TDAH = Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad
sábado, 19 de diciembre de 2020
FELIZ NAVIDAD, FELIZ 2021
sábado, 14 de noviembre de 2020
LA IMPORTANCIA DE LOS ABRAZOS EN LOS NIÑOS
Científicamente
se ha demostrado que este gesto es un elemento básico de comunicación. De
hecho, es la primera muestra de cariño, junto con el beso, que se le da a un
bebé al nacer
ANA M. LONGO
06 OCT 2020 -
14:50 CEST
Cuando hablamos de abrazos, a algunos se les puede venir a la mente el movimiento generado hace unos años que se expandió por el mundo. Con el lema "Abrazos Gratis" (Free hugs), diversas personas los regalaban por la calle a quienes aparentemente pudiesen necesitarlos. Y es que dar abrazos a otros trae felicidad. “Existe más poder en un fuerte abrazo, que en mil palabras bien articuladas”, refería Ann Hook, autora de novelas y cuentos.
Aunque hoy en día hay que expresarse más con la palabra que con el tacto y el roce, el abrazo en los niños sigue siendo imprescindible. Existe en él un fuerte poder curativo. “Pese a nuestra situación sanitaria actual, el discurso con las familias sigue siendo el mismo.
Recomiendo seguir fomentando el abrazo de las personas que
conviven con el niño. Y es que el no darlo, viviendo bajo el mismo techo, no
asegura no contagiarse. Sin embargo, lo conveniente es mantener la distancia de
seguridad con aquellas personas que no tienen una convivencia diaria con el
menor pese a ser parientes”, explica Ayelén Scacchi, psicóloga infanto-juvenil.
El mundo llega a tener un significado por medio de la interacción y esta no puede producirse sin determinadas muestra de afecto. “Según Stanley Greenspan, el afecto del que se carga la relación crea un sentido de propósito en el niño y le ayuda a dar significado a la información que recibe del entorno”, incide Scacchi.
En un abrazo encuentras el mejor refugio y apoyo sin juicios. “A los
padres de mis pacientes les digo que no pierdan la oportunidad de dar todos los
días uno o varios abrazos a sus hijos. Pero de esos en los que te falta el
aire. De los que son verdaderas muestras de amor, fuertes e intensos,
apapachos(abrazos, en México) para el alma", añade Laura Sánchez von
Bertrab, también psicóloga infantil.
Abrazar a
otro individuo parece un acto llano. No obstante, trae consigo importantes
consecuencias a nivel físico y, sobre todo, emocional y psicológico. “En el
momento del abrazo nuestro cuerpo y cerebro activan sustancias neuroquímicas”, sostiene
Scacchi.
La
profesional precisa cuatro aspectos positivos:
- Trae consigo una sensación placentera: Genera calma y bienestar.
- Otorga la convicción de poder hacer frente a todas las preocupaciones de la vida.
- Añade seguridad, tranquilidad, contención y amor en edades tempranas del niño.
- Incrementa la autoestima de los niños porque aporta las fuerzas necesarias para enfrentar de forma eficiente los momentos dolorosos y estresantes de la vida.
Científicamente
se ha demostrado que abrazar es otro modo de comunicación. De hecho es la
primera muestra de cariño, con el beso, que se le da al bebé que acaba de
nacer. El niño necesita el contacto con sus padres constantemente. De este
supuesto, se extrae la Teoría del Apego, de John Bowlby. “Abrazando a los niños
desde muy pequeños fortalecemos el vínculo y el apego sano y seguro. Si
queremos que nuestros hijos se sientan protegidos en el mundo, debemos tener
una conexión emocional con ellos por medio del consuelo físico en los momentos
más complicados de sus vidas”, prosigue Scacchi. “Si el niño siente que la
figura parental le tiende la mano en cualquier situación, tendrá la necesidad y
el coraje de explorar y enfrentarse al mundo”, continúa esta profesional
especializada en infancia y juventud.
Una terapia
también para los adultos
Existen
investigaciones de la Universidad de Brown, en Estados Unidos, que evidencian
la relación entre los abrazos y el contacto físico de los familiares, con la
mejora en el desarrollo intelectual del bebé. Asimismo expertos añaden que
también favorece la formación de su carácter. Sánchez von Bertrab anima al
resto de padres a que den abrazos a sus hijos por estas razones:
- Aporta bienestar: No es preciso un motivo para abrazar a un niño, hay que hacerlo siempre que a uno le nace. También se puede acompañar esa demostración de amor con palabras que reafirmen lo que sienten hacia ellos. Muchos padres aseguran que comienzan abrazando a sus hijos y pronto son ellos mismos los abrazados.
