TDAH = Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

viernes, 27 de mayo de 2011

Las tasas de autismo y TDAH de EE. UU. siguen en aumento, según un informe

Según el estudio realizado, uno de cada seis niños sufre una discapacidad del desarrollo, quizás debido a un mejor diagnóstico
Por Jenifer Goodwin. Reportera de Healthday
LUNES, 23 de mayo (HealthDay News / HolaDoctor) -- Uno de cada seis niños estadounidenses sufre una discapacidad del desarrollo como el autismo, un trastorno del aprendizaje o un trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), según una investigación reciente de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE. UU.
Parece que esa cifra va en aumento. De 1997 a 1999, alrededor del 12.8 por ciento de los niños eran diagnosticados con una discapacidad del desarrollo. Esa cifra aumentó a  un 15% en 2006 a 2008, o sea 1.8 millones de niños de EE. UU. adicionales.
Gran parte del aumento en los casos parece deberse a las crecientes tasas de autismo y TDAH, señalan los expertos.
"El mensaje más importante es la creciente concienciación de la importancia de esto como problema de salud y así lo tenemos que abordar", afirmó la autora líder del estudio Coleen Boyle, directora del Centro Nacional de Defectos del Nacimiento y Discapacidades del Desarrollo de EE. UU. "Los niños son nuestro futuro, y muchos de estos niños pueden crecer para convertirse en ciudadanos muy productivos, así que tenemos que invertir en programas que ayuden a facilitar su desarrollo".
Los investigadores tomaron los datos de las Encuestas Nacionales de Entrevistas de Salud de 1997 a 2008, una encuesta anual y nacionalmente representativa de los hogares del país. Las encuestas preguntaban a los padres de hijos entre los tres y los 17 años de edad si éstos habían sido diagnosticados con TDAH, discapacidad intelectual, parálisis cerebral, autismo, convulsiones, tartamudeo, pérdida auditiva entre moderada y grave, ceguera, trastornos del aprendizaje y/u otros retrasos en el desarrollo.
Casi diez millones de niños estadounidenses habían sido diagnosticados con una de estas afecciones en 2006 a 2008, según los informes de los padres.
Boyle señaló que gran parte del aumento se debe al aumento de diagnósticos de TDAH y autismo. Alrededor de 7.6 por ciento de los niños fueron diagnosticados con TDAH en 2006 a 2008, frente a 5.7 por ciento en 1997 a 1999. Cerca de 0.74 por ciento de los niños habían recibido un diagnóstico de autismo en 2006 a 2008, frente a 0.19 por ciento en 1997 a 1999.
El número de niños clasificados bajo "otros trastornos del desarrollo", una categoría general, también amentó de 3.4 a 4.24 por ciento.
El estudio aparece en la edición en línea del 23 de mayo y en la edición impresa de junio de la revista Pediatrics.
Entonces, ¿aumenta el número de niños con discapacidades del desarrollo, o mejora la detección de casos por parte de padres y médicos? Según la Dra. Nancy Murphy, presidenta del Consejo sobre Niños con Discapacidades de la Academia Estadounidense de Pediatría, los aumentos en estas afecciones pueden significar una mayor concienciación de parte de padres, maestros y profesionales de la atención de salud para identificar a los niños con discapacidades y brindarles ayuda.
Esto podría significar que los niños que tal vez podrían haber sido pasados por alto como "lentos" o desobedientes en el pasado, podrían ahora recibir cierta ayuda adicional para desarrollar su potencial, afirmó Murphy.
"Sanitarios, educadores y padres, actualmente, están atentos a los problemas de los niños, y esa atención los trae a sistemas que pueden generar diagnósticos", explicó Murphy. "Hay una mayor disposición a admitir que a un niño está teniendo dificultades, no porque sea un mal niño, sino quizás porque necesita un método de aprendizaje, desarrollo o conducta distinto al que recibe".
Una pregunta sin respuesta es si esa mayor concienciación y esfuerzos por diagnosticar a los niños es la única explicación, o si realmente hay un mayor porcentaje de niños que nacen con o desarrollan discapacidades como el autismo y el TDAH a principios de la vida.
La investigación ha sugerido que la edad avanzada de los padres, la tecnología de reproducción asistida y un mayor número de nacimientos prematuros podrían ser factores en algunas discapacidades del desarrollo, apuntó Boyle. Sin embargo, esas áreas necesitan mucha más investigación, añadió.
Las mejoras en la tecnología médica también contribuyen a que los niños nacidos con discapacidades del desarrollo muy graves, como los trastornos neuromusculares o cromosómicos, sobrevivan actualmente a afecciones que, en el pasado, les hubieran quitado la vida. Esto también podría explicar parte del aumento en las cifras, planteó Murphy.
En otros hallazgos, se encontró que los niños eran más propensos que las niñas a tener trastornos generalizados del desarrollo.
Y aunque las tasas de autismo y TDAH habrían aumentado, otras afecciones del desarrollo se mantuvieron básicamente igual, entre ellas la ceguera y la discapacidad intelectual, mientras que la pérdida auditiva de moderada a grave mostró un descenso significativo.
Artículo del HealthDay, traducido por Hola Doctor
(Fuentes: Coleen Boyle, Ph.D., director, National Center on Birth Defects and Developmental Disabilities; Nancy Murphy, M.D., associate professor, pediatrics, University of Utah, and chair, American Academy of Pediatrics Council on Children with Disabilities; May 23, 2011, Pediatrics)
FUENTE:

martes, 24 de mayo de 2011

Apuntes para padres y profesores de niños con TDAH

  • Reconocer que existe un problema y la necesidad de un tratamiento especial, que incluye que los padres y profesores aprendan cómo tratar al niño.
  • Dedicar un tiempo específico al niño a diario, en casa, relajadamente, sin interferencias, alternando padre y madre, jugando a lo que él quiera (siempre que sea razonable). Durante este tiempo se evita toda disputa y no se le reprende ni se le recuerdan conductas previas inadecuadas, ni se le da una “moralina” (“si siempre te portaras como ahora...”). Se trata de que el niño perciba que se le quiere (y los padres también).
  • Poner normas y límites claros (sin discordancias entre ambos padres).
  • Dar las instrucciones por separado, no muchas a la vez. Asegurarse de que el niño nos atiende y comprende lo que le pedimos.
  • Tener una agenda para anotar los deberes escolares del día o cosas importantes.
  • Procurar tener actividades y horarios rutinarios. No cambiar de rutinas con frecuencia.
  • Evitar en lo posible actividades que son motivo frecuente de problemas (televisión, compras en supermercados). Incrementar aquellas en las que el niño se encuentre feliz.
  • No hacer caso a las conductas inadecuadas pero poco importantes. Una conducta inadecuada importante debe reprenderse sin violencia: lo que ha hecho nos disgusta, nos hace sentir mal a los padres, no está bien (pero nunca es malo el niño, sino lo que hizo).
  • Si se considera necesario un castigo, debe ser proporcionado e inmediato (por ejemplo que reflexione durante un tiempo de exclusión de la actividad, o tiempo-fuera).
  • Una tarea mal hecha puede repetirse con argumentos tipo “puedes hacerlo mejor”, o “vamos a repetirlo, yo te ayudo”, pero nunca “está fatal”, o “eres un inútil”.
  • Negociar pequeñas metas (se pueden usar puntualmente, para conseguir metas concretas, sistemas de puntos positivos o negativos, que el niño puede apuntar en la agenda, con pequeños premios que nunca serán compras o dinero).
  • Demostrar que se aprecian las conductas adecuadas y los logros, por pequeños que sean.
FUENTE:

