TDAH = Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

miércoles, 30 de octubre de 2013

AYUDANDO A LOS NIÑOS/AS CON TDAH A MANEJAR LA FRUSTRACIÓN Y EL ENFADO


Todo el mundo se enfada de vez en cuando. Enfadarse, de hecho, no soluciona gran cosa.
Lo importante es qué hace la gente cuando se enfada. Lo deseable es calmarse e intentar solucionar el problema que ha motivado el enfado. Es algo que les resulta muy difícil a algunos niños/as (y también a algunos adultos). En vez de tranquilizarse, se enfadan cada vez más hasta que pierden el control y explotan como un volcán, comportándose de formas que son inaceptables, pudiendo llegar a hacer daño a otras personas o a sí mismos. La gente suele decir de esos niños que tienen carácter o genio, que es una forma de decir que se enfadan fácilmente, pierden el control y se porta mal cuando está enfadado o frustrado.

Estos episodios pueden ser mucho más frecuentes cuando estos niños, niñas o adolescentes tienen TDAH. Y es que muchos de ellos/as manejan mal las emociones y tienen una baja tolerancia a la frustración. No sólo tendrán más dificultades para controlarse cuando las cosas no salgan como quieren; los padres también tendremos más dificultades para ayudarlos a aprender.




Algunos niños/as se enfadan tanto que chillan a sus padres, dan puñetazos contra la pared, dan portazos, rompen cosas o -todavía peor- pegan a sus hermanos. Los niños/as tienen derecho a expresar sus sentimientos, incluso los de enfado, pero no está bien que un niño/a haga cualquiera de las cosas que acabamos de mencionar. La mayoría de niños/as no quieren comportarse de ese modo, pero a veces resulta difícil controlar el enfado. 
Entonces, ¿qué puedes hacer si eres un niño explosivo y tu mal genio te mete en problemas?

¡PRUEBA ESTO!

La buena noticia es que los niños/as no tienen que seguir cometiendo los mismos errores una y otra vez. Puedes amaestrar a tu genio del mismo modo en que puedes amaestrar a un cachorro de perro. ¿Has oído bien? Sí, hemos dicho un cachorro de perro.

Si has jugado alguna vez con cachorritos de perro, sabrás que son muy dulces pero están un poco fuera de control. No dejan de mover la cola de un lado a otro y no paran de mordisquearlo todo, pudiendo llegar a romperte las zapatillas de deporte. ¿Qué puedes hacer con un cachorrito descontrolado? Sí, sí, esa es la respuesta: amaestrarlo.


Del mismo modo que se puede amaestrar a un cachorro, tú puedes amaestrar tu mal genio y tu enfado. Imagina que tu mal genio es como un cachorrito que tienes dentro que necesita ser amaestrado. El cachorrito no es malo -probablemente se acabará convirtiendo en un perro encantador-. Solo necesita aprender algunas reglas porque, por ahora, el dichoso cachorrito te está ocasionando algunos problemas.
No quieres seguir metiéndote en problemas por la forma que tienes de comportarte cuando te enfadas. Probablemente, cuando hieres los sentimientos de alguien o rompes un juguete que te gustaba en un ataque de rabia, te sabe mal. O sea que ya va siendo hora de amaestrar a ese cachorrito.

