El
síndrome de estrés posvacacional ya no es solo cosa de adultos. Los cambios de
horario, retomar las actividades extraescolares y las nuevas obligaciones que
conlleva la vuelta al cole son los causantes de este esta tensión en un número
cada vez mayor de niños. «Es normal que al volver de las vacaciones la gente se
sienta triste y apática; las personas no somos máquinas, y notamos el cambio al
reincorporarnos a nuestra actividad cotidiana; nos espera mucho trabajo,
tensiones, problemas, rutinas...; es decir, una agenda llena de obligaciones.
Los
niños también necesitan un pequeño periodo de adaptación, para retomar sus
costumbres habituales y sus horarios de descanso, y para desacelerar su ritmo
vacacional.
Un
estudio realizado por el Nationwide Children's Hospital (EEUU) asegura que,
incluso, durante los meses posteriores al verano aumentan los casos de dolor de
cabeza en niños y adolescentes entre los cinco y los 18 años, como consecuencia
de los cambios de rutina y el estrés de la vuelta al colegio.
Muchos
son los niños que ven los anuncios de la vuelta al cole y se les ponen los
pelos como escarpias. En esa publicidad aparecen niños felices, con una sonrisa
de oreja a oreja, deseando volver al colegio. Pero, sinceramente, ¡no son representativos!
Igual
que para los adultos tampoco hay campañas de hombres y mujeres saltando por los
aires y vociferando ¡¡viva la vuelta al trabajo!! Los niños disfrutan del
verano, del descanso, de la playa y de los viajes igual o más que nosotros. Y
su periodo de vacaciones es más largo, con lo que la vuelta todavía es más dura.
Las personas somos animales de costumbres y ellos se han acostumbrado a
levantarse tarde, a no tener exámenes ni deberes, en definitiva, a no tener
presión. Sí obligaciones, porque tienen que asumir responsabilidades en casa,
pero en vacaciones, todo es más fácil.
Los
adultos deberíamos tener más en cuenta la opinión de niños y adolescentes para
animarles con la vuelta al cole y directamente preguntarles qué les motiva y
qué haría que todo fuera más sencillo.
CONSEJOS:
- Los niños repiten lo que ven y lo que oyen. Si inundamos la casa de negatividad con la vuelta a la rutina y como padres verbalizáis, ¡qué horror, levantarnos temprano, se ha acabado lo bueno!, lo normal será que vuestros hijos lo imiten.
- Lo nuevo atrae. A todos nos gustaba estrenar mochila, estuche o incluso los bolígrafos y lápices. Ahora hay infinidad de libretas, colorines, agendas y material escolar atractivo. Prepara la vuelta con ellos, deja que elijan dentro de lo que es negociable y disfruta esa tarde.
- No hagas comentarios negativos del tipo ¡qué ganas tengo de que volváis al colegio!, como si tus hijos te sobraran en casa. Estos comentarios no hacen el colegio atractivo, sino que se asocian que el colegio es el lugar en el que dejo de molestar y dejo a mis padres tranquilos. Y con ello el colegio se convierte en algo que me separa de zona segura y confortable.
- Inculca el valor del agradecimiento en tus hijos. Ser agradecido con la posibilidad de ir a un colegio, tener compañeros, profesores que se interesan por tu educación, tener material escolar y todas las facilidades. Lo que para unos niños es simple rutina, para otros es un lujo. Tenía pendiente de ver la película Camino a la Escuela con mis hijos. Es la historia de cuatro niños que tienen que recorrer largas distancias y muchas dificultades para ir al colegio. Les impresionó. Se dieron cuenta de que volver al cole era mucho más sencillo de lo que imaginaban y que tenían mucha suerte de tener tantas cosas confortables a su alrededor.
- Haz una lista de propósitos. A todos nos motiva tener objetivos nuevos. Marca tú los tuyos relacionados con el trabajo y tu vida personal e involucra a tus hijos para que decidan los suyos. No les pongas tú lo que crees que deberían hacer, deja que opinen, que tengan iniciativa y que se reten ellos mismos. Solemos tener más compromiso con lo que nosotros decidimos que con lo que deciden por nosotros.
- Ve poco a poco adaptando la rutina de tus hijos a la que van a tener en el colegio. No se puede pasar de acostarse a las once a hacerlo a las nueve de un día para otro. Sobre todo, hay que regular la hora de irse a la cama, de levantarse y de comer, para que los niños se adapten lo antes posible a la nueva rutina y acusen menos el cambio. Hay que volver a establecer tiempos máximos para desayunar y para comer, tal y como se hace durante el horario escolar. Unos diez días antes, modifica horarios, pídeles que vayan ordenando sus mochilas, la ropa de deporte, preparando un calendario, etc. De tal forma que el día previo al cole esté todo listo.
- Haz memoria selectiva. Podéis hacer un ejercicio en el que recordéis todas las vivencias positivas y divertidas del año escolar pasado. Podéis hacer un collage en una cartulina que recoja lo que aprendieron, momentos que no desean olvidar, situaciones divertidas o ridículas, excursiones, etc. Se trata de hacer un resumen o anuario que contenga todo lo positivo.
- Resalta las fortalezas, virtudes y talentos de tus hijos en relación al colegio. Muchos padres tienden a hacer hincapié en lo que falló el año pasado para que éste no se repita y así les generamos una imagen negativa de ellos y del colegio. No hagas comentarios del tipo “y este año más atención, ¿eh?”. Sustitúyelos por comentarios como: “¡Este año igual de responsable que el año pasado!”. Hará que tus hijos se sientan seguros.
