Mi hijo es TDA, sin H. Es un trastorno de atención que provoca dificultades en la planificación, en la memoria a corto plazo, en la selección de información. Estos niños son inatentos, con dificultades para concentrarse. No tienen un problema de inteligencia, sino de organización y de autocontrol de la atención, de las emociones, de la conducta y la relación social. No son más torpes que otros, pero sí necesitan un profesor que se implique, que se preocupe, que sepa estimularlos y que utilice refuerzos positivos. Continuamente, necesitan que se les reconozca su esfuerzo, que se les motive y, sobre todo, que les valoren y acepten.
Luis Rojas Marcos, célebre TDAH, dijo en una ocasión que en su vida tuvo dos ángeles: su madre y una profesora que creyó en él.
Tras 13 años en el colegio, nos vemos obligados a buscar ese “ángel” en otro centro.
Es muy fácil educar a niños sin problemas, pero la vocación y la profesionalidad se demuestran en todos los campos. Los TDAH son diamantes en bruto; tan sólo necesitan cruzarse en su camino con quien sepa tallarles.
FUENTE:
mira Gloria, yo tengo un niño con tdah de 10 años y voy por el tercer colegio...No te lo hacen precisamente fácil...-
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