viernes, 20 de mayo de 2011

LAS 27 PREGUNTAS SOBRE EL TDAH

¿Qué es el TDAH?
Las siglas TDA o TDAH corresponden al Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Se trata del trastorno más importante dentro de la psiquiatría y/o psicopatología infantil.
Los síntomas más habituales producidos por este trastorno son:
Inatención: Dificultad para mantener la atención, sobre todo en situaciones de baja estimulación.
Hiperactividad: Falta de inhibición o control cognitivo sobre los impulsos asociado con inquietud motora.
Impulsividad: Falta de inhibición o control cognitivo sobre los impulsos.
¿Cómo comportarse ante un niño con TDAH?
Una vez diagnosticado el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad por un profesional médico especializado (pediatra, neurólogo, psiquiatra, psicólogo especialista infantil, etc.,), la mayor preocupación de padres y docentes debe ser responder a las Necesidades Educativas Especiales del niño. La sensibilización, la información e intervención aseguran el correcto tratamiento del trastorno.
Es especialmente importante para el niño con TDAH que se adapten espacios, itinerarios, actividades, horarios y profesorado especializado a sus necesidades específicas. Desde la ignorancia o el sentimiento de desorientación es difícil ayudar al niño.
¿Qué es TDAH?
El Trastorno por Déficit de Atención/Hiperactividad (TDAH) es una afección neurobiológica que se caracteriza por un nivel inapropiado de inatención (concentración, distractibilidad), hiperactividad e impulsividad que es incoherente con el nivel de desarrollo del individuo y que se produce en varios entornos de la vida del niño: en la escuela, en casa y en contextos sociales.
¿Qué no es TDAH?
TDAH no es un retraso mental ni falta de inteligencia. Esta idea falsa ha surgido porque las dificultades atencionales pueden incidir negativamente en el rendimiento académico. El TDAH puede darse en personas de cualquier nivel de inteligencia.
TDAH no es:
No es pereza ni falta de motivación.
No es mala conducta intencionada.
No es ausencia total de capacidad para fijar y mantener la atención.
¿El TDAH es un trastorno inventado?
No. El TDAH fue descrito por primera vez en una publicación científica en el año 1902, no mucho después que trastornos como la Esquizofrenia o el Trastorno Bipolar. Existen además, en la literatura no científica, descripciones de niños que se corresponden con lo que hoy denominamos TDAH desde mucho antes.
El TDAH es un trastorno médico y está oficialmente reconocido por Instituciones (OMS, APA, AACAP, NICE) y expertos médicos.
¿Cuántos niños sufren TDAH en España?
El TDAH es el trastorno neurobiológico más común en niños. Se estima que entre el 3 y 7% de la población infanto-juvenil la sufre, lo que equivale a uno o dos niños por aula.
¿Quiénes son más propensos a padecer TDAH, los niños o las niñas?
En la población pediátrica, se identifica el TDAH más en varones que en mujeres. La mayoría de los expertos creen que se comunica una incidencia mucho menor de TDAH en niñas y mujeres adolescentes porque las niñas tienden a sufrir el subtipo con predominio de inatención y es el subtipo hiperactivo (y la perturbación asociada) el que llama la atención de los adultos y precipita la derivación del paciente para ser valuado. Por tanto, la relación de varones a niñas con un diagnóstico de TDAH es de más o menos 4:1 en la población general, (aunque, en realidad, la prevalencia se iguala).
¿El TDAH se manifiesta de la misma manera en todas las personas?
No, el TDAH es un trastorno complejo, cuyos síntomas están presentes en muy distinto grado en cada persona. Además, las consecuencias que estos síntomas pueden producir en un individuo son influidos por aspectos ambientales y personales.