He aquí los pasos que puede seguir en cualquier momento, incluso cuando no estés enfadado.
  • Haz mucho ejercicio físico. Juega al aire libre. Practica tu deporte favorito. El kárate o la lucha libre pueden ser adecuados para los niños/as que quieren dominar su genio. Pero cualquier actividad que te haga bombear el corazón puede irte bien porque es una forma de quemar energía y estrés. ¡Da gusto dar puntapiés a una pelota de fútbol!
  • Habla con tu madre o con tu padre. Si estás teniendo problemas para controlar tu genio, el momento para hablar sobre ello es antes de que tengas otro arranque de genio. Diles a tus padres que estás intentando controlarte. Pídeles ayuda y diles qué te den ideas sobre cómo puedes controlarte mejor. Tal vez, si consigues estar una mañana o un día entero sin tener un arranque de mal genio, podrían concederte un privilegio, como llevarte a algún sitio adonde te gusta ir. Hazles saber que, si te enfadas mucho, les pedirás ayuda.
  • Expresa tus sentimientos con palabras. Adquiere el hábito de decir lo que sientes y por qué. Diles a tus padres: "Me enfado cuando me pedís que deje de jugar para sacar la basura. No me gusta sacar la basura". Probablemente tus padres te contestarán (amablemente): "Ya lo sé -a nadie le gusta sacar la basura. Pero te toca a ti y debes hacerlo de todos modos-". O sea que el hecho de expresar lo que piensas con palabras no te evitará sacar la basura (¡lo sentimos!), pero tal vez te impida cerrar dando un portazo, tener un arranque de rabia por tener que bajar la basura o hacer cualquier otra cosa que podría meterte en problemas. El hecho de usar palabras para expresar lo que se siente ayuda a la gente a controlar las emociones fuertes y su comportamiento.
  • Asume el control ¿Quién es el que tiene la sartén por el mango, tú o ese cachorrito salvaje? Toma la decisión de que quieres ser tú quien va a asumir el control. No permitas que el enfado te haga hacer cosas que no quieres hacer.
La prueba de fuego te llegará la próxima vez que te enfades tanto que estés a punto de explotar. Pero no explotes. Ponle una correa al cachorro y sigue estos cuatro pasos:
  1. Desconecta de la situación. Si estás discutiendo con alguien, vete a otra parte de la casa. Tu habitación o el cuarto de baño son buenas elecciones. Limítate a decir: "Quiero estar a solas durante un rato para ver si me calmo".
  2. Retírate a tu habitación. Si estás enfadado y crees que necesitas hacer una pausa para estar a solas a fin de tranquilizarte, no esperes a que uno de tus padres te mande a tu habitación. Ve tú mismo y tómate tu tiempo para calmarte. Informa a los demás miembros de la familia de que, cuando te retiras a tu habitación, deben respetar tu espacio y dejarte solo para que puedas tranquilizarte. Para un niño /a lo bastante mayor como para irse solo a su habitación esto no es ningún castigo sino una forma de tranquilizarse. Mientras estés sentado en tu silla, prueba este ejercicio para calmarte: coloca las manos debajo el asiento y empuja arriba mientras cuentas hasta cinco. Seguidamente estira los brazos por encima de la cabeza. Haz una inspiración lenta y profunda y luego suelta el aire. Un niño que probó estos pasos dijo que utilizaba el tiempo que pasaba a solas en su habitación para pensar sobre las consecuencias -como meterse en problemas- que habría tenido el hecho de dar rienda suelta a su genio.
  3. Exterioriza el enfado. No te pedimos que des puñetazos contra la pared (ni siquiera que los des contra una almohada), pero ¿por qué no saltar o bailar por tu habitación mientras escuchas tu música favorita? Si estás al aire libre, corre o haz volteretas laterales por el césped. También puedes coger un bolígrafo y escribirlo todo. ¿Qué es lo que te ha molestado tanto? Sigue escribiendo hasta que lo hayas explicado todo. Si no te gusta escribir, puedes hacer un dibujo que te ayude a expresar tus sentimientos. Utiliza colores fuertes y líneas gruesas para expresar la intensidad de tus emociones. También puedes probar el ejercicio de “sé como un volcán”: imagínate que eres un volcán. Ponte de pie con los pies bien juntos. Junta las palmas de las manos delante del pecho y aprieta una contra otra. Luego, separa las piernas de un salto al tiempo que subes las manos juntas por encima de la cabeza. Después, separa las manos, dejándolas caer a ambos lados del cuerpo. Mientras lo haces, emite un sonido explosivo, por ejemplo, ¡¡Puuuuufffffff!!. Imagínate que eres un volcán expeliendo fuego, lava y vapor. Al terminar, haz tres inspiraciones profundas. Con toda segur¡dad, el enfado que sentías haya perdido gran parte de su intensidad.
  4. Aprende a cambiar. Tendrás que esforzarte mucho para conseguirlo. Es aquí donde entra en juego el amaestramiento del cachorrito que llevas dentro. La idea es cambiar de un estado de ánimo realmente alterado a otro más controlado. Después de exteriorizar el enfado, empieza a pensar en otras cosas. A veces, cuando una persona se enfada, no puede pensar con claridad. Está furiosa, completamente dominada por la rabia, y los sentimientos de enfado ocupan todo su espacio mental. Una persona hasta puede decirse cosas como "Soy tonto/a. ¡He vuelto a perder los estribos!". Pero también puedes sustituir esos pensamientos por otros más positivos. Por ejemplo, te puedes decir: "He perdido los estribos, pero a partir de ahora voy a controlarme". En vez de pensar en la persona o situación que te ha provocado el enfado, piensa en otra cosa, a ser posible en algo que te ponga de mejor humor.
UNA PREGUNTA DE DIFÍCIL RESPUESTA

¿Y si un problema no se puede resolver, como estar enfadado porque vas a tener que ir a una escuela de verano o porque te gustaría acostarte más tarde? ¿Y si no puedes salirte con la tuya? Algunos niños/as se enfadan por cosas que no se pueden cambiar. Por ejemplo, si tu madre te dice que es hora de dejar de jugar con la videoconsola y de acostarse, ¿qué puedes hacer? Ella no va a cambiar de parecer y tú tendrás que acostarte. ¡Menudo fastidio! ¡Casi habías llegado al nivel 4!
Pero, por mucho que te enfades, ella no dará su brazo a torcer. Y, aunque tires la silla al suelo, tendrás que dejar de jugar con la videoconsola. Pero, si pierdes los estribos, tal vez te ganes un castigo adicional por tirar al suelo la silla. ¡Tal vez tu madre te castigue a no jugar con la videoconsola mañana! Eso sería mucho peor -tendrías que esperar todavía más para llegar al nivel 4.
A pesar de que es una de las cosas que más cuesta aprender, tal vez sería mejor que te dijeras a ti mismo: "Está bien, voy a dejar de jugar para meterme en la cama". En algunas discusiones podrás salirte con la tuya, pero probablemente esta no sea una de ellas.
Esto no significa que nunca puedas salirte con la tuya. A veces podrás salirte con la tuya. Los niños/as mayores, como tú, pueden aprender a defender sus puntos de vista con calma, sin perder los estribos. Este enfoque suele dar mejores resultados con todo el mundo, sobre todo con los padres. Cuando lo hagas, significará que has aprendido a controlar a ese cachorrito que llevas dentro. Tú eres quien lleva la sartén por el mango en vez de ese granujilla que no para de mover la cola.
¿Te habías preguntado por qué te hemos pedido que compares tu genio con un cachorrito? Un cachorrito es joven y adorable, exactamente igual que tú, y un encanto con quien compartir el tiempo, ¡sobre todo, cuando es capaz de dominar su genio!

