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martes, 17 de enero de 2023

Autoestima en niños: 6 Formas de elogiar que fomentan el desarrollo de tus hijos

 


Los elogios, utilizados correctamente, pueden convertirse en un arma muy poderosa para fomentar la autoestima de los más pequeños. Un niño que es elogiado de la forma correcta, se llevará valorado, y aprenderá a conseguir aquello que se proponga. En cambio, sobreproteger y alabar continuamente a nuestros hijos, puede generar, justo, el efecto contrario. ¿Cómo debemos elogiar los logros de nuestros hijos para fomentar su autoestima y seguridad?

Autoestima en niños: cómo fomentarla a través del elogio

¿Cómo podemos expresar a nuestro hijo/a lo orgullosos que nos sentimos por el/ella? Cuando el niño realiza una proeza, de inmediato, tendemos a alabarle por su logro. ¡Bravo! eres un valiente, que listo, inteligente, el más guapo, etc.  Este reconocimiento, nos sale de forma innata, sin pensar. Sin embargo, muchas veces estos elogios pueden tener un efecto negativo en los niños.

Autoestima en niños ¿qué es? La autoestima es la forma en la que nos valoramos y apreciamos a nosotros mismos y si nos sentimos capaces o no de afrontar las adversidades.

Las muestras de autoestima comienzan a percibirse desde muy temprano. Una autoestima sana va a prevenir multitud de problemas psicológicos en la vida futura del niño. Por tanto, es vital cultivarla desde los primeros años de nuestros hijos.

Las personas podemos desarrollar dos tipos de mentalidad: Mentalidad fija, o mentalidad de crecimiento. Que nos inclinemos hacia uno u otra, a va a depender, en gran medida, del tipo de elogios que hemos recibido en nuestra infancia:

La mentalidad fija: consiste en pensar que nuestros rasgos y habilidades son innatos (que nacemos con ellos y no se pueden cambiar). La mentalidad fija nos lleva a creer que, si no somos buenos en algo, no hay nada que hacer. Las personas que desarrollan este tipo de mentalidad, ven sus errores como fracasos.

La mentalidad de crecimiento: consiste en pensar que los rasgos y habilidades se conforman por la experiencia (los desarrollamos). La mentalidad de crecimiento nos lleva a creer que, si se nos da mal algo, se puede mejorar con la práctica. Los errores son oportunidades de aprender.

Según un estudio, el que los padres sientan inquietud y ansiedad ante los errores de los niños (como una mala nota en el colegio) y vean esos errores como algo negativo, hace a los niños proclives a tener una mentalidad fija.

En cambio, los padres que se centran en aprender de esos resultados, ayudarán a sus hijos a construir una mentalidad de crecimiento. La inteligencia de esos niños se construirá en base al esfuerzo y aprendizaje.

Formas de elogiar para fomentar la autoestima en niños:

1. Fomenta su independencia

Lo primero de todo, para poder elogiarlos tenemos que dejarles que sean independientes, asuman riesgos, que hagan cosas por sí mismas, que acaben lo que consiguieron, que tomen decisiones y que aprendan que sus acciones tienen consecuencias y que empiecen a responsabilizarse de estas. A veces es más fácil hacerlo todo nosotros, ya que lo haremos más rápido y mejor, y más cuando no nos sobra el tiempo.

Permítele que haga las cosas cuando su capacidad motora lo permita. Déjale que coma solo en el momento en que sea capaz de sostener bien la cuchara, déjale que se ate los zapatos solo, que ayude a poner la mesa… Que no te importe que tarde en hacerlo, puedes levantaros más pronto por la mañana y así no llegareis tarde al colegio.

2. Elogia el proceso y el esfuerzo, no en su resultado

Es importante no caer en el resultado que ha obtenido, sino en el proceso que le ha llevado hasta allí. De esta manera, estaremos fomentando el esfuerzo y el trabajo, no el resultado, ya que este a veces está fuera de nuestro control. Por ejemplo, en un examen puede que nos despistemos, que la profesora se equivoque, que el examen sea demasiado difícil… Lo importante es que nos hayamos esforzado y lo hayamos hecho lo mejor que hemos podido.

No le digas: “que buena nota ha sacado”, sino “se nota que te has esforzado mucho en este examen”. No le digas “qué dibujo tan bonito, qué artista eres”, dile “me gusta mucho tu dibujo, sobre toda la cantidad de detalles que ha puesto”.

3. Haz elogios concretos

Si tu elogio es general como “Bien hecho”, el niño no sabrá a qué te estás refiriendo, ¿qué de todo está bien hecho? No aporta nada de información y no ayudará al niño a mejorar.

Si el niño, por propia iniciativa, ha ayudado a otro niño, en lugar de decirle “Qué bueno eres”, dile “Has visto que necesitaba ayuda y le has ayudado, es un gesto muy bueno por tu parte”.

4. No hacer elogios de forma excesiva

Los elogios constantes pueden perjudicar la autoestima de los niños. Si se acostumbran a recibir alabanzas por todo se volverán dependientes de estas. Lo harán todo buscando el elogio de los demás, y se mostrarán muy mal cuando no lo reciban.

Además, un exceso de elogios puede hacerles pensar que, o bien son perfectos o bien tienen que ser perfectos todo el tiempo. Ninguna de estas cosas es deseable.

Decirle al niño que es el más listo, el más guapo, o el mejor fomenta en él un sentimiento ególatra, pero tarde o temprano se dará cuenta de que no es cierto, afectando negativamente a su autoestima.

Siempre sé sincero. Los niños detectan cuando una alabanza no lo es y esto les va a afectar negativamente. Elógiale sólo cuando realmente se haya esforzado en algo. Si no lo ha hecho puedes decir: “Es un buen comienzo” o “Como me gusta que dibujes. ¿Cómo crees que se podría mejorar?”. Para que no dependa del elogio haz de la alabanza algo ocasional e impredecible.

5. Observa más y elogia menos

Los niños se acostumbran al elogio y lo esperan, cada vez necesitan dosis mayores y actúan buscándolo.

En lugar de elogiar, señala los hechos. No hagas juicios acerca de lo que ha hecho. Di: “¡Has acabado los deberes!” o “¡Cuántos colores ha usado en este dibujo!” De esta manera les motiva y haces que se sientan orgullosos de sus logros.

6. Que el tono acompañe al elogio

Si nuestro tono de voz no coincide con lo que estamos diciendo, haremos más caso al tono que a las palabras. Si un niño no ve concordancia entre los dos elementos sabrá que no estás siendo sincero, lo percibirá como una mentira. Esto daña mucho su autoestima, por ello hay que tener mucho cuidado, no solo con lo que decimos, sino también con cómo lo decimos.

Cuando le digas a tu hijo cuánto se ha esforzado, díselo con un tono positivo y alegre. Así se daría cuenta de que estamos contentos por lo que ha hecho. Ya que, si lo decimos con un tono brusco y apagado, pensará que lo que ha hecho lo ha hecho mal.

Fuente:

https://blog.cognifit.com/es/autoestima-ninos-como-elogiar/

https://pixabay.com/es/illustrations/amor-propio-confianza-en-s%c3%ad-mismo-7206573/