¿Se hereda el TDAH?
El TDAH tiene un componente genético importante, que determina hasta el 75% del trastorno. Para hacerse una idea, la heredabilidad de la depresión es del 39%, la del cáncer de mama, del 27%, la de la altura, del 93%. Sin embargo, los factores biológicos no genéticos y ambientales juegan también un papel importante en su desarrollo y, sobre todo, en la forma de manifestarse. Aunque su presencia en algún miembro de la familia es un factor de riesgo para los descendientes, no todos los niños con TDAH tienen antecedentes familiares.
¿Cómo evoluciona el TDAH?
Se estima que más del 80% de los niños que presentan el trastorno continuarán padeciéndolo en la adolescencia y, entre el 30-65% lo presentarán también en la edad adulta. Sin embargo, las manifestaciones del trastorno irán variando notablemente a lo largo de la vida. Sólo un buen tratamiento podrá mejorar el comportamiento hiperactivo.
¿El niño con TDAH actúa con mala intención?
No, dado que, en gran parte, sus comportamientos dependen de los síntomas del trastorno y de su dificultad para retener lo aprendido y aplicar los aprendizajes (incluidos los de normas de conducta). Es evidente, entonces, que sus conductas negativas no son intencionadas.
¿Es bueno castigar a los niños con TDAH?
No, de hecho, se ha demostrado que el castigo sistemático es absolutamente ineficaz y perjudicial en la educación de los niños con TDAH. Estos niños tienen dificultades para retener y aplicar lo aprendido; esto no sólo ocurre en el ámbito académico, sino en general. Al niño con TDAH le cuesta entender lo que se puede o no se puede hacer; por ello, los castigos parecen ineficaces. En la mayor parte de los casos, les supone una forma de represión injusta que les incapacita para aprender las normas de comportamiento.
Por otra parte, su propia inquietud es muchas veces confundida con una mala conducta, lo que lleva a castigarle en exceso sin motivos reales, creando un acostumbramiento al castigo. Además, los comportamientos positivos muchas veces pasan desapercibidos, dando al niño la sensación de que sólo se le presta atención cuando se porta mal (de ahí que su comportamiento negativo pueda percibirse como 'una llamada de atención').
¿El TDAH es un trastorno incapacitante?
El TDAH supone dificultades en muchas facetas del desarrollo normal del niño. En el niño con TDAH existen alteraciones que producirán un rendimiento académico pobre, asociado a una baja autoestima, alteraciones emocionales y problemas en la integración social.
Si bien estos síntomas no suelen incapacitar a los niños con TDAH a alcanzar ciertas metas profesionales, éstos suponen verdaderas limitaciones con el paso del tiempo: en el rendimiento escolar, en las relaciones interpersonales, en el desarrollo de la personalidad.
¿Es culpa de los padres el TDAH de su hijo?
No, los padres no tienen la culpa. No acepte nunca que nadie le culpe de la enfermedad de su hijo, como tampoco se debe culpar si su hijo tiene diabetes o epilepsia. El TDAH no se produce por desacuerdos entre los padres, ni siquiera por separación o divorcio, ni por el nacimiento de un hermano menor, ni porque la madre o el padre se ponga a trabajar, o porque trabajen mucho y pase poco tiempo en casa, ni por tener niñera, ni porque le cambien de colegio, ni porque le cuiden sus abuelos. No se culpe por la enfermedad de su hijo y no deje que nadie lo haga.
¿Qué significa comorbilidad?
La presencia de enfermedades coexistentes o adicionales en relación con el diagnóstico inicial.
¿El TDAH suele coexistir con afecciones comórbidas?