FUENTE:

domingo, 20 de octubre de 2013

EL TDAH Y LOS AMIGOS: DIFICULTADES Y CONSEJOS


Crear nuevas amistades y mantenerlas es un desafío para los niños y niñas que padecen el trastorno por déficit de atención con hiperactividad. La falta de autoestima, de habilidades sociales y de comunicación, la interpretación errónea de las señales del lenguaje corporal y una conducta inapropiada son algunas de las barreras añadidas que debe superar un niño con TDAH para relacionarse.

Pero como vamos a ver a continuación, amistad y TDAH no están reñidos.


En primer lugar, comprendamos cuáles son las razones por las que un niño con TDAH tiene más dificultad para relacionarse:
  1. Interpretar las señales de la comunicación eficaz le resulta complicado. Le cuesta entender una sonrisa, una mueca o un ceño fruncido. No son empáticos y por lo tanto no entienden cómo se sienten los demás.
  2. La baja autoestima puede llevar a enfrentamientos y creación de conflictos con otros niños. Se siente mal y no sabe cómo resolver las situaciones.
  3. Al principio puede parecer interesante y diferente a los ojos de otros niños, sin embargo la atracción inicial luego se transforma en rechazo. Los otros niños se cansan de su comportamiento.
  4. Maduran más tarde, por lo que necesitan el apoyo de adultos incluso durante la adolescencia.
  5. Invade el espacio personal de los demás y no sabe perder en juegos y deportes.


Ahora que hemos comprendido cómo se siente el niño con TDAH, podemos ver de qué forma podemos ayudarle a crear y mantener amistades:
  • Invitar a sus amigos a casa. Un máximo de 3 niños es ideal para evitar el descontrol.
  • Animarle a que haga amigos, aunque suponga un esfuerzo extra para nosotros.
  • Establecer normas y explicárselas, para que les quede claro cuándo pueden ver a sus amigos y también los límites de lo que es y no es aceptable.
  • Si el niño se va a ir a jugar/dormir a casa de un amigo,  hablar previamente con los padres para explicarles en qué consiste el trastorno y qué deben hacer en circunstancias concretas.
  • Evitar las actividades muy competitivas.
  • Fomentar las actividades al aire libre, que cuente con descansos y se disponga de tiempos de aislamiento cortos.
  • Potenciar lo que se le dé bien, y aprovechar para que pueda ayudar a otros niños en eso, para fomentar los lazos de amistad y reforzar su autoestima.
  • El uso de redes sociales puede fomentar la amistad y reforzar la autoestima. El establecer una red de amigos del colegio con los que compartir su vida, aumentar sus intereses y combatir el aburrimiento puede ser realmente positivo, siempre que se haga bajo la supervisión de un adulto.


Comprender las circunstancias del niño/a con TDAH y ayudarle, poniendo en práctica estos consejos, es imprescindible por parte de los padres. Es el primer paso para evitar el aislamiento y la soledad de estos niños y niñas.

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martes, 15 de octubre de 2013

TRAINER: La aplicación para tratar el TDAH



El mundo de las aplicaciones para móviles tiene de todo, pero Trainer está creada especialmente para niños que sufren de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), como complemento del tratamiento farmacológico y así estimular al niño a mantener la atención.

La aplicación diseñada por el psiquiatra español  Kazuhiro Tajima, psiquiatra experto en el abordaje del TDAH, es un tratamiento de apoyo al recetado  con medicamentos, es psicoterapéutico combinado con técnicas de entrenamiento cognitivo, que puede hacerse desde casa.

TDAH TRAINER

El objetivo de esta aplicación tecnológica es mejorar las funciones cognitivas afectadas en el TDAH, como son: la atención, el razonamiento perceptivo, la inhibición, el cálculo y la fluidez verbal. Según numerosos estudios, un entrenamiento cognitivo adecuado puede contribuir a mejorar los síntomas cardinales del TDAH.
Destinada a los niños/as, se asemeja a un videojuego, para “enganchar” al niño y mantenga la motivación por avanzar en el juego. 
El método TCT (Tajima cognitive trainer: entrenador cognitivo TDAH) contiene 14 ejercicios cognitivos de entrenamiento para niños con TDAH. Consiste en un entrenamiento diario de 10 minutos, mediante la realización de tareas y ejercicios cognitivos variados. Las áreas cognitivas sobre las que actúa el método TCT son: la atención, la memoria, el cálculo, el razonamiento y la coordinación visuomotora.

El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad es un trastorno neuropediátrico que tiene como principal clínica la falta de atención, la impulsividad, el exceso de inquietud, y esto conlleva en ocasiones a problemas de conducta, dificultades académicas, fracasos escolares y dificultades para la interacción con otros niños.

TDAH Trainer está disponible para los  sistemas móviles:



FUENTE:

sábado, 12 de octubre de 2013

EL TDAH SÍ EXISTE



Coincido con Fernando Cervera, autor de este post, en que es preocupante "la publicación de una noticia pseudocientífica que ha aparecido en el periódico alemán Der Spiegel, acerca del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), la cual afirma que el descubridor del TDAH, León Eisenberg, antes de morir dijo que se inventó la enfermedad".

En 1847, Heinrich Hoffman, médico psiquiatra, escritor e ilustrador de cuentos,  hizo una descripción de los síntomas en su cuento Der Struwwelpeter (Pedro el Melenas), un conjunto de 10 cuentos. Cada una de las historias estaba protagonizada por un niño con algún “vicio” o “mal comportamiento”. Uno de estos cuentos, “Felipe Nervioso” describe las dificultades de atención e hiperactividad de Felipe.



