Vacaciones,
ese período de descanso tan deseado y en el que esperamos escapar de las
tensiones cotidianas y de toda rutina, disfrutando de la familia y de
actividades propias de esta época. Lo más atractivo del verano es la libertad y
el lujo de no hacer nada… hasta que llega un momento en el que nuestros hijos
también se cansan de no hacer nada, se aburren con facilidad y el verano se
convierte en un espacio de malas conductas y mucho estrés.
¿Cuál es la razón?
La transición de un entorno familiar estructurado en la etapa escolar a unas
largas vacaciones desorganizadas y sin apenas rutinas. Con las vacaciones, los
hábitos y los horarios escolares se modifican pudiendo repercutir negativamente
en el funcionamiento del niño o niña con TDAH y su familia. Y es que las
personas con TDAH funcionan mejor con la previsibilidad, los hábitos y las
rutinas.
Veamos algunas estrategias para compaginar el tiempo de inactividad y
la feliz convivencia familiar.
LAS REGLAS
SON LAS REGLAS
Los meses de
verano inducen a la flexibilidad. Dicho esto, sin embargo, no debemos renunciar
a las reglas y rutinas básicas de la familia: asegúrese de que sus hijos siguen
los comportamientos establecidos el resto del año.
Es importante
mantener siempre que sea posible una serie de rutinas. Durante el curso
escolar, el niño con TDAH mantiene unas pautas y rutinas que en verano pueden
modificarse. Podemos acordar con el niño a qué hora debe irse a dormir y a qué
hora levantarse por la mañana, pero deben ser siempre el mismo horario durante
los meses de verano.
PREPARARLES
MENTALMENTE
Anticipar las
tareas que se vayan a hacer y explicarles de antemano los planes: cómo van a
llegar al lugar de vacaciones elegido, lo que van a hacer, dónde van a comer,
etc. Ofrecerles al menos cierto grado de previsibilidad con un mínimo de
sorpresas contribuirá a que nuestros hijos se mantengan calmados.
PLANIFICAR EL
TIEMPO
Los niños/as
con TDAH necesitan tener estructura para sentirse seguros y funcionan mejor
cuando saben qué esperar y qué se espera de ellos/as, por lo que es aconsejable
anticiparles las actividades que van a realizar al día siguiente. Además, mucho
tiempo libre hace que nuestros hijos se aburran. Para evitarlo, es mejor
planificar unas actividades organizadas con antelación en función de los gustos
y personalidad de cada niño o niña: clases de natación, visitar un museo, un
zoológico o un parque acuático. Estas actividades estimulantes les ayudarán a
mantener el interés y el compromiso.
Las
actividades deben responder a tres reglas básicas.
- Desarrollo lúdico. Propón actividades que siempre sean un juego.
- Afán de superación. Alaba y reconoce los logros, avances y mejoras de tu hijo.
- Metas. Anímale a fijarse y concluir objetivos y, cuando lo consigas, prémiale con una actividad especial (cine, paseos, excursión, etc.)
Introduzca en
el calendario también un tiempo para realizar alguna tarea doméstica. Hágale
“encargado de…”: el encargado de alimentar a la mascota, el encargado de regar
las plantas, etc. De esta manera, le demostramos nuestra confianza en que puede
llevar a cabo esa responsabilidad y se sentirá útil y válido. Cuando se
planifica con antelación y el niño/a lo escribe en el calendario es más
probable que lo haga. No olvidemos reforzar, al principio sobre todo, cuando
realice la tarea encomendada o, al menos, cuando lo intente; así les motivaremos para que
lo repitan y se esfuercen en hacerlo bien.
También es
importante dejar espacios en blanco, tiempos de inactividad cada día,
en los que nuestro hijo/a pueda hacer lo que quiera o incluso nada en absoluto.
Todos los niños/as, incluyendo a los más enérgicos, necesitan tiempo de
inactividad. Programe algunas actividades, pero permita que su hijo sea
creativo y que elija lo que le guste hacer. La mayoría de los niños pueden ser
increíblemente creativos a la hora de buscar las formas de divertirse.