Sí. Las comorbilidades más comunes en niños y adolescentes con TDAH incluyen:
Trastorno Negativista Desafiante (TND) (40%)
Trastorno de conducta (TC) (14%)
Trastornos de ansiedad/estado de ánimo (34%)
Tics (11%)
¿Son todos los niños con TDAH rebeldes, oposicionistas y desafiantes?
Estas conductas son muy frecuentes en los niños con TDAH (son desobedientes, contestan a los adultos, parecen no escuchar cuando se les manda hacer algo, discuten o interrumpen con frecuencia). Esto se debe a que estos niños tienen dificultades para percibir su propia realidad y la de su entorno, lo que provoca que se sientan incomprendidos y 'reprimidos' ante cualquier intento de corrección.
Sin embargo, las conductas oposicionistas y desafiantes no siempre están presentes. Un niño sin TDAH también puede presentar este tipo de conductas (aunque con mucha menos frecuencia).
¿Por qué el niño con TDAH tiene dificultades de aprendizaje?
Los niños con TDAH experimentan muchas dificultades para concentrarse y prestar atención; se aburren fácilmente y no terminan sus actividades correctamente. Esto hace que su rendimiento en clase sea menor de lo esperado con respecto a su capacidad intelectual.
¿El TDAH se cura con el tiempo?
El niño con TDAH no puede dejar de serlo, dado que no se puede hacer que desaparezcan las causas de su trastorno (una alteración evolutiva que afecta a la maduración de algunas de sus funciones mentales y a su desarrollo). Sin embargo, es posible mitigar o eliminar las consecuencias negativas o síntomas que produce este trastorno.
Un buen tratamiento, aplicado desde muy temprana edad, puede evitar los déficits en las capacidades afectadas por el trastorno y en el proceso de aprendizaje, que interfieren en la maduración del niño. En la mayor parte de los casos "dependiendo del tiempo de evolución del trastorno sin tratamiento", se pueden evitar las limitaciones en el rendimiento escolar, en la percepción de sí mismo y del entorno, el desarrollo de la competencia social, etc.
¿Qué cosas pueden mejorar o empeorar un TDAH?
Existen varios factores que ayudan a una buena evolución del trastorno:
Un diagnóstico precoz
Una educación coherente por parte de los padres
La transmisión de valores positivos y estabilidad familiar
El conocimiento por parte de los profesores y adaptación de las actividades educativas
La colaboración entre los padres y la escuela.
Por el contrario, los siguientes factores pueden empeorar el pronóstico de TDAH:
Un diagnóstico retardado
Fracaso escolar
Una educación demasiado permisiva o demasiado severa
Desavenencias y hostilidad entre los padres
Problemas de salud en el niño
Precedentes familiares de alcoholismo, conductas antisociales u otros trastornos mentales.
¿Qué puede suceder con un adolescente cuyo TDAH no haya sido tratado en la infancia?
El adolescente con TDAH que no reciba tratamiento durante la infancia tendrá unos síntomas más marcados y podría mostrar otras alteraciones asociadas, como:
Empezar múltiples proyectos de forma simultánea, pero rara vez los terminan
Tener dificultades para organizarse
Posponer proyectos que requieren que se preste mucha atención a los detalles
Tener problemas para recordar citas u obligaciones
Tener problemas para mantenerse sentados durante reuniones u otras actividades
Estar inquietos o moverse constantemente
Extraviar sus cosas con frecuencia
Una mayor dificultad para comenzar o llevar a cabo un tratamiento.
Por todo ello, una detección precoz es fundamental ya que esto posibilitará que los síntomas puedan paliarse o disminuir con el tiempo, permitiendo que el niño desarrolle plenamente todas sus potencialidades; Por eso, es muy importante entablar una buena relación entre el niño y el médico.