La primera definición del TDAH fue realizada por George Still en 1902 en el periódico The Lancet, la cual describía a 43 niños que representaban graves problemas en la atención mantenida y en la autorregulación de la conducta. Still lo llamó “Defectos en el control moral”. Después, muchos otros médicos hablaron del TDAH aunque denominándolo de diferentes maneras: disfunción cerebral mínima, reacción hiperkinética de la infancia, etc. 

En realidad, Eisenberg no fue el descubridor. Eisenberg introdujo el término hipercinesia en 1957 para referirse a “niños con una actividad motriz excesiva en relación a la considerada como normal en niños de su misma edad y sexo”.

Por otra parte, el TDAH es algo descrito por neurólogos con pruebas científicas contundentes:
  • "Existen pruebas genéticas que involucran a genes como el DRD4 en el cromosoma 11, los genes del cromosoma 4 DRD5, DRD1B, DRD1L2, y decenas de genes más".
  • Actualmente, las modernas pruebas de neuroimagen (SPET: tomografía por emisión de fotón único, y PET: tomografía por emisión de positrones) han demostrado una reducción significativa del volumen total del cerebro en adolescentes con TDAH, así como una inversión de la asimetría ventricular lateral.
  • Los estudios por imagen funcional también implican una disfunción del córtex prefrontal en la patofisiología del TDAH. Las imágenes obtenidas a través del PET con [fluorina-18]-fluoro-2-deoxy-D-glucosa (FDG) muestran una reducción del metabolismo en el lóbulo frontal en adultos con TDAH durante una tarea de atención auditiva. Aunque los hallazgos en adolescentes con este trastorno no son concluyentes, el metabolismo de la glucosa parece depender del sexo y de la maduración sexual. En niños con TDAH, las imágenes a través de SPECT muestran un descenso del flujo sanguíneo regional en el cerebro en el córtex prefrontal dorsolateral izquierdo y una inversión de la asimetría prefrontal.
Ignorando a los "grupos que afirman que el TDA es una invención del sistema médico y hablan sobre conspiraciones internacionales que rozan el surrealismo, el primer artículo registrado en el Pubmed que contiene algo sobre el tema es del año 1966, se llama Treatment procedures in child psychiatric diseases y está escrito por Wieck C. Es más, después de estar buscando en los artículos de la última década no se encuentra ningún artículo de L. Eisenberg, a primera vista, que tenga que ver con el TDAH. León Eisenberg, efectivamente, comenzó los estudios de medicación con niños que tenían problemas de concentración, pero de ahí a suponer que él es el único que vio la enfermedad es tener pocos conocimientos sobre cómo funciona el sistema científico. Hay miles de artículos publicados sobre el TDAH, y muchos grupos de científicos, de manera independiente, confirman los resultados. Así es como funciona la ciencia.

León Eisenberg sí que fue un psiquiatra infantil y fue de los primeros en utilizar medicación para trastornos de atención, pero más allá de la cita del periódico no se encuentra ninguna referencia de que dijera nada acerca de la falsedad de la enfermedad. Es más, aunque la cita fuera cierta, cosa dudosa y para la cual no se encuentra ninguna prueba más allá de la que ha dicho un periódico, la cuestión es que esta afirmación no sería mucho más diferente de las tesis de los que niegan la existencia del SIDA, ya que el mismo premio Nobel Kary Mullis es uno de los portavoces que niegan la existencia del virus que produce la enfermedad. 

Por otro lado, no olvidemos que el argumento de “si un hombre importante lo dice, debe de ser cierto” y se conoce como un argumento de autoridad, es una falacia argumental sin ningún tipo de validez lógica. Es decir, la prueba más contundente es el argumento de autoridad ofrecido por un periódico, para el cual ni siquiera se encuentran referencias externas.
Como conclusión nos quedamos con que también decían que Darwin, en su lecho de muerte, abrazó el cristianismo y negó la teoría de la evolución. Es fácil poner palabras estúpidas en la boca de un muerto, pero es aún más fácil hacer que la gente se las crea".

FUENTE:
http://www.familianova-schola.com/

jueves, 3 de octubre de 2013

IV SEMANA EUROPEA DE SENSIBILIZACIÓN SOBRE EL TDAH: 29 septiembre – 6 octubre 2013. TDAHYTU




Desde el año 2008, durante la primera semana de octubre, este año desde el 29 de septiembre al 06 de octubre, las asociaciones españolas celebramos la Semana Europea de Sensibilización sobre el TDAH, patrocinado por ADHD Europe en coordinación con las restantes asociaciones europeas. Cada asociación organiza su propio programa de actividades pero todas dirigidas a sensibilizar a la sociedad sobre el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad y a resaltar las evidencias científicas que demuestran que el TDAH existe.

Este año, la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad (FEAADAH) publica un manifiesto en el que muestra su rechazo expreso a los mensajes sobre el carácter del TDAH como “patología inventada”, a la vez que afirman que este tipo de mensajes intentar manipular y desacreditar el importante conocimiento científico acumulado sobre el TDAH a nivel mundial.

MANIFIESTO DE LA FEDERACIÓN ESPAÑOLA DE ASOCIACIONES DE AYUDA AL DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD CON MOTIVO DE LA VI SEMANA EUROPEA DE SENSIBILIZACIÓN SOBRE EL TDAH

Con motivo de la celebración de la VI Semana Europea de Sensibilización sobre el Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad, promovida por ADHD-Europe, la organización en la que se integran las asociaciones de los países europeos, la Federación Española de Asociaciones de Ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad (FEAADAH) considera necesario trasladar a las personas que lo padecen y a sus familias, a los profesionales concernidos, a los medios de comunicación, a las administraciones e instituciones públicas y a la sociedad en general, su rechazo expreso y contundente a cualquier tipo de especulación sobre el carácter de “patología inventada” del TDAH.