Igualmente, es
recomendable que el tiempo al final del día sirva para que toda la familia se
relaje, lea y hable.
RECOMPENSAR
EL COMPORTAMIENTO POSITIVO
Reconozca y
refuerce el buen comportamiento con un sistema de recompensas, también en
vacaciones. Podemos seguir una economía de fichas o conceder privilegios
especiales, como jugar media hora más a su videojuego favorito o ir a ver una
película al cine.
Planifique
por lo menos un éxito al día. Asegúrese de que su hijo llegue hacer al menos
una cosa en la que sea bueno, que le guste hacer o que sea sencillo para que
pueda finalizarlo con éxito.
ACTIVIDADES
AL AIRE LIBRE
Realizar
juegos y deportes al aire libre contribuirá a que la impulsividad y la
hiperactividad se canalicen. Además de quemar el exceso de energía, les ayudará
a perfeccionar las habilidades motoras.
Montar en
bicicleta, jugar al balón en el parque o tomar un helado son tiempos de relax
necesarios para eliminar el estrés.
Las
actividades veraniegas pueden ser oportunidades para el aprendizaje y el
desarrollo de sus capacidades o para despertar la creatividad. Si buscamos
juegos que nuestro hijo domine aumentará su motivación y su autoestima. De la
misma manera, sirven para potenciar las habilidades sociales, fomentando la
relación con sus pares, la aceptación de normas y roles, así como el desarrollo
de la memoria y la atención.
Para desarrollar las habilidades sociales debemos
conversar mucho con nuestros hijos e hijas, haciendo hincapié en escuchar,
esperar el turno para intervenir, pedir por favor y dar las gracias, saludar, pronunciar las
palabras correctamente, formar frases bien estructuradas y aprender a relatar
hechos y acontecimientos por orden y centrándonos en lo que se quiere
transmitir.
OTROS JUEGOS
Los juegos de
mesa. Ayudan a desarrollar diferentes habilidades cognitivas: centrarse mejor,
manejar la frustración o aprender reglas y normas. La mayoría mejoran la
planificación y el razonamiento y algunos incluso promueven la atención, la
memoria, la organización, el pensamiento estratégico y la resolución de
problemas: parchís, tres en raya, damas, ajedrez, Monopoly, Trivial, etc.
Los juegos de
preguntas y respuestas ayudan a la adquisición de conocimientos y la atención.
El Monopoly ayuda a potenciar el razonamiento, la planificación y la gestión de
recursos, por ejemplo.
Juegos de
atención y memoria. El juego “Memory” ayuda a entrenar la atención y la memoria,
al tener que buscar dos imágenes iguales entre diferentes cartas. Otros juegos
consisten en la búsqueda de personajes u objetos en un libro, potenciando la
capacidad de atención, la discriminación y la memoria visual.
Los juegos de
cartas. Existen numerosos juegos de cartas para todas las edades, y diferentes
en función de los objetivos y la forma de jugar a ellos. Pese a que en todos
ellos interviene el factor “suerte”, el niño puede desarrollar con ellos su
capacidad de atención tanto en el propio juego como a la hora de conocer las
normas.
Para los más pequeños. Estos juegos
son más difíciles para los más pequeños, pues implican una capacidad de
atención durante un periodo de tiempo más o menos largo y requieren
planificación y estrategias. Para ellos/as, existen otros juegos que usan
ilustraciones con atractivos colores, como algunos juegos de dominó. El “tres
en raya” es también uno de los más apropiados para iniciarse en este tipo de
actividades.
Otros juegos
estimulantes para los más pequeños son los juegos de construcción y los de tipo
Meccano, que potencian habilidades de planificación, razonamiento espacial,
coordinación (ojo-mano), creatividad y desarrollo de imágenes mentales.