Y
armaros de paciencia. Cambiar hábitos siempre cuesta, pero al final, con un
poco de motivación y actitud, todos lo conseguimos.
FUENTE:
Por su parte, la
psicóloga Silvia Álava explica las claves para que los padres consigan
convertir la vuelta al colegio en una experiencia positiva y nada traumática:
- Se debe hacer hincapié en lo positivo de volver al colegio: ver de nuevo a los amigos, jugar con ellos en el recreo, continuar con las actividades extraescolares que les gustan...
- Cuando se pongan 'tontorrones', diciendo que no quieren ir a clase y que quieren seguir de vacaciones, los padres les dirán que a ellos también les encantaría seguir de vacaciones, pero que hay que volver al colegio y a trabajar, y que eso también tiene muchas cosas buenas. Si siguen insistiendo en que no quieren, cambiaremos de tema preguntándoles a qué han jugado en el patio, cómo se llama su compañero de pupitre, si hay niños nuevos en clase...; de tal forma que desviemos su atención a los aspectos positivos de la vuelta a las aulas.
- Es importante que los padres sirvan de ejemplo a sus hijos. Recordamos que los niños aprenden principalmente por 'modelado, por lo que si ven que sus principales modelos se adecuan de forma rápida y positiva a su vida cotidiana, será más fácil para ellos.
FACILIDADES
TAMBIÉN PARA LOS PADRES
Mientras
los pequeños se enfrentan a los nuevos horarios y la vuelta a la rutina, los
padres lo hacen a un sinfín de gastos. Libros de texto, material escolar,
uniformes, comedor, actividades extraescolares... Una encuesta de la OCU
realizada en 2013 calculaba el gasto medio por alumno en 1.874 euros anuales.
Estas
son algunas recomendaciones que se pueden seguir para ahorrar en la vuelta al
cole:
- Reutilizar libros: Cada vez más colegios cuentan a principio de curso con un sistema de intercambio de libros promovidos por asociaciones de padres o profesores. Además, se puede optar por la compra de segunda mano en webs especializadas en libros de texto usados, como relibrea.com o bolsadelibros.es. Según un estudio realizado por Segundamano y Milanuncios, el precio medio de un libro de segunda mano para Primaria o la ESO es de 11,7 euros y de 14,1 euros si se trata de libros de Bachillerato. En el caso de los libros nuevos, estos precios se elevan a 20,8 euros y 25,8 euros, respectivamente, según los últimos datos de la Federación de Gremios de Editores de España. Decantarse por esta opción pueden hacer ahorrar aproximadamente unos 100 euros por hijo.
- Evitar duplicar el material escolar: Es recomendable hacer un inventario de lo que ya se tiene antes de hacer las compras. Además, con un poco de imaginación, es posible personalizar cuadernos, estuches, carpetas o mochilas del año anterior para reutilizarlos y que parezcan nuevos.
- Compartir transporte escolar: Utilizar el transporte público o, en caso de optar por el coche particular, turnarse entre varios padres para reducir tiempo en los desplazamientos, evitar atascos en la salida del colegio y ahorrar en combustible.
- Buscar y comparar: Gracias a Internet, es posible buscar y comparar las mejores ofertas en relación calidad-precio sin moverse de casa. ¡Hagamos buen uso de esa ventaja!
FUENTE:
PARA
LOS ADULTOS: Cuatro consejos para superar la vuelta de vacaciones
- Dedícate tiempo a ti mismo. Treinta minutos diarios bien invertidos pueden ser tiempo suficiente para despejarte. Aprovecha para hacer algo que te guste y te llene realmente: leer, escuchar música, pintar, jugar con tus hijos, ir a clases, ver una exposición.... El objetivo es que compenses el estrés con algo que te haga sentir vivo y dé sentido al día. Es imprescindible que ese rato alejado de las obligaciones y deberes sea también parte de tu rutina.
- El orden será tu aliado. Seguir unas pautas fijas en tu rutina te dará sensación de control sobre tu vida. Levantarte a la misma hora, ir a hacer la compra siempre en el mismo momento... Esas pequeñas cosas otorgarán estabilidad a tu día a día y te harán sentir que todo está bajo control.
- Aprende a frenar el ritmo. Muchas veces uno no es consciente de la cantidad de estrés que soporta. Una buena forma de no sucumbir al ritmo acelerado es, simplemente, decir "me tomo un descanso". Con dos o tres parones de cinco minutos al día tu calidad de vida mejorará notablemente. Utiliza ese tiempo para pensar en cosas que te hagan desconectar del trabajo y las obligaciones. Una vez pase el rato de evasión te sentirás mucho más tranquila y afrontarás mejor tus quehaceres cotidianos.
- Haz ejercicio. No solo tu cuerpo, sino también tu mente necesita que hagas deporte. Ir a correr o al gimnasio dos o tres veces a la semana puede ahorrarte mucho estrés. Durante el tiempo de entrenamiento tu cabeza estará concentrada en el propio ejercicio y se alejará de los problemas y del trabajo. Después de la actividad física sentirás realmente que te has quitado un peso de encima.
Luchar
contra el estrés es a veces una batalla dura. Estos consejos te valdrán a
mantenerlo para raya, aunque en ocasiones no basten. La irritabilidad y el
nerviosismo suelen acarrear también dificultades para dormir. De modo que, para
ponerte en marcha con fuerza después de vacaciones, no olvides mimarte y tomar
las medidas oportunas para que la ansiedad no pueda contigo.
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