La FEAADAH quiere poner de manifiesto que este tipo de mensajes obvian y/o manipulan el importante conocimiento científico acumulado sobre el TDAH en la comunidad científica internacional desde hace ya más de un siglo, mediante multitud de estudios sometidos al correspondiente escrutinio y control metodológico y publicados en las revistas de referencia. Y, lo que es más grave, con ellos profundizan en la estigmatización de los afectados y sus familias y obstaculizan el derecho a un diagnóstico temprano y al tratamiento adecuado para los afectados por una de las patologías de la esfera de la salud mental con repercusiones más incapacitantes en las principales áreas de la vida de las personas que lo padecen.

Porque la sociedad debe ser consciente de que la evidencia científica pone de relieve que en la infancia y adolescencia el TDAH perturba gravemente el desempeño educativo -llevando en muchos casos al fracaso escolar-, el funcionamiento de las familias, las relaciones con los compañeros, las actividades comunitarias y la salud de los afectados. En la edad adulta, se ha constatado que el TDAH repercute negativamente en áreas tales como las conductas sexuales de riesgo, embarazos no deseados, el abuso de sustancias y las adicciones, la actividad laboral y, en muchas ocasiones, la aparición de conductas antisociales y delictivas.

En esta VI Semana Europea, la Federación Española de Asociaciones de ayuda al Déficit de Atención e Hiperactividad quiere manifestar su apoyo a la aprobación, en algunas Comunidades Autónomas, de normas que reconocen expresamente las necesidades específicas de apoyo educativo de los escolares afectados por TDAH y su derecho a recibirlas, así como de protocolos de coordinación entre los sistemas sanitario y educativo para el diagnóstico y el tratamiento de este trastorno.
Sin embargo, quiere señalar la inexistencia del reconocimiento expreso de estas necesidades de apoyo educativo y de protocolizar la coordinación entre los sistemas de salud y educativo en la normativa básica estatal, que tiene como consecuencia la desigualdad en los derechos de los escolares y en el acceso al diagnóstico y tratamiento de los afectados por TDAH según la Comunidad Autónoma en la que residan.

Por ello, la FEAADAH quiere concentrar los esfuerzos invertidos en la VI Semana Europea de Sensibilización en concienciar a la sociedad sobre la pertinencia de que los escolares afectados por el TDAH vean reconocidas sus necesidades específicas de apoyo educativo y el derecho a recibir los apoyos adecuados a las mismas con independencia de la Comunidad Autónoma en la que se escolaricen, mediante la inclusión de este derecho de forma expresa en la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE).

Consecuentemente, hace un llamamiento público a los diferentes grupos políticos para que hagan lo necesario para lograr este objetivo y demanda su pronunciamiento expreso e inequívoco sobre esta petición que les ha sido formalmente planteada y que ha dado ya lugar a debates y adopción de acuerdos y resoluciones, tanto en el Senado como en Congreso de los Diputados. 


TDAHYTU.es: “Hagamos visible lo invisible”

EL TDAH EN SESENTA SEGUNDOS. Información básica sobre TDAH



TDAH: TÚ DECIDES AHORA. La historia de niños como Pablo




TODOS CON EL TDAH. Apoyo de los expertos en TDAH


martes, 1 de octubre de 2013

INTERVENCIÓN PSICOPEDAGÓGICA EN EL TDAH. PARTE II


Luis Abad-Mas, Rosalía Ruiz-Andrés, Francisca Moreno-Madrid, Raquel Herrero, Enrique Suay

INTERVENCIÓN SOBRE LOS PROBLEMAS EMOCIONALES DE NIÑOS CON TDAH

Como mencionábamos en la primera parte del artículo, el National Institute of Mental Health recomienda el tratamiento combinado (farmacológico y psicosocial o psicopedagógico) como el tratamiento más eficaz en la evolución de los niños con TDAH; sin embargo, según algunos estudios, ningún tratamiento consigue normalizar las relaciones sociales de los niños con TDAH con sus iguales.

Existen programas de entrenamiento en solución de problemas, entrenamiento en habilidades de conversación, entrenamiento sobre el control de la ira y las emociones en general, dirigidos a minimizar la agresividad, a mejorar la autoestima y los problemas sociales, así como otros síntomas comórbidos al TDAH, como la ansiedad y la depresión.



La dificultad más importante que encontramos a nivel terapéutico es la generalización de estos aprendizajes y su aplicación a la vida real; por lo tanto, el tratamiento debe basarse en las necesidades individuales del niño en los distintos contextos. Es importante, por tanto, recoger información propia del niño (evaluación neuropsicológica), del contexto familiar y escolar con la finalidad de ajustar el programa de intervención a esas características personales del niño con TDAH.

El programa que hay que implementar con los niños con TDAH con problemas socioemocionales asociados debe constar, como mínimo, de las siguientes estrategias de intervención:
  • Programa de modificación de conducta.
  • Programa de habilidades sociales e inteligencia emocional.
  • Entrenamiento en conversaciones.
  • Entrenamiento atribucional.
  • Autocontrol, control de la ira y relajación.
  • Desarrollo de la autopercepción.
  • Resolución de problemas.
  • Estrategias de afrontamiento.
Estas estrategias de intervención, si se combinan con otros programas, como el entrenamiento en funciones ejecutivas o adaptaciones curriculares (si fueran necesarias) que mejoren las habilidades cognitivas y académicas de los niños, influirán positivamente sobre su autoestima y su motivación.
INTERVENCIÓN CONDUCTUAL SOBRE EL CONTEXTO FAMILIAR

La sintomatología de TDAH se debe al deterioro o mal funcionamiento de las funciones ejecutivas; estos procesos cognitivos son los que organizan y expresan la conducta y sus relaciones con el medio, tanto externo como interno. Estas funciones están ubicadas en el lóbulo frontal, especialmente en las regiones dorsal lateral, medial y orbital del córtex prefrontal.

Los modelos cognitivos del TDAH sitúan el núcleo de las alteraciones características de este trastorno en el funcionamiento alterado de las funciones ejecutivas. Éstas son procesos cognitivos que coordinan, integran, supervisan, regulan y planifican las funciones cognitivas y la conducta. Potenciando su desarrollo se permite un mejor uso de la reflexión y de los recursos cognitivos sociales y emocionales, de forma que sean más eficaces en la realización de las tareas, en el autocontrol del comportamiento, en la adaptación a los cambios y, en definitiva, en la planificación de las acciones adecuadas para llevar a cabo una conducta eficaz y creativa con el fin de conseguir objetivos y metas socialmente aceptadas.





Los tratamientos más estudiados son:
  • la intervención farmacológica 
  • las intervenciones basadas en la modificación de conducta 
  • el entrenamiento a padres y profesores en el manejo y control del comportamiento. 
Las investigaciones demuestran, de forma prácticamente unánime, que los programas combinados son los que se muestran más eficaces. Han ido apareciendo otros tratamientos, denominados alternativos, que cuentan con diferente grado de apoyo empírico, como el neurofeedback o el mindfulness. Finalmente, hay tratamientos, como las dosis elevadas de vitaminas, restricciones en la dieta, homeopáticos, de optometría, la estimulación musical auditiva o la terapia de juego, que no cuentan con la suficiente eficacia empírica que los avale.


Los tratamientos para el TDAH que cumplen los criterios de eficacia bien establecida y con apoyo empírico son el farmacológico, la modificación de conducta y la combinación de ambos.

Modificación de conducta
Por conducta entendemos toda acción que realiza una persona como consecuencia de su interacción con el entorno. El cerebro es el que genera nuestras conductas y, gracias a su plasticidad, podemos modificarlo con las experiencias. Por lo tanto, la conducta humana puede cambiar y la condición necesaria para conseguirlo es ser persistentes, congruentes y consecuentes.

Los programas de modificación de conducta permiten tanto la adquisición/incremento de conductas adaptativas, como la extinción/disminución de conductas negativas, moldeando dichas conductas mediante la manipulación de los estímulos, las consecuencias y el entorno. El planteamiento básico es que la conducta se aprende y mantiene como resultado de sus consecuencias. Alterando las consecuencias, podremos cambiar las conductas.

El entrenamiento a padres en habilidades para el manejo y control de la conducta de sus hijos es útil para la convivencia diaria, ya que, con frecuencia, las relaciones familiares se encuentran muy dañadas y en ellas a menudo se instauran patrones de interacción coercitivos, en los que las continuas conductas negativas de los niños se refuerzan por los propios padres cuando acaban transigiendo ante éstos por diversos motivos, ya sea por incongruencia o falta de perseverancia, por dejarse llevar por su propio estado de ánimo, o simplemente por el estrés que les genera un enfrentamiento más con el niño.
Estos programas están diseñados para mejorar el estilo parental y la interacción padre-hijo, e incrementar la coherencia y consistencia del proceso de socialización del niño dentro del hogar. Se centran en la modificación de la conducta del hijo y en el incremento de la comunicación y mejora de la relación padres-hijos. Se enseña a los padres a establecer reglas, dar normas claras, negociar acuerdos y reducir o eliminar las reprimendas verbales; también aprenden a utilizar el refuerzo positivo para incrementar las conductas más adaptadas.

Se sabe que los trastornos del comportamiento disruptivo tienden a la cronicidad, que los tratamientos breves no funcionan, y que no existen "soluciones fáciles y rápidas". La mayoría de las veces presentan múltiples áreas de su funcionamiento alteradas y comorbilidades, por lo que se requiere un tratamiento multidisciplinar de al menos varios meses de duración. La intervención precoz aumenta la probabilidad de éxito. El tratamiento debe ser individualizado para cada paciente y cada familia, y es indispensable comenzar con objetivos realistas y a corto plazo, para ir avanzando progresivamente.

Es importante resaltar que el trastorno no se debe a las capacidades educativas de los padres, pero, si estas capacidades son escasas o se aplican de forma inconsistente e incoherente, los síntomas y conductas alteradas se mostrarán con mayor frecuencia e intensidad. En todo caso, hay que evitar que los padres se sientan culpables, y propiciar su motivación para que aprendan y apliquen las técnicas del programa.

Uno de los programas de entrenamiento a padres empleados habitualmente es el desarrollado por Barkley en 1987. El planteamiento de este programa se centra en cuatro puntos clave:
  • Aprender y ejercer un adecuado manejo y control conductual a partir de las consecuencias.
  • Insistir en el uso de las consecuencias reforzantes, evitando el uso intensivo e indiscriminado del castigo.
  • Aprendizaje de los padres de las habilidades necesarias para la adecuada administración de recompensas, dar órdenes eficaces, anticipar posibles situaciones conflictivas y planificar la manera más eficaz de afrontarlas.
  • Adaptar el programa a las características de los padres, de los niños y de los problemas infantiles que se produzcan.


PRINCIPIOS PARA MEJORAR EL COMPORTAMIENTO

Proporcionar consecuencias inmediatas al buen o mal comportamiento
Cada vez que se repiten cuatro o cinco veces los mandatos antes de emprender una acción contra la desobediencia del niño, él está ganando terreno, aunque sólo sea temporalmente. Para él no es importante si a la larga tendrá que acabar haciendo lo que se le manda, él piensa que sus evasivas o su resistencia funcionan, aunque sólo sea temporalmente, ganando cada vez más tiempo. De la misma forma, si antes de recibir la aprobación tiene que repetir muchas veces una conducta positiva, la próxima vez no malgastará sus energías.

Proporcionar consecuencias específicas
  • Los niños aprenden a comportarse a partir de la información que reciben: "¿cómo puedes ser tan malo?" (con este tipo de reacciones sólo se consigue confundirle y desanimarle) o "me vas a matar a disgustos" (el niño no va a obedecer o cooperar más por oírlo y hace que ambos perciban la situación peor de lo que realmente es). 
  • Las consecuencias que se impongan al mal comportamiento deben ser proporcionales a la gravedad de éste.
  • No hay que responder a las transgresiones como una acumulación de acontecimientos, sino como hechos aislados unos de otros y, por supuesto, no dejarse llevar por el propio estado de ánimo.
  • Si se reacciona de forma exagerada a una mala contestación porque durante toda la semana ha estado haciendo lo mismo, no se estará enseñando al niño que a cada tipo de conducta le corresponden determinadas consecuencias. Sin esta información, el niño no puede construir un patrón previsible de acción y reacción en el que basarse.
Proporcionar respuestas consistentes
  • Las pautas de educación imprevisibles crean inseguridad en cualquier niño.
  • Un estilo educativo indiscriminado puede provenir tanto de la aplicación intermitente de disciplina, como de las inconsistencias entre los estilos de ambos padres o de la variabilidad de las reglas en diferentes momentos o situaciones.
  • Los niños con problemas de conducta reciben continuamente la desaprobación de los que le rodean, de modo que un paso previo para mejorar su conducta será prestar atención a lo positivo, no sólo a lo negativo.
  • Los niños que no reciben aprobación por sus esfuerzos positivos (por muy pequeños que éstos sean) se desaniman y los abandonan rápidamente.
Aplicar programas con incentivos antes de recurrir al castigo
  • No hay que utilizar ningún tipo de castigo hasta que se haya establecido un programa específico para premiar las conductas específicas que deben reemplazar a las negativas.
  • Está demostrado que el castigo de conductas negativas pierde toda su fuerza si no va acompañado de incentivos para las conductas positivas.
Anticipar y hacer un plan para contrarrestar la mala conducta
  • La planificación es especialmente importante cuando el mal comportamiento puede incomodar a más gente, por ejemplo, en lugares públicos.
  • Se trata de elaborar un plan en el que primero se utilicen los incentivos, y sólo después los castigos, para establecer las condiciones para el buen comportamiento.
Pautas que se deben seguir
  • Establecer reglas de conducta de forma clara, específica y concreta, repitiéndolas tantas veces como sea necesario.
  • Hablarle con calma y respeto.
  • Señalarle la falta cometida, pero sin ofenderlo ni humillarlo; de este modo le ofrecemos un modelo de conducta aceptable.
  • Por difícil que sea, el adulto debe manejar la situación conflictiva con calma y autocontrol, excluyendo el coraje. El adulto que se dirige a un niño con coraje porque se ha portado con agresividad le está prohibiendo que actúe como él mismo lo está haciendo, lo cual resulta incongruente e ilógico.
  • Hacer todo lo posible por evitar tener confrontaciones con niños violentos. La confrontación o pelea da lugar al coraje sin límite, y se facilitan las ofensas e insultos. Además, quien pelea con estos niños se pone a su altura e incurre en el error que está tratando de erradicar.
  • Resaltar sus logros, habilidades y cualidades positivas antes que exponer sus debilidades y deficiencias.
  • Cuando criticamos, caemos en la acusación, lo cual nunca conduce a desenlaces positivos ni ayuda a solucionar el problema; sólo nos referimos a lo que está mal en lugar de ofrecer alternativas adecuadas a la situación concreta.
  • Los niños oposicionistas desafiantes sufren trastornos emocionales y cognitivos que les dificultan manejar la frustración. Las acusaciones no les ayudan a superar estos trastornos y suelen tener el efecto de reencontrar su resentimiento y de provocar explosiones emocionales. Por el contrario, si se nombran sus fortalezas y cualidades positivas, se les está ayudando a revalorizarse como personas.
En los problemas de conducta hay múltiples factores determinantes. El tratamiento tiene que combinar e integrar intervenciones dirigidas tanto al niño como a la familia: los programas de entrenamiento a padres, el entrenamiento en la resolución de problemas, las intervenciones psicopedagógicas y el tratamiento farmacológico.

Los cambios no se producen con la rapidez que todos desearían, porque las actitudes y hábitos de relación que han de cambiar suelen estar muy fijados.

Técnicas para aumentar conductas positivas
  • Economía de fichas.
  • Contrato de contingencias.
  • Reforzamiento positivo.
  • Reforzamiento negativo.
  • Principio de Premack.
Técnicas para disminuir y eliminar conductas negativas
  • Extinción.
  • Tiempo fuera.
  • Sobrecorrección.
  • Reforzamiento de conductas incompatibles.
  • Costo de respuesta.
  • Reforzamiento diferencial de tasa baja.
  • Reforzamiento diferencial de otras conductas.
  • Reforzamiento de conductas alternativas.
  • Economía de fichas.
  • Saciedad y práctica negativa.
  • Castigo.
Procedimientos para mantener conductas positivas adquiridas
  • Reforzamiento intermitente: intervalo fijo, intervalo variable, razón fija, razón variable.