Más juegos
de razonamiento y coordinación mano – ojo: entre los juegos de este tipo más
populares se encuentran los juegos de enhebrar (se debe pasar un cordel por los
diferentes agujeros de un dibujo) en los que se estimula la orientación
espacial y la habilidad; los juegos de crear collares mediante el uso de
bolitas u otras piezas (son útiles para trabajar la planificación, la
visualización y la coordinación mano-ojo); los puzles (estimulan la
coordinación mano – ojo al mismo tiempo que mejoran la planificación, la
discriminación visual, el razonamiento y la atención); tangram y pentominos
(rompecabezas de figuras geométricas que ayudan a la mejora de la percepción
visual y la coordinación mano-ojo, entre otros). Dibujar (animales, cuentos, momento familiar y
paisajes) y colorear con distintos tipos de pintura (lápiz de color, cera,
témpera). Recortar y punzar (revistas, fotos, papel de seda, cartulina, rollos
de papel higiénico). Modelar plastilina, masa de pan y arcilla.
Juegos que estimulen las habilidades motoras: bicicleta, pelotas, comba y cuerda.
Juegos para
el desarrollo de la inteligencia lingüística: estimulan el uso de la
comunicación verbal, como es el caso de juguetes con voz, música o sonidos,
karaokes, juguetes que representan vehículos, cuentos con textos e imágenes,
instrumentos musicales…
Juguetes para
desarrollar la inteligencia lógico-matemática: juguetes electrónicos con
gráficos, juguetes de comparar, clasificar e identificar, brújulas, juegos matemáticos
para el ordenador…
Juguetes de
desarrollo de la inteligencia espacial: son aquellos que estimulan la capacidad
de pensar en tres dimensiones, como los vehículos manejados por radio control, los
gateadores, etc.
Juegos para
potenciar la inteligencia física y corporal: Aquellos juegos en los que el niño
mejora sus habilidades motrices, como el equilibrio físico o su destreza con
las manos. Algunos juguetes de este tipo son los coches, triciclos, toboganes,
balones, monopatines…
Juegos de
inteligencia musical: Son útiles para estimular la percepción de sonidos y
música, como es el caso de juguetes educativos electrónicos, juguetes
musicales, cajas de música…
Estos son
solamente algunos de los innumerables tipos de juegos que son aptos para la
mejora de la inteligencia infantil y de las diferentes habilidades de los
niños. Hay juguetes que tan solo desarrollan un tipo de inteligencia, si bien
la mayoría son útiles para potenciar más de una. Se debe tener en cuenta que el
juego elegido debe ser fácil de comprender, causar mucha curiosidad al niño,
que promueva el diálogo y que sea muy atractivo.
LAS COLECCIONES
A todos los niños/as les encanta coleccionar cosas, y el verano es un buen momento para iniciar o continuar una colección de la naturaleza: conchas de la playa, piedrecitas del campo, chapas de botellas, fotos, dibujos, insectos, etc. La recolección de los diferentes elementos promueve el pensamiento organizativo y la discriminación.
OTRAS ACTIVIDADES PARA REALIZAR EN VACACIONES…
Inventar,
dibujar y escribir poesías, cuentos, cartas a los amigos.
Adornar
folios usando variados materiales.
Jugar a la 'cadena' de palabras. Ejemplo: a un
grupo de tres o más niños, uno dice una palabra, el siguiente dice la palabra
del anterior y añade otra, etc. Va abandonando el juego el niño que no consiga
añadir palabras nuevas.
Jugar al
ahorcado, al “Veo, veo””. Inventar frases de 3, 4, 5 o más palabras, jugar con
los números sumando las cifras de las matrículas de los coches, etc.
UTILIZAR LA
TECNOLOGÍA PARA ENTRETENER
Hay muchos
tipos de programas informáticos concebidos para divertir y educar a nuestros
hijos. Los hay de ciencias, de geografía, de rompecabezas, etc.
RECURSOS DE LA COMUNIDAD
Aproveche las
oportunidades recreativas y educativas que ofrecen la mayoría de las ciudades:
campamentos urbanos, grupos de teatro infantil, etc.
LOS DEBERES
Si el niño o
la niña tienen que estudiar, es aconsejable que los deberes y el tiempo de
estudio se realicen por la mañana, en las horas en las que el niño/a tiene más
capacidad de atención y concentración, y dejar el resto del día libre para las
actividades lúdicas.
