para cogerlas. Y luego llevarlas a otro sitio y te tiraban un cubo de agua”.

La otra actividad es la sucesión de veladas nocturnas, que ayudan a que los menores pierdan paso a paso el miedo a expresar sus emociones ante otros, como afirma García: “Se les mueven resortes por dentro y emociones sobre todo con las veladas nocturnas: se dan cuenta de lo importante que es poder expresarse, y cómo me expreso cuando el de al lado se está riendo mientras yo hablo emocionado y llorando”.

En otros momentos también practican el lenguaje de signos, una actividad que exige mucha concentración y que a ojos de determinados profesores de colegios o IES no es posible desarrollar con los TDAH. Sin embargo, aquí lo imposible se vuelve real y cotidiano, como nos cuenta emocionado García: “Todos los años hacemos lenguaje de signos en el campamento porque requiere concentración máxima y los chavales salen hablándolo. Ninguno deja de hacerlo, y pasan a diario una hora y media sentados en la naturaleza aprendiéndolo. Eso es un reto a los ojos de otros para quienes eso nunca se podría haber hecho. Les motiva que lo da un monitor solo, y de una forma que les mola y es dinámico”.

FUENTE:

ANSHDA:
Teléfono: 91 356 02 07
Dirección: Calle Molina de Segura 33, 28030 Madrid

lunes, 25 de junio de 2018

APRENDA A CONTROLAR LA IRRITABILIDAD



Descargar el archivo en el siguiente enlace

FUENTE:
http://www.juntadeandalucia.es/servicioandaluzdesalud/library/plantillas/externa.asp?pag=/contenidos/servicios/../publicaciones/Datos/567/pdf/19_guia_controlar_irritabilidad.pdf



martes, 15 de mayo de 2018

LA EPIDEMIA DE LAS DISTRACCIONES DIGITALES



El impacto de la tecnología en la vida cotidiana
Las prisas y la multiplicación de las distracciones digitales erosionan la capacidad de trabajo de adultos y niños

MAYTE RIUS, Barcelona
06/05/2018 00:50 | Actualizado a 06/05/2018 07:53

Quizá le resulten cotidianas estas situaciones: ir conduciendo en un trayecto rutinario por autopista y, de repente, preguntarse si ya ha pasado el peaje; golpearse con alguien por la calle porque uno de los dos –o los dos– caminaba mirando el móvil; estar explicando algo a una persona y que hacia el final del relato le diga “¿Cómo? ¿Qué decías?”; iniciar una lectura con alguno de los pequeños de la familia y que a los diez minutos diga que ya está cansado. ¿Qué le pasa a nuestra capacidad de atención?

Psicólogos, educadores y expertos en productividad hablan de un fenómeno que denominan síndrome de atención parcial continuada –que nada tiene que ver con un trastorno neurobiológico como el TDAH–, y que consiste en prestar atención simultánea a diferentes focos de información pero a un nivel superficial. Y también relatan una creciente dificultad –más acusada entre niños y jóvenes–, para mantener la atención en actividades cotidianas que requieren esfuerzo y no dan placer.

Mensajes y alertas interrumpen, fuerzan la multitarea y aumentan el estrés

“La lacra de la falta de atención es algo que ha ido de menos a más, que se está expandiendo de manera increíble y que afecta a prácticamente cualquier ámbito de la vida”, afirma Berto Pena, formador de productividad personal.

A la misma conclusión ha llegado el psicólogo Luis López González, director del máster en Relajación, Meditación y Mindfulness de la Universidad de Barcelona, que preocupado por esta epidemia de distracciones y por sus consecuencias acaba de publicar el libro Educar la atención (Plataforma Editorial).

Porque el impacto de esta creciente falta de atención no es baladí. Las distracciones son ya la principal causa de accidentes en la ciudad de Barcelona, y la dirección general de Tráfico asegura que estuvo detrás del 25% los accidentes y el 31% de los fallecidos en las carreteras españolas en 2016. Y la inatención también se sitúa como principal causa de fracaso escolar y se asocia al 45% de los accidentes laborales.