- Ayuda a regular las emociones de los hijos: Muchas veces los niños sienten frustración, enojo o tristeza y cuando eso sucede recomiendo a los padres que les pregunten si les gustaría recibir un abrazo. Esos son los abrazos de contención, mediante los que transmitimos seguridad, protección, empatía y ternura. Como padres o adultos de referencia de los niños, tenemos la responsabilidad de acompañarlos en el proceso de aprendizaje, permitiéndoles ser personas seguras y resilientes.
- Es una gran terapia para ti también: Abrazar es un acto recíproco. El adulto abraza al niño y lo recibe. El abrazo imprime energía, fuerza y motivación y es bidireccional. Al abrazar a un niño, uno se conecta con uno mismo y recuerdan su camino hacia la autonomía, algo que genera una gran satisfacción.
“Abrazar a
los niños y dejarse abrazar, resulta una de las maneras más simples de
conexión, de demostración de un sincero cariño y del deseo por lograr que en
una situación triste, tensa o agradable, el niño o la persona abrazada sienta
una empatía y una calidez imperturbable”, remata Sánchez von Bertrab.
FUENTE:
https://elpais.com/mamas-papas/2020-10-06/la-importancia-de-los-abrazos-en-los-ninos.html
IMAGEN:
https://pixabay.com/es/illustrations/nos-vemos-reuni%C3%B3n-encuentro-alegr%C3%ADa-1013658/
viernes, 2 de octubre de 2020
CÓMO ESTUDIAR MEJOR EN UN CURSO SEMIPRESENCIAL
Laura Mesa, técnico del Centro de Orientación y Empleo de la UNED, explica las claves del aprendizaje autónomo y la preparación de los exámenes a distancia
JAVIER MARMISA (REDACCIÓN)
Madrid - 02 OCT 2020 - 00:30 CEST
El comienzo del nuevo curso ha venido marcado por la crisis de la covid-19, que ha provocado que cientos de miles de alumnos de todo el país se vean obligados a atender sus clases de forma semipresencial. Ocurre así, por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, donde los estudiantes de tercero y cuarto de la ESO (más de 135.000 alumnos), Bachillerato (más de 108.000) y FP (más de 105.000) recibirán una parte de las clases en los centros y la otra, desde sus casas. A ellos se irán sumando además, los estudiantes que se tengan que quedar en casa confinados por estar infectados o por los protocolos de seguridad y que durante ese tiempo tendrán que seguir las clases a distancia; según los datos proporcionados por las comunidades autónomas al Ministerio de Educación el pasado 24 de septiembre, el coronavirus ha obligado a cerrar 2.852 aulas en España desde el inicio del curso, lo que ha dejado a unos 40.000 alumnos confinados en casa.
Laura Mesa es técnico de orientación en el Centro de Orientación y Empleo de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y está acostumbrada a tratar de motivar y aconsejar a los alumnos que estudian a distancia. Sin embargo, le preocupa la situación de los chicos y adolescentes que se vean ahora obligados a hacerlo por la situación de pandemia. “Estudiar desde casa va a provocar que los alumnos tengan que hacerse más responsables de su propio progreso, organizando su propio calendario de trabajo, pero algunos son demasiado pequeños y necesitarán que les ayuden sus padres”, se lamenta.
Para Mesa, el éxito en el examen comienza en el mismo momento en el que el estudiante entra en contacto con los lomos del libro.
Contacto con el libro
Para esta experta en técnicas de estudio, es importante analizar el índice para comenzar a familiarizarse con los contenidos que se estudiarán a lo largo del curso. Se trata de observar las imágenes, los cuadros de texto donde se expongan las claves de cada cuestión, y es muy recomendable fijarse en si el libro contiene además ejercicios de autoevaluación al final de cada tema, una manera muy interesante de repasar la lección, asegura.
Modalidad del examen
El siguiente paso a la hora de enfrentarse a un examen sería ver su modalidad, ya que las técnicas empleadas no serán las mismas si es uno de desarrollo u otro tipo test. Para las asignaturas más teóricas, la lectura es clave. “Hacemos una primera lectura, que puede ser más rápida, para conocer el contenido del texto. Y luego, una relectura en la que intentamos centrarnos en las ideas más importantes del texto”. Mesa también aconseja hacerse preguntas acerca de lo que se ha leído, una técnica que le sirve al alumno para explicar en sus propias palabras el contenido de la cuestión.
El subrayado
Uno de los errores más comunes y fácilmente detectables es llenar el libro con subrayados de colores llamativos. Por atractivo que pueda parecer, no es una buena idea. “Un buen subrayado es la base de un buen resumen, esquema o mapa conceptual, pero no todo vale. Porque luego, si por ejemplo nos piden el resumen de un libro, será excesivamente largo al parecernos todo importante”, advierte. Una buena manera de complementarlo serían las anotaciones al margen, que sirven además para formarse una estructura propia del contenido.