POTENCIAR LA
LECTURA
Todos sabemos
lo importante que es para el desarrollo intelectual de los niños adquirir un
buen hábito de lectura, pues les brinda la oportunidad de experimentar multitud
de sensaciones y de desarrollan su imaginación. Puede que a nuestro hijo/a no
le guste leer, o quizás es que no ha encontrado un libro que realmente le
guste. ¿Qué haces tú cuando un libro no
te gusta? ¿Lo abandonas verdad? Es aconsejable no obligar a tu hijo a que
termine de leer un libro si no le gusta. Así, evitaremos sentimientos negativos
en él hacia la lectura.
Recuerda que
el libro no es para ti, sino para tu hijo. Muchas veces sin querer le sugerimos
libros que nos gustan a nosotros, pero hay que tener en cuenta sus propios
intereses. Fíjate en las películas, los dibujos o los videojuegos que le gustan
e intenta encontrar libros sobre temas similares: animales, astronomía,
naturaleza etc. Dejemos que nuestro hijo/a elija los libros o cuentos a leer y
pactemos con ellos el “tiempo de lectura”, durante la siesta o antes de ir a dormir,
lo que les ayudará a aflojar el ritmo para conciliar el sueño.
Puedes
acudir con él a una biblioteca. Allí
podrá ojear gran cantidad de libros y llevarse a casa el que elija. En el caso
de que no le guste podrá devolverlo. Una vez que el niño haya descubierto qué
tipo de libros le gustan, podéis entonces ojear las alternativas que os ofrecen
las librerías, comprando el ejemplar y teniéndolo en casa para que pueda leerlo
cuantas veces quiera.
Enséñale un
libro y déjale que lo juzgue según su portada. Si tu hijo no se siente atraído
por la portada, no lo presiones y pasa al siguiente que llame la atención desde
el principio. Si en algún momento a tu hijo le gusta algún autor, no dudes en
buscar más libros suyos pues muy probablemente también le gustarán.
Os copio unos
consejos para motivar a nuestros hijos en la lectura, sacados de http://www.colegio-santagema.es/
Cómo hacer
una lectura motivante en Infantil:
Lee el texto
con tu hijo, invitándolo a participar de la lectura. Haz tonos de voces y
sonidos variados de acuerdo con la trama y personajes del cuento. Invita a tu
hijo a dramatizar la historia. Puedes inventar un final diferente para el
cuento leído o sacar la moraleja del cuento y los valores trabajados en este.
Cómo hacer
una lectura activa en Primaria:
Anímale a que
lea el texto en voz alta bajo tu supervisión para ayudarle a corregir la fluidez y entonación.
Es esencial que al leer se cuiden mucho estos dos aspectos (5-10 minutos).
Proponle leer
en voz baja para asegurarte de que la comprensión del texto ha sido adecuada (5-10
minutos).
Pídele que
subraye las palabras desconocidas y apúntalas en un cuaderno (2 minutos).
Buscad las
palabras en un diccionario y cread un glosario por capítulos/páginas (5-10
minutos).
Si
fraccionáis el tiempo de lectura (dos capítulos si le cuesta trabajo), siguiendo
estos pasos de no más de 10 minutos cada uno, seguro que se les hace más
llevadero.
Este tipo de
ejercicio de lectura activa no es convencional y requiere un esfuerzo mental
por parte del niño y del adulto que lo supervisa pero es un método eficaz de
verbalización y potencia el lenguaje oral de manera progresiva alcanzado
resultados muy llamativos.
Como
alternativa, puedes proponerle escuchar los libros: los audiolibros suponen una
motivación para el lector pues ayudan a desatar la imaginación, visualizar las
escenas, sentir las diferentes modulaciones de voz, etc.
Cómo promover
la lectura en Secundaria:
Socializa la
lectura: hay webs (goodreads) donde se pueden compartir opiniones y recibir
recomendaciones sobre cualquier tipo de libro.
DORMIR LO
SUFICIENTE
Es tentador
dejar que los niños se acuesten más tarde en verano, pero recordemos que la
falta de descanso conduce a la irritabilidad y a las rabietas en cualquier
época del año.
FUENTES:
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