Los elogios, utilizados correctamente,
pueden convertirse en un arma muy poderosa para fomentar la autoestima de los
más pequeños. Un niño que es elogiado de la forma correcta, se llevará
valorado, y aprenderá a conseguir aquello que se proponga. En cambio,
sobreproteger y alabar continuamente a nuestros hijos, puede generar, justo, el
efecto contrario. ¿Cómo debemos elogiar los logros de nuestros hijos para
fomentar su autoestima y seguridad?
Autoestima en niños: cómo fomentarla a
través del elogio
¿Cómo podemos expresar a nuestro hijo/a
lo orgullosos que nos sentimos por el/ella? Cuando el niño realiza una proeza,
de inmediato, tendemos a alabarle por su logro. ¡Bravo! eres un valiente, que
listo, inteligente, el más guapo, etc.
Este reconocimiento, nos sale de forma innata, sin pensar. Sin embargo,
muchas veces estos elogios pueden tener un efecto negativo en los niños.
Autoestima en niños ¿qué es? La
autoestima es la forma en la que nos valoramos y apreciamos a nosotros mismos y
si nos sentimos capaces o no de afrontar las adversidades.
Las muestras de autoestima comienzan a
percibirse desde muy temprano. Una autoestima sana va a prevenir multitud de
problemas psicológicos en la vida futura del niño. Por tanto, es vital
cultivarla desde los primeros años de nuestros hijos.
Las personas podemos desarrollar dos
tipos de mentalidad: Mentalidad fija, o mentalidad de crecimiento. Que nos
inclinemos hacia uno u otra, a va a depender, en gran medida, del tipo de
elogios que hemos recibido en nuestra infancia:
La mentalidad fija: consiste en pensar
que nuestros rasgos y habilidades son innatos (que nacemos con ellos y no se
pueden cambiar). La mentalidad fija nos lleva a creer que, si no somos buenos
en algo, no hay nada que hacer. Las personas que desarrollan este tipo de
mentalidad, ven sus errores como fracasos.
La mentalidad de crecimiento: consiste en
pensar que los rasgos y habilidades se conforman por la experiencia (los
desarrollamos). La mentalidad de crecimiento nos lleva a creer que, si se nos
da mal algo, se puede mejorar con la práctica. Los errores son oportunidades de
aprender.
Según un estudio, el que los padres
sientan inquietud y ansiedad ante los errores de los niños (como una mala nota
en el colegio) y vean esos errores como algo negativo, hace a los niños
proclives a tener una mentalidad fija.
En cambio, los padres que se centran en
aprender de esos resultados, ayudarán a sus hijos a construir una mentalidad de
crecimiento. La inteligencia de esos niños se construirá en base al esfuerzo y
aprendizaje.
Formas de elogiar para fomentar la
autoestima en niños:
1. Fomenta su independencia
Lo primero de todo, para poder elogiarlos
tenemos que dejarles que sean independientes, asuman riesgos, que hagan cosas
por sí mismas, que acaben lo que consiguieron, que tomen decisiones y que
aprendan que sus acciones tienen consecuencias y que empiecen a
responsabilizarse de estas. A veces es más fácil hacerlo todo nosotros, ya que
lo haremos más rápido y mejor, y más cuando no nos sobra el tiempo.
Permítele que haga las cosas cuando su
capacidad motora lo permita. Déjale que coma solo en el momento en que sea
capaz de sostener bien la cuchara, déjale que se ate los zapatos solo, que
ayude a poner la mesa… Que no te importe que tarde en hacerlo, puedes
levantaros más pronto por la mañana y así no llegareis tarde al colegio.
2. Elogia el proceso y el esfuerzo, no en
su resultado
Es importante no caer en el resultado que
ha obtenido, sino en el proceso que le ha llevado hasta allí. De esta manera,
estaremos fomentando el esfuerzo y el trabajo, no el resultado, ya que este a
veces está fuera de nuestro control. Por ejemplo, en un examen puede que nos
despistemos, que la profesora se equivoque, que el examen sea demasiado
difícil… Lo importante es que nos hayamos esforzado y lo hayamos hecho lo mejor
que hemos podido.
No le digas: “que buena nota ha sacado”,
sino “se nota que te has esforzado mucho en este examen”. No le digas “qué
dibujo tan bonito, qué artista eres”, dile “me gusta mucho tu dibujo, sobre
toda la cantidad de detalles que ha puesto”.
3. Haz elogios concretos
Si tu elogio es general como “Bien
hecho”, el niño no sabrá a qué te estás refiriendo, ¿qué de todo está bien
hecho? No aporta nada de información y no ayudará al niño a mejorar.
Si el niño, por propia iniciativa, ha
ayudado a otro niño, en lugar de decirle “Qué bueno eres”, dile “Has visto que
necesitaba ayuda y le has ayudado, es un gesto muy bueno por tu parte”.
4. No hacer elogios de forma excesiva
Los elogios constantes pueden perjudicar
la autoestima de los niños. Si se acostumbran a recibir alabanzas por todo se
volverán dependientes de estas. Lo harán todo buscando el elogio de los demás,
y se mostrarán muy mal cuando no lo reciban.
Además, un exceso de elogios puede
hacerles pensar que, o bien son perfectos o bien tienen que ser perfectos todo
el tiempo. Ninguna de estas cosas es deseable.
Decirle al niño que es el más listo, el
más guapo, o el mejor fomenta en él un sentimiento ególatra, pero tarde o
temprano se dará cuenta de que no es cierto, afectando negativamente a su
autoestima.
Siempre sé sincero. Los niños detectan
cuando una alabanza no lo es y esto les va a afectar negativamente. Elógiale
sólo cuando realmente se haya esforzado en algo. Si no lo ha hecho puedes
decir: “Es un buen comienzo” o “Como me gusta que dibujes. ¿Cómo crees que se
podría mejorar?”. Para que no dependa del elogio haz de la alabanza algo
ocasional e impredecible.
5. Observa más y elogia menos
Los niños se acostumbran al elogio y lo
esperan, cada vez necesitan dosis mayores y actúan buscándolo.
En lugar de elogiar, señala los hechos.
No hagas juicios acerca de lo que ha hecho. Di: “¡Has acabado los deberes!” o
“¡Cuántos colores ha usado en este dibujo!” De esta manera les motiva y haces
que se sientan orgullosos de sus logros.
6. Que el tono acompañe al elogio
Si nuestro tono de voz no coincide con lo
que estamos diciendo, haremos más caso al tono que a las palabras. Si un niño
no ve concordancia entre los dos elementos sabrá que no estás siendo sincero,
lo percibirá como una mentira. Esto daña mucho su autoestima, por ello hay que
tener mucho cuidado, no solo con lo que decimos, sino también con cómo lo
decimos.
Cuando le digas a tu hijo cuánto se ha
esforzado, díselo con un tono positivo y alegre. Así se daría cuenta de que
estamos contentos por lo que ha hecho. Ya que, si lo decimos con un tono brusco
y apagado, pensará que lo que ha hecho lo ha hecho mal.
Fuente:
https://blog.cognifit.com/es/autoestima-ninos-como-elogiar/
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