La
importancia de sintetizar
Memorizar puede ser un proceso mucho menos arduo si se trabaja en comprender mejor lo que se estudia. Mesa destaca la importancia de este paso, y recomienda métodos para conseguirlo en el vídeo que acompaña a esta noticia, como la creación de resúmenes (en los que el estudiante se ha beneficiado antes de la lectura comprensiva, del subrayado y las anotaciones al margen), esquemas o diagramas, y mapas conceptuales. Además, recomienda, a la hora de repasar o memorizar conceptos, imaginarse hablando para un auditorio, un modo de refuerzo para los alumnos con una buena memoria auditiva.
Reglas mnemotécnicas
Otra opción para el estudiante es hacer uso de las reglas nemotécnicas: “Se trata de crear conceptos clave o imágenes visuales y son muy útiles a la hora de estudiar fechas, o en las asignaturas de números y de ciencias”. Por ejemplo, para recordar el año 1726, se podría pensar en 17 personas que estuvieron en una fiesta el día 2 de junio.
Asimismo, Mesa incluye al final del vídeo sus cuatro “claves del éxito”:
- Ir descansado al examen
- Organizar un buen calendario de estudio para repasar 15 días antes de la prueba y desconectar el día anterior
- Aprovechar ciertas asignaturas que tienen sinergias entre ellas, como la historia del arte y la filosofía, para estudiarlas juntas y sacarles el máximo partido.
FUENTE:
https://elpais.com/educacion/2020-10-01/como-estudiar-mejor-en-un-curso-semipresencial.html
4 CLAVES para
ESTUDIAR MEJOR en un curso SEMIPRESENCIAL
En casa o en
la biblioteca, en la cama o en el salón, con música o sin ella, estudiar de
forma autónoma en la enseñanza semipresencial puede ser un gran reto para el
estudiante, pero manteniéndote alejado de tentaciones como el móvil, la tele o
los videojuegos, y con la ayuda de estos consejos, podrás aumentar tu
rendimiento muy rápido.
1.- La
importancia de la lectura
Empezamos un
año nuevo, empezamos con muchísima ilusión y es verdad que cuando vamos a
comprar el libro a la librería lo primero que hacemos es verlo, olerlo y hacerlo nuestro.
Es muy
importante que cuando abrimos el libro nos familiaricemos con él, veamos un
poco la estructura, cómo está organizado cada uno de los capítulos en
diferentes bloques, si tienen imágenes, cómo se explican esas imágenes; si
tiene cuadros, a modo de resumen que pueden tener las ideas esenciales del
texto. Y luego, muy importante también si tienen cuestiones, por ejemplo, de
autoevaluación, de ejercicios que podamos utilizar para repasar el contenido de
cada uno de los capítulos. Y yo diría que la primera pregunta clave que nos
tenemos que hacer es cómo es la forma de examen, cómo nos van a examinar, cómo es
la modalidad, si es un examen de desarrollo, es un examen tipo test, de
preguntas cortas… eso es tremendamente importante.
Hacemos una primera lectura. Esa primera lectura puede ser incluso más rápida, para conocer un poquito el contenido del texto.
Y luego, hacemos una segunda lectura, en la
que intentamos centrarnos mucho más en las ideas más importantes del texto. Y
es muy importante, que a la vez que vamos haciendo esa relectura hagamos
preguntas. ¿Para qué? Para llegar a una lectura comprensiva, que ya veremos que
es tremendamente importante para luego llegar a ese momento de síntesis de la
información.
2.- No
subrayes todo
Tenemos que
tener en cuenta que el subrayado es la base de un buen resumen, o de un esquema
o de un mapa conceptual. No todo vale. Es verdad que hay gente que utiliza
diferentes colores para poner las ideas primarias o principales, para poner las
ideas secundarias, y esto puede ser de utilidad pero, por favor, no todo subrayado,
porque esto todo se resume, cuando nos piden hacer el resumen de un libro o de
un capítulo, el resumen es excesivamente largo. Y es porque todo nos ha
parecido super importante.
En cuanto a
las anotaciones al margen, a mí me ayudan mucho, sobre todo, cuando
tenemos una buena memoria visual, porque podemos hacer nuestras propias
anotaciones al margen de cada uno de los textos, poniendo nuestra propia
estructura de lo que hemos leído.
