Por más que contemos con los mejores libros,
proyectos y materiales del mundo, eso no será suficiente para que los
estudiantes se interesen por aprender y trabajar si no están motivados.
La motivación, tanto intrínseca como extrínseca,
es un factor clave para el éxito de los estudiantes en todas las etapas de su
educación, y los docentes juegan un rol importantísimo en proveer y alentar esa
motivación. Obvio que es mucho más fácil decirlo que hacerlo, ya que todos los
estudiantes encuentran motivación de diferentes formas, y toma tiempo y mucho
esfuerzo aprender a entusiasmar una clase llena de niños.
Incluso los docentes mejor intencionados a veces
no cuentan con esa habilidad para motivar a sus estudiantes. Así, seas un
docente nuevo o uno experimentado, tengas esa habilidad para crear un interés o
no, intenta aplicar estos métodos para motivar a tus estudiantes y alentarlos a
desarrollar su potencial.
1. Brinda a tus estudiantes una
sensación de control
Mientras que la guía de un docente es importante
para que los estudiantes se mantengan motivados dentro de una consigna,
permitirles elegir y controlar un poco lo que pasa en clase es una de las
mejores maneras de mantenerlos comprometidos. Por ejemplo, permitirles elegir
el tipo de tarea a realizar o qué problemas trabajar puede darles una sensación
de control que puede motivarlos a hacer más.
2. Define los objetivos
Puede ser frustrante para los estudiantes
completar una tarea o comportarse correctamente en clase si no existen
objetivos claramente definidos. Los estudiantes quieren y necesitan saber qué
se espera de ellos para mantenerse motivados. A principio del año, plantea
objetivos claros, reglas y expectativas para que no haya confusión y los
estudiantes tengan metas por las que trabajar. Recuérdalas con frecuencia.
3. Crea un ambiente libre de
amenazas
Mientras que los estudiantes necesitan entender
que hay consecuencias de sus acciones, los reforzamientos positivos son mucho
más motivadores. Cuando los docentes crean un ambiente seguro y de apoyo,
afirmando que creen en las habilidades de sus estudiantes en lugar de describir
las consecuencias de no hacer determinada cosa, los estudiantes cubrirán las
expectativas que los adultos a su alrededor les comuniquen, así que concéntrate
en lo que se puede, no en lo que no.
4. Cambia el escenario
Una clase es un gran lugar para aprender, pero
sentarse en un escritorio día a día puede hacer que la escuela se vuelva
aburrida para algunos estudiantes. Para renovar el interés, dale a tus
estudiantes la posibilidad de salir del aula. Haz trabajos de campo, invita a
otros oradores o, simplemente, llévalos a la biblioteca para hacer alguna
investigación. El cerebro ama las novedades y un escenario nuevo puede ser lo
que tus estudiantes necesitan para mantenerse motivados por aprender.
5. Ofrece experiencias variadas
No todos los estudiantes responderán a las
tareas de la misma forma. Para algunos, será más fácil realizar las que
implican entregar algún trabajo. Otros amarán leer libros o trabajar en grupos.
Para mantener a todos tus estudiantes motivados, mezcla las tareas para que
aquellos con diferentes preferencias puedan enfocarse en aquello que más les
gusta. Hacer esto ayudará a los estudiantes a mantenerse comprometidos y
prestar atención.
6. Usa la competencia positiva
La competencia en clase no siempre es algo malo,
y en algunos casos puede motivar a los estudiantes a esforzarse y buscar la
excelencia. Trabaja para crear un espíritu amigable y competitivo en tu clase,
tal vez mediante juegos grupales relacionados con el material u otras
oportunidades para que los estudiantes puedan demostrar su conocimiento.
7. Ofrece recompensas
A todos les gusta recibir recompensas y ofrecer
a tus estudiantes la posibilidad de ganarlas es una excelente fuente de
motivación. Cosas como mirar películas, compartir una pizza, una calificación
positiva o algo tan simple como una etiqueta en un papel puede hacer que tus
estudiantes trabajen más duro y se esfuercen por alcanzarlos. Considera la
personalidad y las necesidades de tus estudiantes para determinar recompensas
apropiadas para tu clase.
8. Da responsabilidades a tus
estudiantes
Asignar a tus estudiantes trabajos de la clase
es una excelente manera de construir una comunidad y motivarlos. La mayoría
verá los trabajos como un privilegio más que una carga y trabajarán duro para
asegurarse de estar cumpliendo con las expectativas. También puede ser útil permitir
a los estudiantes que se turnen para liderar actividades o ayudar para que cada
uno se sienta importante y valorado.
9. Permíteles trabajar juntos
Mientras que no todos los estudiantes se
entusiasmarán por trabajar en grupo, muchos encontrarán divertido intentar
resolver problemas, hacer experimentos y trabajar en proyectos con otros
estudiantes. La interacción social puede entusiasmarlos y los estudiantes
pueden motivarse mutuamente para alcanzar una meta. Sin embargo, los docentes
necesitan asegurarse que los grupos estén equilibrados y sean justos, para que
no ocurra que algunos estudiantes estén trabajando más que otros.
10. Alábalos cuando se lo merezcan
No existe otra forma de motivación que funcione
mejor que las alabanzas. Incluso como adultos, necesitamos reconocimiento y
elogios, y los estudiantes de cualquier edad no son la excepción. Los docentes
pueden motivar a sus estudiantes recompensando el éxito públicamente, elogiando
un trabajo bien hecho y compartiendo trabajos ejemplares.
11. Alienta la autorreflexión
La mayoría de los niños quieren triunfar, solo
necesitan averiguar qué tienen que hacer para lograrlo. Una manera de motivar a
tus estudiantes es llevarlos a hacer una profunda introspección y determinar
sus propias fortalezas y debilidades. Los estudiantes suelen motivarse más al
crear este tipo de autocríticas que escucharlas de un docente, ya que los hace
sentirse a cargo de crear sus propios objetivos y metas.
12. Entusiásmate
Una de las mejores maneras de ver a tus
estudiantes motivados es compartir tu entusiasmo. Cuando estas entusiasmado por
enseñar, ellos estarán mucho más entusiasmados por aprender. Es así de simple.
13. Conoce a tus estudiantes
Conocer a tus estudiantes es mucho más que
memorizar sus nombres. Los estudiantes necesitan saber que el docente tiene un
interés genuino y se preocupa por ellos y por su éxito. Cuando los
estudiantes se sienten apreciados, esto crea un ambiente de aprendizaje seguro
y los motiva a trabajar más duro, ya que buscarán obtener cumplidos y una buena
retroalimentación de alguien que consideran que los conoce y respeta como
individuos.
14. Conecta con sus intereses
Conocer a tus estudiantes te traerá otros
beneficios, como permitirte relacionar el material de clase con cosas que a
ellos les interesen o hayan experimentado. Los docentes pueden usar ese interés
para hacer las cosas más interesantes para los estudiantes, manteniéndolos
motivados por más tiempo.
15. Ayuda a los estudiantes a
encontrar su motivación intrínseca
Puede ser genial ayudar a tus estudiantes a motivarse,
pero al final del día necesitan poder generar su propia motivación. Ayudar a
los estudiantes a encontrar sus propias razones para hacer el trabajo en clase
y trabajar duro, ya sea porque encuentren el material interesante, quieran ir a
la universidad o simplemente les encante aprender, es uno de los regalos más
poderosos que puedes obsequiarles.
16. Maneja su ansiedad
A algunos estudiantes les provoca mucha ansiedad
el hecho de fallar o no hacer el trabajo como corresponde. Ofréceles apoyo sin
importar cuál sea el resultado final y asegúrate de que los estudiantes no se
sientan tan abrumados por las expectativas.
17. Plantea metas altas pero
alcanzables
Si no estás empujando a tus estudiantes para que
hagan más que el mínimo, la mayoría no lo buscará por su cuenta. A los
estudiantes les gusta sentirse desafiados y trabajarán para alcanzar altas
expectativas mientras crean que esas metas están a su alcance, así que no
tengas miedo de empujarlos para obtener más de ellos.
18. Brinda retroalimentación y
ofrece posibilidades de mejorar
Los estudiantes que luchan con el trabajo de
clase pueden sentirse frustrados y perder motivación. En esta situación, es
crítico que los docentes ayuden a los estudiantes a aprender exactamente dónde
se equivocaron y cómo pueden mejorar la próxima vez. Encontrar un método para
llegar donde los estudiantes quieren estar puede ayudar a mantenerlos motivados
a trabajar duro.
19. Haz seguimiento del progreso
Puede que tus estudiantes no se den cuenta de
cuánto han avanzado, especialmente con asignaturas que les resultan difíciles.
Hacer un seguimiento a través de un registro puede ser útil en la clase, no
solo para los docentes sino también para los estudiantes. Los docentes pueden
utilizar esto como una forma de motivar a los estudiantes, permitiéndoles
apreciar de manera visual cuánto han aprendido y mejorado durante el año.
20. Haz las cosas divertidas
No todo el trabajo de clase necesita ser un
juego o un momento ameno, pero los estudiantes que ven la escuela como un lugar
en donde pueden divertirse están más motivados a prestar atención y hacer el
trabajo que se requiera de ellos, que aquellos que lo ven como una obligación.
Agregar diversión a las actividades en la escuela puede ayudar a los
estudiantes que luchan por mantenerse comprometidos y hacer de la clase un
lugar más amigable.
21. Provee oportunidades para el
éxito
Los estudiantes, incluso los mejores, pueden
frustrarse y desmotivarse cuando sienten que están luchando o no obtienen el
reconocimiento que otros estudiantes sí consiguen. Asegúrate de que todos
tengan una posibilidad de desempeñar sus fortalezas y sentirse incluidos y
valorados. Esto puede hacer una gran diferencia en su motivación.
Y tú,
¿cómo motivas a tus estudiantes?
Aquí podéis leer el artículo original (en inglés)
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