¿Qué puede hacer el colegio con los niños con TDAH?
Conocer el problema para poder comprender e intervenir adecuadamente. Esto implica asesorar a los padres en la derivación del niño a un especialista adecuado y comprender las necesidades específicas del niño.
La colaboración entre colegio y familia es fundamental para un tratamiento efectivo. En muchos casos, el niño necesitará una valoración pedagógica que determine sus necesidades académicas, así como un plan de intervención escolar personalizado. Por otra parte, el profesorado debe informar a los padres a lo largo de todo el curso escolar, intercambiando información y experiencias, fomentando la colaboración entre la escuela y la familia.
¿Qué pueden hacer los padres y familiares por su hijo con TDAH?
Cuanto más sepan, lean y pregunten sobre el TDAH, mejor podrán los padres y familiares ayudar al niño. Deben buscar un médico para que evalúe y trate al niño, un médico que sea experto en niños con TDAH y que tenga tiempo y paciencia para seguir al niño a lo largo de la enfermedad .Un médico que esté disponible. Además, los padres pueden:
Definir reglas claras de consecuencias y premios para ciertos comportamientos, ayudar al niño a terminar una tarea o encargo dividiéndolo en pasos menores, aumentar la estructura y el orden en casa; establecer rutinas estables y predecibles para estructurar el tiempo, eliminar ruidos y distracciones, modificar la conducta del niño, motivarles y establecer medidas adecuadas de disciplina para que el niño entienda las consecuencias de saltarse las normas.
¿Qué puede hacer el niño para mejorar su TDAH?
Los niños con TDAH tienen problemas para concentrarse y atender y para controlar su comportamiento, porque su cuerpo quiere moverse mucho. Existen algunas medidas generales que ayudarían al niño en sus actividades de la vida diaria, tales como:
Mejorar su concentración, dejar la ropa del colegio y la cartera preparada la noche anterior, para no hacerlo con prisas por la mañana. Es bueno dormir lo suficiente para concentrarse mejor al día siguiente. Debe tomar un buen desayuno y en el caso de que el médico haya iniciado algún medicamento, tomar su medicación por la mañana para poderse concentrar y tener energía. Puede hacer una lista de estas cosas para acordarse.
¿Qué es el efecto rebote?
Se produce cuando el efecto del medicamento es sólo de unas pocas horas, a veces deja de hacer efecto al final del día y el niño vuelve a tener los síntomas por la tarde o por la noche, notándose un claro empeoramiento. No es que el niño esté peor, sino que, de repente, deja de  estar bien, y la diferencia se nota mucho.
¿Un adulto puede padecer TDAH?
Se estima que más del 80% de los niños que presentan el trastorno continuarán padeciéndolo en la adolescencia, y entre el 30-65% lo presentarán también en la edad adulta. Sin embargo, las manifestaciones del trastorno irán variando notablemente a lo largo de la vida.
Muchos de los adultos con TDAH han compensado sus deficiencias y han aprendido a controlar las consecuencias negativas, para que no constituyan un impedimento importante en el desarrollo de buena parte de su actividad. Sin embargo, otros no han desarrollado adecuadamente algunas de las facetas básicas de la persona, sufriendo trastornos de la personalidad, alteraciones emocionales graves, problemas afectivos o laborales, mayores tasas de accidentes de tráfico, dificultades en las relaciones sociales...
¿Cuál es la prevalencia de TDAH en adultos?
Las estimaciones actuales sitúan la prevalencia entorno a un 4%. Algunos de los síntomas y alteraciones asociadas con el TDAH se mantienen a lo largo de la vida del paciente.
FUENTE:

lunes, 16 de mayo de 2011

DIEZ VENTAJAS DE TENER TDAH

La hiperactividad es vista como un problema que condiciona de forma negativa la vida de la persona que presenta este trastorno.
Sin embargo, muchos de los rasgos típicos del TDAH han sido compartidos por algunas de las mentes más brillantes a lo largo de la historia. ¿Tiene alguna ventaja ser hiperactivo?
Existe la creencia generalizada de que las personas con Trastorno por Déficit de Atención con hiperactividad o TDAH padecen una enfermedad terrible.
A pesar de que el cerebro de la persona con TDAH presenta algunas alteraciones que dificultan su óptimo funcionamiento en determinadas áreas, el hecho de que esté sobre-estimulado, también aporta algunas ventajas.
A continuación, se presentan algunos de los beneficios que normalmente acompañan al hecho de ser hiperactivo, que la mayoría no conocen y muchos TDAH que no aceptan su condición, no valoran.
Las personas con TDAH  suelen tener mucha facilidad para relacionarse con personas desconocidas, para identificarse con los otros y aceptar puntos de vista diversos.
Es cierto que los niños y adolescentes hiperactivos suelen agobiar a sus amigos tratando de acapararlos, pero esto no es sino una muestra de la nobleza de éstos.
Simplemente, participando en algún programa de habilidades sociales diseñado por un experto en TDAH, como un psicopedagogo, cualquier hiperactivo puede aprender a sacar partido de la empatía que posee de forma innata para mejorar sus relaciones sociales.
Ingenio
Se puede afirmar sin ningún riesgo de error, que el ingenio y el TDAH van de la mano. De hecho, existe una lista interminable de pintores, diseñadores, escultores, cineastas, escritores, músicos y cómicos que son hiperactivos.
Esto es porque para ser creativo hay que ser capaz de  afrontar la realidad de forma “desordenada”, algo que resulta muy fácil para una persona que siempre va “contra el sistema” y que piensa de forma divergente por naturaleza.
De esta forma, lo que supone motivo de preocupación para padres y profesores cuando uno acude a la escuela, puede ser aplicado de forma ventajosa a la resolución de problemas en la vida adulta.
Entusiasmo
Cuando una persona con TDAH afronta una tarea que le gusta lo hace siempre con una absoluta pasión y entrega. Esto hace, de las personas hiperactivas líderes natos que son capaces de insuflar su energía a los otros.
Es cierto que mantener esta energía es lo que les cuesta y normalmente no les dura lo suficiente para terminar lo que empiezan.  Sin embargo, si forman parte de un equipo con capacidades y estilos de trabajo diferentes, los hiperactivos pueden convertirse en el motor del grupo.
Capacidad de resolución de problemas
Como se señaló anteriormente, las personas con TDAH poseen habilidades especiales para descifrar enigmas y resolver problemas. Se supone que algunos inventores importantes, como Thomas Edison, han tenido TDAH.
Esto tiene mucho que ver con la forma creativa de afrontar cualquier dilema, pero también, con la pasión, casi obsesiva, con la que las personas hiperactivas abordan cualquier reto que decidan afrontar.
Hiperfoco
El hiperfoco es un fenómeno que experimentan muchos TDAH, que se caracteriza porque la persona es capaz de abstraerse absolutamente en la realización de una tarea o prestar toda su atención de forma selectiva a un detalle en particular.
Esta habilidad, hace que, cuando la persona hiperactiva se concentra en algo que le apasiona, es capaz de realizar cualquier cosa que se proponga de forma perfeccionista y detallista, consiguiendo logros excepcionales.  
Sentido del Humor
A casi todos los TDAH les gusta reír y muchos de ellos tienen la capacidad de hacer reír a los demás también. Si no, que le pregunten a cualquier profesor de Primaria o Secundaria quien es el “gracioso de la clase”.
Y la mayoría de las veces el docente señalará al alumno o alumna hiperactivo.  Una vez, más, esta característica puede ser aprovechada por la persona TDAH como, por ejemplo, el famoso actor Robin Williams ha hecho.
Espíritu de lucha.
Desde pequeños, los niños hiperactivos parece que lo tiene todo en contra. Muchos profesores los suelen etiquetar de maleducados o revolucionarios, los padres no siempre pueden afrontar sus “ocurrencias” de forma positiva y los niños con TDAH suelen experimentar muchos desengaños por parte de sus iguales o compañeros de juegos.
Sin embargo, estos niños se sobreponen con bastante facilidad y no cesan en su empeño de tratar de “encajar”. Este espíritu de lucha les hace convertirse en adultos que no se dejan amedrentar por los obstáculos y que abordan los desafíos de forma proactiva.
Intuición
El TDAH tiene un sentido de la percepción rápida que les hace reaccionar de forma automática a los cambios repentinos. Esto les hace ser personas muy susceptibles, pero también les proporciona la capacidad de intuir si una persona o situación ha cambiado antes de que otras personas se den cuenta y prepararse para afrontar estos cambios de forma exitosa.

