La
carga de deberes de cada niño o niña en edad escolar depende fundamentalmente
del profesor que le corresponda. Esto sucede incluso en el seno de un mismo
centro educativo, lo que en caso de que haya varios hermanos matriculados en
este puede poner de manifiesto enormes e incomprensible diferencias en las
tareas que han de acometer. Cuando esto ocurre, el niño que se ve en esa
situación no comprende por qué él o ella no puede jugar, descansar o estar con
sus padres, mientras sus hermanos y/o hermanas sí.
Un
exceso de deberes supone una gran frustración para un niño que quiere concluir
el trabajo asignado y ve cómo éste le sobrepasa y el cansancio no le permite
seguir estudiando. El rendimiento de los niños empeora si a la jornada escolar
se añade un exceso de tiempo para los deberes.
Un
niño que dedica un tiempo excesivo a las tareas escolares (según la OCDE la
media española es de 6,5 horas semanales en la ESO, pero hay niños que ya en
primaria superan esa media) puede llegar
a presentar síntomas de ansiedad y necesitar asistencia psicológica.
No
existe justificación para que un niño dedique tantas horas de su tiempo tras la
jornada escolar a realizar tareas muchas veces mecánicamente y que difícilmente
fomentan competencias como alguna de las recogidas en el Real Decreto 126/2014,
de 28 de febrero, por el que se establece el currículo básico de la Educación
Primaria:
4ª
Competencia. Aprender a aprender. Haciendo tareas repetitivas a diario el
estudiante no aprende a aprender, aprende en todo caso a mecanizar sus tareas.
5ª
Competencia. Competencias sociales y cívicas. El tiempo de convivencia
familiar, con otros niños en el parque o en otros espacios abiertos se reduce:
Los niños pasan tardes y tardes encerrados en su habitación. No pueden
desarrollar competencias sociales estando aislados.
6ª
Competencia. Sentido de iniciativa y espíritu emprendedor. Los deberes
pautados, repetitivos y abusivos no fomentan el espíritu emprendedor y la
iniciativa. La iniciativa surge desde dentro de cada niño o niña, por el propio
descubrimiento personal, y para eso es necesario tiempo libre e incluso tiempo
de aburrimiento.
Finalizar
el temario de los libros de texto y los ejercicios propuestos en ellos no
deberían ser el principal objetivo académico, puesto que el número de horas
lectivas para cumplirlos puede llegar a ser superior a las de que se dispone en
un curso escolar. Al no haber tiempo lectivo para ello, las tareas se realizan
en el hogar en perjuicio de los niños. Lo realmente importante debería ser
enseñar mientras se respeta el ritmo de los niños, sus necesidades de juego y
de descanso y su bienestar emocional.
Los
deberes abusivos provocan conflictos en las familias, que ven en la
conciliación de la vida laboral y familiar una utopía. Las largas jornadas
laborales se ven todavía más perjudicadas por las tareas escolares abusivas,
los padres no pueden compartir su tiempo con sus hijos o lo comparten para
ejercer de docentes.
Los
niños españoles no pueden seguir cargados de deberes. No resulta admisible que
los niños españoles dediquen a la semana tres horas más a los deberes que los
niños finlandeses cuyos resultados académicos, de acuerdo con los informes
PISA, son de los mejores del mundo. Los deberes repetitivos y abusivos no
mejoran el rendimiento escolar y sí afectan negativamente a la felicidad de los
niños y a la calidad de vida de las familias.
Pedimos
que se racionalicen los deberes de los alumnos españoles, con el
establecimiento de unas pautas para que las tareas se desarrollen en un tiempo
razonable y que estén acordes con la edad del estudiante. Pedimos
que se eliminen cuanto antes los deberes abusivos.
Los
deberes deberían estar consensuados entre los diferentes profesores de un mismo
centro y estos deberían ser conocedores del tiempo que implica cada tarea y del
conjunto de deberes que los estudiantes tienen cada día para que no resulten
excesivos en su conjunto.
Si estás de acuerdo, firma en:
FUENTE:
Los deberes y el TDAH
Los deberes son una verdadera
pesadilla para los niños con TDAH. También son la fuente de mayor estrés y
motivo de muchos síntomas de ansiedad en padres e hijos.
Los deberes condicionan muchísimo y de
forma muy grave. En España se da por hecho que los niños deben tener una
jornada de trabajo superior a la jornada laboral de un adulto. Debe hacer
deberes después de las 8 horas de estancia en el colegio, debe trabajar los
puentes, fines de semana, Navidades y, la mayoría hasta en vacaciones de
verano. Y los deberes son iguales para todos los niños, independiente de lo que
sepan, de lo que hayan trabajado en clase, de sus notas y de su capacidad
intelectual.
Una hora de deberes para un niño sin
TDAH se convierte en 3 horas para un niño con TDAH porque está agotado,
desmotivado y no tiene un profesional al lado (sino a su madre, normalmente).
Si a las tareas habituales hay que añadir, los trabajos no terminados en clase
y las tareas que necesita reforzar (normalmente, lectura, caligrafía o
matemáticas…), los deberes se convierten en una pesadilla para el niño y su
familia. Son un motivo de sanciones constantes: porque olvidó apuntarlos o
traer el libro, porque no quiso hacerlos, los realizó mal o bien pero con mala
presentación.
En España, los colegios todavía no
están preparados para atender las necesidades educativas de los niños con
Trastorno por Déficit de Atención o Hiperactividad
Las escuelas no están preparadas por
desconocimiento del trastorno (saben qué es en general, pero todavía persisten
muchos mitos sobre el TDAH). Además, el sistema no acompaña porque en muchas
comunidades no hay un protocolo claro de actuación y cuando lo hay, el centro lo
desconoce. De hecho, muchas veces son las asociaciones de padres las que tienen
que informar a los centros sobre lo que hacer. También, porque, al final, el
niño está en su aula dependiendo de su profesor (son de los pocos profesionales
que trabajan sin otro adulto presente) y muchas cosas dependen al final de su
buena formación, su buena actitud y su deseo de ayudar.
Isabel Orjales
Doctora en pedagogía y profesora de
Psicología Evolutiva y de la Educación en la Facultad de Psicología de la UNED
FUENTE:
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