A mí me gusta
mucho cuando tenemos que repasar o memorizar conceptos el imaginarnos en un auditorio,
el imaginarnos que tuviéramos personas delante a las que tenemos que explicar
lo que hemos memorizado, lo que hemos aprendido. De esta manera, nos obliga a
recitarlo en voz alta y para aquellos que tenemos una buena memoria auditiva
nos ayuda muchísimo para reforzar todos los contenidos aprendidos
3.- La
importancia de sintetizar
A la hora de
sintetizar, vamos a utilizar las más comunes, que serían el resumen, en el que
vamos a recoger las ideas más importantes, para eso era muy importante la
lectura comprensiva. Y luego tenemos los esquemas y los mapas conceptuales.
Los esquemas
es cómo vamos a ser capaces de relacionar las ideas principales de un texto, y
lo vamos a poner de una forma gráfica, visual. Podemos utilizar diagramas
de barras, de flechas, que se diferencia este esquema del mapa conceptual, que
a veces cuesta establecer esa diferencia, en que el esquema relaciona las ideas
principales de un texto, mientras que los mapas conceptuales relacionan
conceptos claves, y además la relación es a través de diferentes conectores,
esas palabras clave que unen conceptos que son relevantes de un texto.
4.- El tema de las reglas mnemotécnicas
Cuando somos capaces de crear conceptos claves o
imágenes visuales que a veces son absolutamente inverosímiles, incluso cuanto
más inverosímiles y raras muchísimo mejor, porque nuestra memoria las recuerda
mejor y cómo la asociamos a diferentes conceptos. Son muy útiles cuando tengo
que estudiar cifras o tengo que estudiar muchos números. Un ejemplo muy
sencillo: tengo que aprenderme una fecha que es el 1726: 17 personas estuvieron
juntas el día 2 del mes de junio. No todo el mundo las usa, porque requiere
cierta practicidad y si no son para ti pues no pasa nada.
5.- Otros
consejos
Para finalizar,
sí me gustaría contaros lo que para mí son las claves del éxito.
- Lo más importante es la autoestima, pensar que somos capaces y sentir que somos capaces. A pesar de todo lo complicado que pueda ser el texto.
- Descansar, por supuesto, antes de los exámenes.
- El repasar quince días antes de los exámenes, pero dejar el último día, si puede ser, de descanso.
- Secuenciar muy bien el tiempo de estudio. Para eso, a mí me resulta muy de utilidad el hacer una planificación al principio de curso de cómo voy a estructurar esas horas de estudio y, además, por diferentes asignaturas.
- Además, si hay asignaturas que tienen ciertas sinergias, cierta conexión entre ellas, es muy importante utilizar esas sinergias e intentar estudiarlas juntas. Por ejemplo, voy a aprovechar esta tarde para estudiar filosofía e historia del arte, porque comparten determinados contenidos que puede utilizar ese tiempo para sacarle el máximo partido a las dos asignaturas.
Es un año
complicado el que estamos viviendo, pero de verdad que se puede y muchísimo
ánimo.
FUENTE:
viernes, 25 de septiembre de 2020
TRASTORNO NEGATIVISTA DESAFIANTE: EN QUÉ CONSISTE, CÓMO IDENTIFICARLO Y QUÉ HACER
El trastorno negativista desafiante (TND) se atribuye a
niños irritables, retadores y vengativos. Es más frecuente en varones y
comienza antes de los 18 años, especialmente en la etapa preescolar. Aunque en
las niñas suele producirse antes. Ocasiona un deterioro grave del
comportamiento que se evidencia tanto en la familia como en la escuela.
Requiere una intervención profesional, pero seguir unas pautas de inteligencia emocional en la educación de nuestros hijos es siempre de gran ayuda.
Hay que tener claro que se trata de un síndrome que impide
un correcto desarrollo de las emociones y la necesaria adaptación a la
sociedad. Por eso, si dejamos que avance sin proporcionar tratamiento
psicológico, el curso habitual es que el menor acabe incurriendo en la
transgresión de normas. El resultado final puede desembocar en el desarrollo de
una personalidad antisocial en la vida adulta. Como consecuencia, es
fundamental una atención temprana. Y comprender que la etapa preescolar es el
momento clave para diagnosticar y tratar el TND.
Claves para identificarlo
Para averiguar si nuestro hijo puede estar desarrollando este síndrome, debemos prestar atención a varios aspectos:
1.- Diferenciarlo del enfado
Antes de nada, conviene tener claros algunos conceptos básicos, como el del enfado. En realidad, es una emoción sana que nos permite proteger nuestros límites cuando nos sentimos vulnerados. Los niños comienzan a expresarlo sobre todo a la edad de 3 años. Pasan por una etapa en la que suelen decir que no a todo. Se trata de una forma de afirmarse, pues están aprendiendo a poner límites.
Y está bien que lo hagan, porque estas reacciones, que permiten expresar lo que aceptan y lo que no, les prevendrán de ser violentados y de sufrir abusos. Esta etapa hay que entenderla como un período de práctica. Esto les permite marcar los límites entre lo que toleran y lo que no. Posteriormente se irá expresando de un modo más evolucionado; a medida que crezcan desarrollarán estrategias más maduras.