Más accidentes, peor calidad de trabajo y de estudio, pérdidas de tiempo y de dinero

López vincula esta mayor falta de atención al hecho de que vivimos en la sociedad de las prisas y de la multitarea, “los dos grandes enemigos de la atención”. Pena, por su parte, explica que la atención se ve afectada por las distracciones –“que son culpa de uno mismo porque las permite”–, y las interrupciones, provocadas por los demás. Y considera que el ­problema es que la tecnología ha multiplicado las distracciones que nos acechan. “Hace unos años las distracciones tenían que ver sobre todo con preocupaciones, eran mentales y poco controlables; ­pero ahora nos distraen las noti­ficaciones, las alertas, los men­sajes, las llamadas, las apps...; porque hemos absorbido la tecno­logía sin hábitos, la llevamos siempre encima y, entonces, esas distracciones toman el control” de nuestra atención y de nuestro tiempo, comenta.

Remarca que no es sólo un problema de niños y adolescentes, sino que afecta a todas las generaciones. “La gente se queja de que no le llega el tiempo para hacer su trabajo y no piensa que es porque se distrae mucho; además se hace un trabajo (o estudio) de peor calidad porque la capacidad de enfoque, de mantenerse centrado en una sola actividad de forma continuada es muy limitada, enseguida se salta a otra cosa, y cognitivamente no puedes hacer dos tareas de cierta complejidad a la vez”, justifica Pena.

Porque aunque algunas personas se niegan a admitirlo, la neurociencia deja claro que la multitarea es un mito. “La atención consciente es un procesador lineal: puedes atender una cosa y luego otra, pero conscientemente no puedes atender varias cosas a la vez; puedes ir alternando de una a otra por minutos, segundos o milisegundos, pero esa diversificación de la atención conlleva complejidad mental y aumenta la probabilidad de accidentes, de estrés y de fallos en tu trabajo”, relata Ignacio Morgado, director del Instituto de Neurociencias de la UAB.

Precisa que la capacidad de “multiatención”, de atender a una cosa y luego a otra, depende de cada persona, de lo entrenado que tenga el cerebro para hacerlo. “El cerebro es muy plástico y si lo fuerzas a que tu atención vaya en una determinada dirección crea conexiones entre neuronas para ello, y luego, cuando vuelves a hacer esa actividad el pensamiento recupera esos caminos neuronales creados por el aprendizaje y la experiencia”, indica.

López indica que ese cambio constantemente del foco de atención acaba saturando la capacidad de estar atentos y provoca estrés, que es otro de los desencadenantes de la desatención y de las distracciones que tantas pérdidas ocasionan a las empresas y a las personas. “Las prisas, y la productividad entendida como estar en varias cosas a la vez, provocan pensamientos de rumiación, hacen que tu cabeza de vueltas a las cosas como una lavadora, y eso resta efectividad y afectividad, impide tanto estar atento como ser atento”, afirma.

Desde planteamientos profesionales distintos, los expertos consultados coinciden en que basta cambiar algunos hábitos, re­ducir las distracciones y el estrés, para mejorar la capacidad de ­atención. Aseguran que la medi­tación, el mindfulness y las técnicas de concentración también ayudan a ejercitarla, como si fuera un músculo.

No obstante, reconocen que el actual bombardeo de distracciones digitales es tal que resistirse a ellas exige ser muy disciplinado. “Antes en el móvil sólo nos entraban llamadas y sms, pero ahora constantemente tenemos notificaciones, alertas, watsaps y aplicaciones que nos atraen porque son divertidas, porque nos sacan de la rutina de lo que estamos haciendo, porque nos ponen en contacto con los demás, que es algo que a todos nos gusta y nos entretiene, así que si cuando te sientas a comer o a trabajar dejas el móvil sobre la mesa es una clara invitación a ‘me voy a distraer’”, describe Berto Pena. Y añade que esas distracciones, que son reiteradas, implican que actividades que deberían realizarse en media hora acaben alargándose 35 o 40 minutos y al final de la jornada se acreciente la impresión de falta de tiempo y de estrés.