ORIENTACIONES ESPECÍFICAS EN TDAH PARA PROFESORES

Cambios en la metodología de la clase
  • Cambiar la demanda en las tareas: reducir su duración (dar menos) o desglosarla (dar lo mismo, pero poco a poco, encajándolo en su pauta de atención).
  • Establecer más pausas; permitir combinar el trabajo con un mayor movimiento físico.
  • Combinar alumnos con TDAH con compañeros de trabajo que sean tranquilos y asertivos.
  • Permitir un tiempo extra con las tareas diarias y exámenes.
  • Reducir el número de tareas para casa.
  • Proporcionar instrucción multisensorial.
  • No exponerlo en clase a situaciones en las que no pueda responder académicamente y favorecer las respuestas positivas para estimular su autoestima.
  • Estimular el aprendizaje de habilidades sociales, fomentar la empatía y potenciar el autocontrol.
  • Mandarle recados con frecuencia tras una actitud correcta, lo que creará una motivación para terminar sus tareas a tiempo y generará en él un sentimiento de reconocimiento de su maestro.
  • Ofrecerle un cargo de responsabilidad que le permita el movimiento (repartir fichas, borrar la pizarra…).
  • Evitar que se produzcan períodos largos de espera sin implicación de actividades.
  • Versión de time out: parar y realizar un trabajo no es simplemente parar. Por ejemplo, ‘te vas al pupitre y tienes que hacer estas dos hojas, cuando termines vienes y las dejas en mi mesa’, y se acaba el time out.
  • Dar normas claras y sencillas, muy visuales, de modo que le recuerden con un golpe de vista lo que tiene que realizar.
  • Puntuar el trabajo realizado, no la exactitud. Mandar para casa si no se acaba no es una solución, porque el punto de rendimiento está dentro de clase, no en casa.
  • Priorizar las tareas que requieran mayor esfuerzo mental por la mañana, y las tareas menos pesadas por la tarde.
  • Enseñar pequeñas estrategias de organización/planificación o memorización.
Cambios en los patrones de comunicación
  • Utilizar pistas visuales pactadas con él de antemano para llamar su atención o para conseguir un mayor nivel de atención y concentración (buscar la mirada del alumno durante la instrucción, guiñarle un ojo cuando levante la vista de su trabajo).
  • Hacer preguntas frecuentes, ofreciendo retroalimentación inmediata de sus respuestas; repetir las cosas más veces.
  • Para prevenir la impulsividad, dotar al niño de una tarjeta de ‘pedir ayuda’ (verde/roja), después de haberlo hablado con él previamente. Cuando el niño tenga alguna duda o pregunta, en vez de interrumpir la clase, se la mostrará al profesor o la pondrá boca-arriba sobre el lado rojo, y éste acudirá en su ayuda sin molestar al resto del grupo- clase.
  • Obtener la atención del niño antes (comportamiento preatentivo) y durante la instrucción; demandar que sostenga contacto visual con el profesor.
  • Utilizar frases cortas, claras y con construcciones sencillas; evitar dar varias premisas; proporcionar un esquema previo y ofrecer situaciones estructuradas.
  • Focalizar la atención en los conceptos "clave"; presentar la idea principal al principio; preguntar frecuentemente; utilizar claves y señales no verbales para la instrucción auditiva.
  • Convertirse en socio del niño; asegurarse de que el niño sabe cuáles son sus problemas y explicarle cómo tratará de ayudarlo.
  • Premiar, alentar, aprobar y asistir más que corregir y castigar. Es preferible usar refuerzos positivos y coste de respuesta antes que aplicar castigos, los cuales deberán ser acordes al hecho en cuestión. Un sistema de fichas es muy efectivo con este tipo de niños.
  • Realizar una revisión diaria de la agenda para comprobar que ha apuntado sus deberes y está al corriente de las fechas de trabajos, excursiones, etc., además de utilizarla como una herramienta de comunicación positiva entre la escuela y la familia.
  • Suministrar claves verbales discriminativas que inciten a reflexionar sobre sus conductas inatentas: ‘¿estoy haciendo bien mi trabajo?’; ‘¿estoy escuchando al profesor?’
Cambios en el ambiente físico de la clase
  • Sentar al niño con TDAH cerca del profesor y de la pizarra, y de espaldas a puertas y ventanas, para evitar distracciones; tampoco al lado del profesor, para fomentar su autosuficiencia y socialización.
  • Controlar el nivel de distractores o estímulos presentes en el aula.
  • Permitir espacios en el aula que permitan el trabajo colaborativo, seleccionando nosotros los componentes del grupo; mantener la estructura del pequeño grupo, sin incluir amigos; especificar los papeles y funciones de los miembros del grupo, así como establecer explícitamente las reglas del grupo. Una posible propuesta de trabajo sería dar a un niño el papel de ‘enseñante’ y a otro el de ‘estudiante’, y cambiar las parejas cada semana.
  • Habilitar una zona de trabajo en altura (en taburete alto); así se moverán menos y harán menos ruido.
  • Proporcionar espacios para hablar en voz alta; utilizar el mp3 según la tarea.

FUENTE:
Abad-Mas L, Ruiz-Andrés R, Moreno-Madrid F, Herrero R, Suay E.
Intervención psicopedagógica en el trastorno por déficit de atención/hiperactividad.
Rev Neurol 2013; 57 (Supl 1): S193-203.