La conclusión es que los comportamientos anteriores son normales y necesarios para el desarrollo del niño. Y se diferencian muy bien del trastorno negativista desafiante
2.- Actitudes ocasionales o habituales
Las reacciones de enfado serán un problema cuando se produzcan de manera permanente y generalizada hacia cualquier figura de autoridad, como padres y profesores. Aquí el mal humor y la irascibilidad son constantes. Nos referimos a menores que se muestran hostiles, desobedientes y retadores hacia la autoridad de manera sistemática. Y esa tendencia se prolonga por un periodo de tiempo largo, de al menos un año. Por ello, se deben observar en casa con qué frecuencia suceden estas reacciones.
3.- En una única dirección o en muchas
Asimismo, si van dirigidas a una persona en concreto o a varias: padres, profesores… Por ello habrá que informarse de cuál es su situación en el aula. Si en el centro educativo es distinta y en clase está bien adaptado, nos indicará que se trata de un problema que únicamente se manifiesta en el ámbito familiar.
4.- Otras situaciones que pueden confundirnos
Problemas de fondo
Es importante saber si el menor está sufriendo algún problema fuera o dentro de casa. No hablaríamos de este síndrome si se trata de un negativismo ocasional que responde a problemas dentro o fuera del hogar, y que se produce de un modo menos general. Por ejemplo, si el niño dirige su hostilidad hacia un progenitor pero no hacia el otro. En ese caso habría que analizar la situación familiar, pues puede haber aprendido a desautorizar a uno de ellos, posiblemente imitando conductas que ha visto en casa.
El medio para obtener lo que quieren
En general, podemos decir que, si no se comporta de manera hostil con todas las figuras de autoridad, entonces esta actitud está cumpliendo otra función. Estas situaciones puntuales se pueden deber a una estrategia para conseguir lo que quieren ante padres que ceden a sus peticiones. Y es que los niños comprenden rápidamente que la hostilidad les funciona cuando quieren salirse con la suya.
Posibles conflictos con algún hermano
En el caso de que estos comportamientos se observen hacia algún hermano, hay que valorar si únicamente suceden en esa relación o también se dan con otras personas cercanas. Esto nos permitirá diferenciar un problema concreto del trastorno negativista desafiante.
Etapas de estado de ánimo bajo
Otra variable que debemos tener en cuenta es que los niños pueden pasar por momentos de desánimo, y algunos expresarán la tristeza mediante la irritabilidad. Pero esto no debe confundirse con el síndrome del que hablamos.
Reacción en la adolescencia
A veces responde a una forma útil de reafirmación en esta época de su vida. La desarrollan frente a padres controladores que invaden su espacio. Los hijos tratarán entonces de poner límites al acercamiento excesivo mediante la hostilidad. Además, en la pubertad es más frecuente que los adolescentes no manejen adecuadamente sus emociones e impulsos. Podemos encontrarnos a menudo con una hostilidad que no se ha reconducido. O a buscar esa reafirmación y separación de la familia mediante el enfado.
5.- Grandes diferencias con el trastorno de déficit de atención e hiperactividad
A veces este trastorno también puede solaparse y/o identificarse equivocadamente con el de déficit de atención e hiperactividad (TDAH). En ambos son casos se produce un rechazo manifiesto a cumplir con algunas obligaciones, como hacer los deberes o colaborar en las tareas de la casa.
Pero una de las diferencias básicas estriba en que en el TND hay una intención de resistirse a las exigencias externas mientras que en el TDAH no existe ese deseo deliberado. Simplemente no cumplen porque no pueden regularse o centrarse y se olvidan. Por esta razón, aunque en los menores con TDAH puedan darse comportamientos aparentemente desafiantes, la intencionalidad los diferencia. El niño hiperactivo no puede obedecer con facilidad, el desafiante no quiere obedecer.
No obstante, es común encontrar menores con ambos diagnósticos. En ellos se solapan estas reacciones desafiantes, que les permiten obtener ciertas cosas que desean. Al conseguirlas, tales conductas son fortalecidas por el entorno. El resultado es que entran en proceso disfuncional en el que esa actitud les permite sostenerse.
En conclusión, todas estas situaciones son ejemplos que no implican necesariamente el desarrollo de este síndrome. No obstante, algunas dinámicas familiares pueden originarlo y prolongarlo.
Características del trastorno negativista desafiante
1.- Hostilidad hacia cualquier figura de autoridad.
El niño la percibe como una amenaza permanente y le guarda rencor y deseos de venganza.
2.- No hay temor a las consecuencias.
Este comportamiento se produce de una manera rígida y los menores no son capaces de cambiarlo a pesar de saber que tendrá una repercusión negativa para él. Esta cuestión es vital para entender y manejar este problema. Porque es normal que los menores cometan pequeñas infracciones durante su desarrollo moral. Es parte de una necesidad de experimentar y aprender lo que está bien y lo que no. Pero en los que padecen TND no funciona como una enseñanza.
Un ejemplo ilustrativo
Pongamos que un niño pisa a una mascota. Cuando el animal se
queja por ello, él percibe ese dolor. Es entonces cuando aprende que eso no
está bien, lo que ayudará a que no lo repita en el futuro y trate de evitarlo.
Sin embargo, cuando hay un TND, las consecuencias de su conducta no sirven para
frenarles. Esto tiene graves derivaciones para el desarrollo de su empatía y la
adaptación a la sociedad. Además, dificulta su educación y la corrección de su
proceder mediante modos habituales de educar, basados en el castigo o la
retirada de la atención.
Cómo se manifiesta la hostilidad
Se puede observar por los siguientes comportamientos
negativistas desafiantes que se producen de manera frecuente, tanto en casa
como en la escuela:
- Se encoleriza e incurre en pataletas.
- Discute con los adultos o los desafía activamente, rechazando cumplir sus demandas y normas.
- Molesta deliberadamente a otras personas.
- No se hace responsable de sus errores, culpando a otros de su mal proceder.
- Es susceptible y se siente fácilmente molestado por los demás.
- Se muestra colérico, resentido e iracundo.
- Es rencoroso y vengativo.
Evolución del TND si no se trata
1.- Conductas disociales
El curso habitual de este trastorno, si no recibe
tratamiento, es que el niño desarrolla una personalidad disocial, desajustada a
su entorno. En la vida adulta evolucionaría hacia una claramente antisocial. La
problemática disocial es distinta del TND, fundamentalmente porque la
hostilidad no supone violar los derechos de los demás, como sí sucede con un
trastorno disocial.
Un ejemplo puede ilustrar la diferencia entre el
comportamiento de un niño negativista y el de un niño disocial. Supongamos que
se les pilla mintiendo. Pues bien, el primero reconocerá que ha mentido, pero
lo expresará con hostilidad y rencor, retando a la figura de autoridad. En
cambio, el segundo habitualmente no lo reconoce y busca dañar.
2.- Personalidad antisocial
Así pues, si el síndrome no es atendido, el niño puede
empezar a desarrollar conductas antisociales, destructivas y transgresoras. Su
actitud supondrá un serio desajuste social. Nos referimos a violaciones graves
de normas, algunas de ellas muy extremas. A saber:
- Agresiones físicas a personas.
- Crueldad con los animales.
- Mentiras.
- Robos.
- Fugas del hogar.
- Absentismo escolar.
- Abuso de drogas.
- Vandalismo.
- Destrucción de la propiedad.
- Abusos sexuales.
- Homicidios.
En estos casos, esa trasgresión y esa hostilidad no se deben sólo a no querer cumplir con las normas o exigencias, sino al deseo de dañar. Suelen tener problemas legales desde muy temprano. A menudo se ven abocados a terminar en centros de menores y, después, a cometer delitos en la vida adulta.
¿Qué puedo hacer si tengo un hijo con trastorno negativista
desafiante?
Para manejar este trastorno, es esencial identificarlo de
manera temprana, en la etapa preescolar. Es la mejor forma de prevenir su
agravamiento. A menudo, las prácticas de crianza y los problemas parentales
suelen mantenerlo, por lo que son áreas en las que resulta necesario
intervenir. Un profesional debe revisar dichas prácticas, así como analizar los
conflictos e historia personal que pueden estar contribuyendo al problema.
El entorno es determinante
Esto se comprende mejor si nos paramos a pensar que las
personas no somos individuos aislados. Nos desenvolvemos siempre dentro de un
contexto en el que nuestros actos cobran sentido. Éste influye especialmente en
las etapas infantiles y en la adolescencia, períodos en los que la personalidad
todavía no ha acabado de formarse.
Por eso es tan importante conocer el núcleo familiar
inmediato de los niños: saber qué tipo de pautas reciben de los padres, si
existen conflictos entre los progenitores… Se trata de un problema de ida y
vuelta. Es decir, los comportamientos desafiantes y hostiles van a aumentar los
problemas en casa. En general, podemos verlo como un circuito que se
retroalimenta.
Situaciones familiares que lo propician
1. Preguntas que pueden hacerse los padres
Son determinantes algunas cuestiones relativas al ambiente
que se vive en el hogar y al tipo de relaciones que se da entre los miembros
del núcleo familiar:
- ¿Discuten frecuentemente en casa, y de manera hostil, delante del niño?
- ¿Se desautorizan mutuamente en su presencia?
- ¿Han aplicado castigos físicos frecuentemente?
- ¿Se ha mostrado hostilidad hacia el niño?
También es fundamental analizar la clase de disciplina que
hay en casa:
- ¿Las normas son rígidas, coherentes o laxas?
- ¿Se aplican reglas contradictorias o incoherentes?
- ¿O hay ausencia de normas?
Todas estas circunstancias contribuyen crear un trastorno
negativista desafiante. Pero los padres pueden aprender nuevas herramientas
para manejar los conflictos sin recurrir a la hostilidad y el castigo.
2. Disciplina estricta y escasa atención a las emociones
Es frecuente observar niños y niñas con TND en entornos
donde hay una disciplina férrea con poco apoyo emocional y donde se expresan
sentimientos negativos hacia los hijos. Así pues, es una forma de dar respuesta
a unas normas muy rígidas y coercitivas que no permiten el desarrollo y la
gestión de sus emociones.
En general, el empleo de la hostilidad como forma de educar
a los hijos suele aumentar las reacciones agresivas en ellos, en lugar de
controlarlos como se pretende. Por ese motivo, la intervención familiar durante
la terapia se basa en rehusar la hostilidad y el castigo físico. En cambio, se
debe tratar de corregir la conducta con afecto y enseñar comportamientos
proactivos y sociales.
3. Un entorno con normas relajadas y variables
La hostilidad también puede darse como un intento de poner
normas en las familias en las que no hay criterios claros de crianza. Otros
rasgos comunes de estos ambientes son la falta de estabilidad en los horarios y
las rutinas, y unas reglas laxas y cambiantes. Tampoco disfrutan de la
regularidad que los niños necesitan. Los pequeños asumen entonces el papel de
poner las normas mediante la hostilidad.
En estos casos, la solución pasa por establecer unas rutinas
en casa que fomenten la estabilidad del menor. Que su núcleo familiar se vuelva
predecible y menos estresante le permitirá calmarse y manejar sus emociones. Es
básico que las normas de crianza sean coherentes, de lo contrario no aprenderán
qué reacciones son adecuadas y cuáles no.
Con esto lo que busca el profesional es modificar la
interacción entre padres e hijos. Y no porque responsabilice a los padres, sino
porque ellos son los que tienen que educar a sus hijos y en ocasiones necesitan
aprender herramientas adecuadas.
4. Las circunstancias problemáticos no ayudan
En ocasiones se observan casos de TND en ambientes
familiares con situaciones complicadas. Por ejemplo, cuando la madre o el padre
sufren depresión. Esto tiene consecuencias, pues el progenitor puede mostrarse
más irritable y alterado con su hijo. Al tener dificultad para manejar sus
propias emociones, suele interpretar y señalar los comportamientos negativos de
los hijos desde esa ‘lupa emocional’ negativa.
Otras situaciones propiciatorias son las que se producen
cuando existen conflictos en el matrimonio, condiciones precarias o
hacinamiento, abuso de drogas, conducta antisocial en los padres, e incluso
maltrato y abuso infantil.
Por ello, es esencial que el adulto trate antes sus propias
dificultades para manejar las emociones. Solo así podrá ser un modelo del que
su hijo aprenda. Y estará en disposición de educarle en estrategias para la
gestión emocional adecuada. En ellas el castigo nunca debe ser la única vía.
Recursos y herramientas para el cambio
En general, el castigo per se no produce aprendizaje porque
no enseña nada nuevo. Por tanto, para cambiar un comportamiento necesitamos
explicar que existen otros más saludables.
Lo que hay que entender es que todos estos problemas
dificultan que se desarrolle una relación de confianza, cariño y seguridad en
la familia. En la medida en que el niño perciba hostilidad, reaccionará
desafiando. Por eso, es imprescindible tratar los problemas para que se pueda
construir una relación de apego. En ella el menor podrá percibir que es
cuidado, atendido y entendido, a la vez que se le ponen unos límites para que
pueda desarrollarse de forma segura.
Trabajo conjunto de padres y maestros
Dado que también los profesores son una figura de referencia
para los niños, sería muy beneficioso que también ellos les enseñaran recursos.
Frecuentemente, cuando los maestros se enfrentan a alumnos con este tipo de
trastorno, responden de un modo autoritario.
Pero es algo que no conviene en estos casos, ya que
fortalece el círculo vicioso. Deben tener presente que reducir el uso de los
comentarios negativos favorece que el alumno no reaccione con hostilidad en el
aula.
En resumen, conviene que ambos, padres y profesores,
trabajen para estructurar nuevas rutinas en el menor. Estas deben ir orientadas
a favorecer sus destrezas. A hacerles ver los recursos que ya tiene y que son
más valiosos que la hostilidad y el desafío que utilizan habitualmente.
El juego se puede emplear como una herramienta clave para
establecer reglas básicas, fomentar sus habilidades sociales y enseñarle nuevas
formas de conducirse respetuosas con los demás. Así, los padres podrán captar
la atención de sus hijos eficazmente y dar órdenes de una manera clara. Por
ejemplo, enseñarles a no interrumpir y señalar sus comportamientos negativos de
forma constructiva. ¿Cómo? Mostrándoles inmediatamente después uno alternativo,
más útil y sano.
Candela Molina
Gutiérrez.
Psicóloga sanitaria
y coordinadora
Centro Psicológico
Cepsim
FUENTE
https://saposyprincesas.elmundo.es/consejos/psicologia-infantil/trastorno-negativista-desafiante/
https://pixabay.com/es/vectors/salud-mental-la-cabeza-v%C3%B3rtice-5318191/
jueves, 13 de agosto de 2020
AYUDAS PARA ALUMNADO CON NECESIDADES ESPECÍFICAS DE APOYO EDUCATIVO 2020-2021
Con fecha 9
de agosto de 2020, se ha publicado la convocatoria de ayudas para alumnos con
necesidad específica de apoyo educativo para el curso académico 2020-2021.
El alumno/a con
TDAH puede solicitarlo si además tiene reconocida una discapacidad o un trastorno
grave de conducta.
IMPORTANTE: PLAZO DE PRESENTACIÓN DEL 9 DE AGOSTO AL 30 DE SEPTIEMBRE
El Ministerio
de Educación y Formación Profesional pone en línea una web informativa
accesible y didáctica, para acompañar a los solicitantes en su tramitación y
garantizar que las becas lleguen a quienes más lo necesiten.
El Boletín Oficial del Estado publica el sábado 8 de agosto la convocatoria de becas y ayudas al estudio para el curso 2020-21 del Ministerio de Educación y Formación Profesional (MEFP) y el Ministerio de Universidades, que entró en vigor el domingo 09 de agosto.
https://www.becaseducacion.gob.es/portada.html
El portal (https://www.becaseducacion.gob.es) recoge los tres tipos de becas y ayudas a los que pueden optar los alumnos, cuyo plazo se abrió el domingo 09 de agosto. Cada tipo dispone de un apartado informativo: las becas de FP, Bachillerato y otros estudios no universitarios; las becas universitarias y las ayudas para alumnado con necesidades específicas de apoyo educativa, incluido el alumnado con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Para cada una de estas becas y ayudas, detalla los requisitos, los plazos, las cuantías y cómo realizar la solicitud. Resuelve también otras dudas, por ejemplo cómo hacer una reclamación.
Qué personas
pueden solicitar esta ayuda
Las ayudas
2020-2021 están dirigidas a personas que presentan una necesidad específica de
recibir apoyo educativo derivado de alguna de las siguientes situaciones:
- Discapacidad
- Trastorno grave de conducta
- Trastorno del espectro autista
- Altas capacidades
Imagen: https://pixabay.com/es/photos/ni%C3%B1o-jugar-estudio-color-aprender-865116/
sábado, 18 de julio de 2020
ESTE ES EL PROCESO QUE LLEVA A CABO EL CEREBRO PARA QUE NOS CONCENTREMOS
- Haz una planificación de las tareas que debes realizar el día antes, se realista a la hora de fijar los objetivos, prográmalos con tiempo suficiente, y fragmenta las tareas más complicadas en pequeñas metas más fáciles de lograr y a primera hora del día, con ello tendrás más fuerza para realizarlas y su finalización será un refuerzo para emprender nuevas tareas con ganas, prémiate cada vez que lo consigas.
- Deja un tiempo para los imprevistos que sea suficiente para reaccionar y evitar así el estrés y que tu planificación no se venga abajo al menor contratiempo.
- Mantener la mesa lo más despejada y limpia posible, sin objetos distractores al alcance de la vista.
- Deja el móvil silenciado, y desconecta todas las aplicaciones de redes sociales para evitar las distracciones.
- Nunca comiences el día leyendo el correo electrónico, así evitaremos salirnos de la planificación de nuestras tareas principales. Fija dos momentos a lo largo de la mañana y dos por la tarde en los que revisar y contestar el correo electrónico. No dejes que los correos por leer invadan el espacio de 25 minutos reservado para trabajar.
- El nivel de ruido ambiental es otro factor a controlar.
- La temperatura no debe ser ni muy calurosa ni muy fría.
- Mantenerse hidratado, bebiendo preferiblemente agua.
- Evitar la sensación de hambre, pero sin realizar comidas copiosas que aumenten la somnolencia.