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miércoles, 25 de abril de 2018

LOS NIÑOS CON TDAH SALEN ADELANTE SI CUENTAN CON LAS AYUDAS Y HERRAMIENTAS SUFICIENTES



Entrevista con Rosa García Bermejo, orientadora de Infantil y de Primaria del colegio Sagrado Corazón

Carlota Fominaya
MADRID. Actualizado: 11/04/2018 21:42h

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, más conocido por sus siglas TDAH, no es un caballo de batalla imbatible para el equipo de profesionales del madrileño colegio Sagrado Corazón (C/Don Pedro, 14), uno de los centros escolares con más sensibilidad hacia la integración de niños con dificultades escolares de la capital. Para su equipo de orientación, estos pequeños pueden salir adelante si les ofrecen las suficientes herramientas y estrategias. «Creo firmemente en la atención a la diversidad, porque somos diferentes», afirma Rosa García Bermejo, orientadora de Infantil y de Primaria del centro. De hecho, ella calcula que hay cerca de un 10% de niños con dificultades por clase, una cifra que «crece año tras año».

¿A qué achaca que aumente la cifra de niños con dificultades?

Creo que se debe a que estamos exigiendo en la Etapa de Infantil contenidos para los cuales los niños no están preparados. Por ejemplo, cada vez exigimos leer antes, en algunos colegios hacia los cuatro años, sin embargo, es necesario trabajar los prerrequisitos. Pienso que nuestros alumnos tienen excesivas actividades extraescolares, les estamos sobrecargando, viven estresados… y también todo esto puede estar influyendo en el aumento de la cifra de niños con dificultades.

¿Cómo detectan el TDAH en sus aulas? ¿Quién da la primera señal de alarma?

A veces son los padres los que en Primaria se dan cuenta de que el niño tarda en hacer deberes, no le gusta leer, hay discusiones continuas para que se siente, suspensos... Otras veces es el docente es el que pone al departamento de orientación sobre la pista, porque tiene sospechas ante determinadas dificultades del niño en su día a día, porque no sigue el ritmo de la clase. Los maestros están en una situación privilegiada porque están viendo al niño en el contexto del aula enfrentándose a la tarea escolar, donde se necesita atención para realizar el aprendizaje.
Los orientadores vemos al menor, y le aplicamos pruebas estandarizadas para valorar la capacidad, el proceso de lecto-escritura, competencia matemática... Con los resultados, elaboramos un informe para que la familia lo presente a su pediatra, y este le derive a Neurología o Psiquiatría Infantil. No podemos diagnosticar, pero si ayudar a detectar dónde falla el niño con una prueba objetiva. Después es el especialista el que tiene que valorar y el colegio ver qué medidas curriculares se adoptan. En nuestro centro si vemos que el niño necesita ayuda, lo hacemos de «motu proprio» porque tenemos ciertos recursos para ello.

El diagnóstico clínico de un trastorno por déficit de atención se realiza a partir de los 6 años pero... ¿se puede detectar un TDAH ya en infantil? ¿Y sí fuera así, qué medidas se tomarían al respecto?

Se pueden observar los síntomas de TDAH en un niño de Infantil pero no un diagnóstico (salvo en casos excepcionales), por lo que desde el Departamento de Orientación hacemos una valoración de su nivel de desarrollo en las diferentes áreas (verbal, perceptivo-manipulativa, numérica y memoria) y así tener un seguimiento en la Etapa de Primaria. Como estrategias, el profesor puede dar instrucciones individualmente al niño, también aislarle de ambientes ruidosos, utilizar imágenes en las explicaciones, etc.
Nuestro centro cuenta con un Proyecto de Logopedia que su objetivo principal es prevenir desde la Etapa de Infantil las dificultades del lenguaje realizando una valoración a los alumnos que presentan dificultades en el lenguaje oral y también facilita pautas a las familias para trabajar desde casa. Las dificultades del lenguaje, en algunas ocasiones, van asociadas al Trastorno por Déficit de Atención.

¿Y en los ciclos de Primaria y Secundaria, ¿cuáles serían las principales medidas a adoptar con estos niños?

En estas etapas las recomendaciones son elaboradas por el orientador de etapa. Se les hacen exámenes más recortados, se les regula el tiempo, les nombramos secretarios (para que borren la pizarra, repartan el material, se les supervisa la agenda, hacemos que algún compañero de clase la revise también...). Es muy importante aumentar los elogios, la aprobación y el reconocimiento. Tenemos que aumentar la autoestima de estos alumnos, que no su ego. Pero no podemos perder de vista que tienen que aprender. Si se equivocan, por ejemplo, han de borrar lo que esté mal e intentarlo de nuevo... pero también se les puede decir: «lo has hecho bien, pero ¿a que lo puedes mejorar? Tú sabes y puedes».
Además de estas medidas, en la Etapa de Primaria, desde el Proyecto de Logopedia, desarrollamos un programa de Estimulación del lenguaje mediante una metodología dinámica, interactiva y lúdica realizando diferentes talleres (pronunciación, razonamiento verbal, lectura y escritura creativa y educación emocional). Es frecuente que niños con dificultades de lecto-escritura tengan también dificultades de atención. Utilizamos recursos digitales de https://changedyslexia.org 
También ayuda a nuestros alumnos con TDAH el programa de estimulación temprana, Entusiamat en el área de matemáticas y aprendizaje cooperativo.

¿Cómo son las relaciones sociales de estos niños?

Sus compañeros los ven dentro de la normalidad. Los aceptan tal y como son. Que un niño tenga TDAH no quiere decir que no respete a sus compañeros, ni que sea un maleducado. Es un niño impulsivo, inquieto, que no piensa antes de actuar. Son niños que quieren a sus compañeros, y que son queridos por ellos. Son además pequeños muy sensibles, y por todo esto pueden ser pequeños más vulnerables de caer en la adolescencia en temas conflictivos. Pero si se comienza de pequeños y se realiza una buena intervención, no tiene por qué pasar.

De ahí la importancia de detectarlo cuanto antes.

Esto tiene que quedar muy claro. Si se pone en situación de éxito al niño en Infantil y Primaria, cuando llegue a Secundaria sabrá que es capaz de adquirir el aprendizaje. Pero si solo ha tenido fracaso, pensará «soy el tonto de la clase que todo lo hago mal». Hay que ponerles en situación de éxito. Hoy en día se habla mucho, por ejemplo, sobre la importancia de desarrollar las inteligencias múltiples en el aula.
Sería muy interesante y necesario potenciar y fomentar las inteligencias que predominan en cada uno de nuestros alumnos, pero para ello necesitamos la ayuda de las Administraciones Públicas. Atendiendo a la Teoría de las Inteligencias Múltiples sería muy bueno desarrollar programas en el sistema educativo que desarrollen cada una de las inteligencias ya que el sistema se centra en el desarrollo de la inteligencia verbal y lógico-matemática.
Un niño/a con TDAH puede manifestar dificultades para organizar su discurso oral y/o escrito, cálculo numérico..., pero seguro que tiene otras inteligencias (musical, cinética-corporal, naturalista, interpersonal, intrapersonal, visual-espacial, verbal...) que podríamos potenciar y fomentar.

¿Cómo viven las familias la necesidad de medicación?

Las familias a veces son reacias porque cuesta aceptar que un hijo tiene dificultades, y también se preguntan por los efectos a largo plazo en el desarrollo de sus hijos. Pero hay niños para los que no son suficientes las medidas pedagógicas y tienen que medicar. También hay padres que optan por no medicar aun teniendo un diagnóstico propuesto por un neurólogo o un psiquiatra. Nosotros en el Sagrado Corazón somos partidarios de empezar en los primeros cursos con las medidas pedagógicas.

La comunicación con las familias, ¿es mayor cuando se dan estos casos?

Sí, atiende a la familia siempre que lo demande. Con los especialistas externos también hay disponibilidad de los profesores para hablar o cambiar impresiones. Es fundamental que exista coordinación entre todas las partes implicadas.

Los padres de niños con TDAH, ¿tienen que trabajar con estos niños en casa de una forma especial?

Si el niño necesita ayuda, uno de los dos tendrá que estar, y poco a poco se irá retirando, con el objetivo de que cuando vaya pasando a cursos superiores sea más autónomo. Pero en los primeros años les da seguridad.

¿Qué consejo les daría a estos padres?

Los padres tienen que tener paciencia, y estar relajados para llevar a cabo esta labor académica, pero no es fácil. Llegan del trabajo, pendientes de la cena, de las labores del hogar, del resto de hijos.... Los niños suelen estar cansados... Así que, si tienen paciencia para realizar este trabajo y pueden, perfecto. Si se crea un conflicto, es mejor que les ayude en esta tarea una persona externa. Porque de otra forma el conflicto puede trascender a otros ámbitos, como es la hora del baño, la cena... y se puede llegar a entrar en un círculo vicioso nada recomendable.

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