Creatividad.
El ingenio del que se habla más arriba, está relacionado con la creatividad y la velocidad para tener ideas de la persona hiperactiva. Si se necesita a alguien con ideas, lo mejor es llamar a un hiperactivo inteligente.
Quizá el noventa por ciento de las ideas extravagantes que aporte no tengan ninguna utilidad, pero puede que en el diez por ciento restante se encuentren verdaderos tesoros.
Exceso de motricidad.
Mientras que para la mayoría de la gente la rutina semanal es agotadora, las personas con TDAH llevan mejor las prisas y las carreras que exige el estilo de vida del siglo XXI. De hecho, lo peor que se le puede pedir a un hiperactivo es que se quede quieto.
Es más, la hiperkinesia que muchos hiperactivos experimentan de pequeños suele suavizarse con la práctica reiterada de ejercicio físico, lo cual hace que las personas con TDAH lleven un estilo de vida más saludable y dispongan de unas reservas energéticas mayores que el resto.
Como se ha explicado en este artículo, ser hiperactivo significa poseer unas características muy particulares que pueden ser vistas como una ventaja o una desventaja, tanto por la persona con TDAH como por las otras personas con las que se relaciona.
No obstante, el conocimiento y entrenamiento para el control de estas características por un profesional de la psicopedagogía puede colocar al niño, adolescente o adulto en una situación ventajosa para afrontar la vida diaria tanto a nivel personal, académica o profesional.

FUENTE:

Por: Jenny Guerra Hernández

jueves, 5 de mayo de 2011

LOS GENES Y EL MEDIO AMBIENTE SUBYACEN EN EL DESARROLLO DEL TDAH

En un intento de entender mejor cómo surge el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH), los expertos han realizado recientemente un nuevo estudio en gemelos.
La conclusión del estudio es que la naturaleza (los genes) y la educación (el medio) interactúan y que su relación es muy compleja.
26 abril 2011, 11:29 GMT | Por: Tudor Vieru
Durante años, la comunidad científica ha estado tratando de entender las causas del TDAH, pero hasta ahora los expertos no pudieron elaborar una conclusión clara. Lo que quedó claro después de tantos estudios sólo fue que los genes y el medio ambiente desempeñan un papel importante en la activación de la enfermedad.
En el nuevo estudio, los expertos de la Universidad Case Western Reserve (CWRU), dirigidos por el investigador Lee A. Thompson, analizaron numerosos pares de gemelos, en un intento por entender los diferentes factores que podrían estar contribuyendo a permitir el desarrollo del trastorno.
Lo que mostró la investigación fue una mezcla compleja de genes y factores ambientales. También descubrieron que es increíblemente difícil separarlos e identificar precisamente la medida en que cada uno de ellos contribuye, informa PsychCentral.
Los expertos también buscaron la influencia que estos dos conjuntos de factores tuvieron en las destrezas vinculadas a la lectura y las matemáticas. Notaron que los genes estaban vinculados más estrechamente a las habilidades de lectura, mientras que la influencia del medio ambiente está más íntimamente conectada a las habilidades matemáticas.
"La mayoría de los gemelos utilizados en el estudio no tienen TDAH. Estamos examinando el continuo de los síntomas conductuales de TDAH: mirando las diferencias individuales – no un trastorno con un límite arbitrario", explica Thompson a continuación. El experto añade que un continuo tal se distribuye en una curva de Bell, con el promedio que representa el clímax de la curva, mientras que las excepciones se sitúan ambos extremos. Las personas con discapacidades –por ejemplo en matemáticas y lectura– pueden encontrarse en el extremo izquierdo.
Detalles del nuevo trabajo pueden encontrarse en el tomo 21 del diario  Psychological Science. Durante esta investigación, Thompson y su grupo analizaron 271 pares de gemelos idénticos y fraternales.
En los futuros estudios, los expertos planean estudiar las correlaciones que se desarrollan entre los malos resultados académicos y los síntomas de TDAH (ADHD). Esto ayudará a los científicos a identificar los elementos ambientales que conducen a los  resultados académicos negativos. Una vez que estos son eliminados, los niños que padecen este trastorno podrían posiblemente mejorar sus resultados académicos significativamente, concluyen los expertos.
FUENTE: