La Selectividad y las pruebas de acceso
a FP se adaptarán para alumnos con déficit de atención en Navarra
La medida se recoge en una norma pionera
que regula la respuesta educativa a ese alumnado
El resto de las pautas establecidas van
dirigidas a los centros educativos y beneficiarán a los 2.126 escolares
diagnosticados
MARÍA OLAZARÁN - Viernes, 5 de Abril de
2013 -
PAMPLONA. El alumnado con TDAH
(Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad) que se presente este curso
a la Selectividad o las pruebas de acceso a FP tendrán los exámenes adaptados a
sus necesidades educativas. En la actualidad, la mitad de los 2.126 escolares
diagnosticados en Navarra estudia ESO, Bachillerato o FP, sin embargo, se desconoce
cuántos podrían solicitar esta adaptación. "Se trata de ofrecerles las
mismas facilidades que tienen en sus centros, teniendo en cuenta que es una
concurrencia competitiva y debe ser igual para todos. Se puede ampliar el
tiempo del examen, situarlos en el lugar de menor distracción dentro del aula o
verificar si ha respondido a todas las preguntas", relata el director del
servicio de Participación Educativa, Andrés Jiménez.
Esta es una de las actuaciones presentes
en la orden foral que regula la respuesta al alumnado con TDAH y TA (trastorno
de aprendizaje), una norma "pionera" en el Estado en cuanto a su
rango, ya que "reconoce el derecho de las personas y familias afectadas a
recibir esta atención específica". Este trastorno, que incluye tanto la
hiperactividad como el déficit de atención, interfiere en el desarrollo
integral de la persona en las áreas social, académica y afectiva y, según
diferentes estudios, afecta casi al 5% de la población escolar. Una de sus
consecuencias, afirmó Jiménez, "es el notable porcentaje de fracaso
escolar e inadaptación social que registra debido a la falta de autocontrol de
los impulsos que afecta al comportamiento, pero también a que en muchos ámbitos
se desconoce el trastorno y la atención que precisa".
PROCESO PARTICIPATIVO
Con el objetivo de ofrecer una mejor
atención a este alumnado, el departamento de Educación inició en el curso
2011-12 un proceso para regular la atención educativa de los estudiantes con
este tipo de trastorno, que incluía elaborar una orden foral. "En paralelo
se formó a mil docentes, se elaboraron dos guías sobre cómo llevar a cabo la
intervención en casos de TA y TDAH y se habilitó un banco de recursos",
señaló Jiménez, que añadió que "con la norma se pretende ayudar a
escolares y familias afectadas y también al profesorado, al señalar los
aspectos más esenciales de la atención educativa que precisan".
Esta norma, ansiada por las asociaciones
de TDAH, es de obligado cumplimiento y si las familias están descontentas
"pueden reivindicar que se cumpla (algunas ya lo han hecho)". Hasta
ahora, recordó Jiménez, dependía de la buena voluntad del profesorado pero con
esta normativa no queda más remedio que tenerla en cuenta". Se trata de
"crear cultura" en los centros con el objetivo de que
"interioricen la atención a estos chavales como una realidad que deben
atender".
METODOLOGÍA Y EXÁMENES
Como paso previo a la aprobación de la
norma, el departamento actualizó los protocolos de derivación y traspaso de
información ante el TDAH dirigida a docentes y médicos para una atención lo más
temprana y ajustada posible. Y es que la detección, que normalmente surge en la
escuela a los 6-7 años, es el punto de partida para iniciar la respuesta
educativa. "Son necesarios un informe de Salud y un informe psicopedagógico
del orientador para establecer las actuaciones pertinentes", señaló.
La norma establece medidas relacionadas
con la metodología como, por ejemplo, la organización del aula, la distribución
del alumnado o el ajuste curricular. En relación a los exámenes establece las
siguientes pautas:
- Informar con suficiente antelación
- Diversificar el modelo de pruebas
(orales, test...)
- Destacar las palabras clave de las
preguntas
- Verificar que el alumnado las comprende
y responde a todas
- Ofrecer más tiempo para hacer los
exámenes.
Asimismo, por primera vez este curso,
las pruebas de acceso a la FP y la Selectividad estarán adaptados para que el
alumnado "tenga las mismas facilidades que en sus centros". Los
orientadores deben trasladar las necesidades de cada alumno a la UPNA y esta
deberá plantear las medidas necesarias. Por ejemplo, dar más tiempo en el
examen, situarlo en un lugar de menor distracción o revisar si contesta a todas
las preguntas.
ADAPTACIONES EN EL AULA Y EN LOS
EXÁMENES
"Hay que ayudarles a poder
demostrar lo que saben"
Los colegios Ermitagaña y Teresianas (Pamplona)
ven positivo fijar unas pautas para que el alumnado con TDAH desarrolle su
capacidad al máximo.
"Son alumnos a los que no les
tienes que pedir menos, pero que presentan un trastorno que les impide poder
demostrar todo lo que saben. Nuestro objetivo es ayudarles para que esos
condicionantes no sean un obstáculo". Son palabras de Kiko Sagardoy, uno
de los tres orientadores del colegio Teresianas de Pamplona, que asegura que la
orden foral "ha supuesto una oportunidad para darle una vuelta de tuerca a
lo que ya veníamos haciendo". Y es que para este centro, al igual que para
su vecino, el CP Ermitagaña, la atención educativa del alumnado con TDAH ya
formaba parte de su labor diaria. "Nuestra forma de trabajar ha cambiado
bastante poco", reconoce Félix Ramón, tutor de 6º de Primaria del colegio
público. Para la orientadora de este centro Noelia de las Heras, Educación
pretende "dar luz y voz" a todas esas personas que "ya
atendíamos en los centros". Lo que hace es "dar cobertura legal"
y regular la respuesta educativa "con unas bases mínimas para todos los
centros".
DETECCIÓN: "La alarma suele saltar en la
escuela, a los 6-7 años"
La detección y el tratamiento de este
trastorno, explican desde ambos centros, se aborda principalmente desde tres
ámbitos: sanitario, familiar y educativo. Pero casi siempre la voz de alarma
suele saltar en la escuela. "Son niños inatentos, que no paran, que no
pueden sentarse... Se percibe cuando tienen 4, 5 o 6 años. Presentan una
movilidad extra, desatención y/o dificultades en el lenguaje", explica
Ramón. Los orientadores ponen en marcha el protocolo de detección, evaluación y
derivación (actualizado con la aprobación de la normativa) y que consiste en
comprobar si el menor tiene este trastorno. "Primero hablamos con las
familias para validar si esos comportamientos se repiten en otros ambientes y,
con su consentimiento, pasan distintas pruebas. Si sospechamos que tienen TDAH
hacemos un informe para el pediatra pidiendo derivación a Salud Mental o Neuropediatría",
relata la orientadora del CP Ermitagaña. De confirmarse, estos profesionales
elaboran un informe psicopedagógico y se diseña la respuesta educativa. El tema
de la detección, en opinión de Sagardoy, "no ha variado, ya que estaba muy
bien ajustada: los casos que derivamos a Salud suelen ser ratificados".
RESPUESTA EDUCATIVA: Metodología
interactiva o más tiempo para hacer exámenes
Para elaborar la respuesta educativa, la
orden foral establece una lista de adaptaciones relativas a la metodología y a
la evaluación, que deben cumplir los centros escolares. En opinión de la
orientadora del CP Ermitagaña, la normativa se centra más en los exámenes y
recuerda que "antes hay un proceso de aprendizaje dentro del aula en el
que hay que llevar a cabo estrategias metodológicas para asegurarnos de que el
alumno es capaz de entender lo que explicamos o de atender durante los periodos
de tiempo establecidos". Algunas de las medidas este centro utiliza son:
- Situar al alumnado con TDAH en primera o
segunda fila ("se despistan con nada").
- Desarrollar metodologías de interacción
para mantener su atención o trabajos cooperativos;
- Realizar los exámenes "como tarde,
en la primera hora después del recreo".
- Controlar las agendas. "Este es el
nexo de unión diario entre profesores y familias", afirma Ramón.
En Teresianas, recuerda su orientador,
"trabajábamos más la atención en el aula en todos los niveles, pero sobre
todo en Infantil, Primaria y 1º ciclo de ESO, ya que conforme se avanza es más
difícil". En su opinión, la norma "fue una oportunidad de recordar el
trastorno, revisar nuestras medidas y analizar qué más podíamos hacer. Y nos
hemos centrado en los momentos de evaluación, ya que era donde teníamos menos
medidas aplicadas". Se reunieron a comienzos de curso y, en base a la
norma y las guías del departamento, diseñaron varias adaptaciones para los
exámenes:
- "Por ejemplo utilizar enunciados
corto, poner las palabras clave en negrita.
- Recordar a las familias cuándo hay
examen.
- Dejar más tiempo y revisar si han
contestado a todas las preguntas o se han dejado alguna por despiste".
Sagardoy, que destaca también la
importancia de la coordinación entre orientación, docentes y familias.
ATENCIÓN A LA DIVERSIDAD: Un trabajo
extra que no va acompañado de más recursos
La labor de adaptación metodológica y de
los exámenes, como se destaca en ambos centros, "supone un trabajo
extra", ya que además tienen que atender a 25 chavales más. "La
disposición del profesorado es extraordinaria, a veces se cansa, sí, pero luego
lo hacen porque saben que no son chavales vagos ni gamberros sino que tienen un
trastorno y es de justicia tomar medidas que equilibren esos
condicionantes", añade Sagardoy. De la misma opinión es el tutor de CP
Ermitagaña quien lamenta que la norma "no vaya acompañada de más dotación
de personal". "Somos los mismos haciendo el mismo trabajo, con menos
recursos y más alumnos", denuncia Ramón, que recuerda que "para
algunos la adaptación metodológica en el aula es suficiente pero hay otros que
requieren una adaptación del currículo". Y es que, afirma, "el TDAH
no siempre es puro y puede ir acompañado de otras dificultades". Por esta
razón, ambos centros tratan de que las medidas sean los más individualizadas posible
para dar la mejor respuesta educativa.
Otra de las cuestiones que consideran
fundamental es trabajar las emociones. "La autoestima es la base de todo
lo que estamos hablando, sentirse útiles, saber que saben hacer cosas y que los
demás le valoren y respeten por ello", afirma de las Heras. En este
sentido, el orientador de Teresianas añade que "es más sencillo con los
mayores, ya que son capaces de mirarse por dentro y comunicarse. Con los
pequeños es más difícil porque no son conscientes de por qué están
sufriendo".
En definitiva, el tutor del CP
Ermitagaña asegura que el quid de la cuestión es "el tratamiento de la
diversidad en general, ya que todos somos diferentes". "Yo siempre
digo a alumnos y familias que lo más importante es respetar a quien tenemos al
lado. Trabajar con esa sensibilidad te hace dar a cada uno lo que
necesita", concluyó Ramón.
EVALUACIÓN
- Soportes más visuales. Los docentes
deben utilizar distintos soportes y formatos de información, potenciando el
canal visual (TIC, pizarras digitales...).
- Metodologías más interactivas y
participativas. Se plantea la utilización de metodologías que permitan mayor
autonomía, participación y autorregulación del alumno en la realización de las
diferentes actividades que favorezcan aprendizajes motivadores, significativos
y vivenciales.
- Ubicación del alumnado. Estos alumnos
deben estar en 1º o 2º fila, lejos de puerta o ventana que le puedan despistar.
- Controlar la agenda. El docente debe
comprobar que el alumno ha apuntado las tareas en la agenda.
- Informar con antelación suficiente y
dar más tiempo. El profesor debe informar con antelación suficiente de un
examen y permitir al alumno que tenga más tiempo para responder y supervisar si
ha respondido a todas las preguntas cuando lo entrega.
- Más preguntas cortas, tipo test...
Plantea mayor diversificación en el formato de las pruebas y exámenes (orales,
por ordenador, preguntas cortas, tipo test...). También es importante destacar
las palabras clave de los enunciados.
- Valorar el esfuerzo. Es fundamental
valorar de algún modo el esfuerzo realizado por el escolar.
- Adaptar la Selectividad y pruebas de
a FP. La adaptación consistirá en tener las mismas facilidades que tienen en
sus centros.
FUENTE: