ATENCIÓN: ¿CÓMO PROCESA NUESTRO CEREBRO 34 GIGAS DE INFORMACIÓN AL DÍA?
El
estar sometidos a infinidad de estímulos diarios provoca que nuestro cerebro rechace
todos aquellos datos que no sean relevantes o que no supongan un peligro para
nuestra supervivencia. Pero ¿por qué algo llama, o no, nuestra atención?
La
atención es una función cognitiva de nuestro cerebro que consiste en mantener
un acontecimiento exterior o interior en un determinado nivel de conciencia, en
otras palabras, tener algo en cuenta o en consideración.
Pero ¿por qué algo llama,
o no, nuestra atención?
El
problema es que este proceso que lleva a cabo nuestro cerebro funciona como un
filtro del que no siempre somos conscientes. Lo estable no genera peligro así
que conseguir llamar la atención de un individuo debe ir ligado a la posibilidad
de presentar algo novedoso o sorprendente o que, de alguna manera, incida sobre
los intereses del usuario (de manera positiva o negativa puesto que nos
provocará igual o mayor nivel de alerta algo que pueda generarnos placer como
aquello que amenace nuestra supervivencia).
Por
otra parte, también existe lo que entendemos como atención voluntaria, que
consiste en seleccionar aquella información que produce en nosotros un deseo o
necesidad con el fin de lograr un objetivo.
O la atención selectiva, basada en
realizar un filtrado consciente de los estímulos que recibimos para quedarnos
solo con aquello que nos interesa y sobre lo que focalizamos nuestra atención, abstrayéndolo
del entorno e ignorando otra información que en ese momento no es relevante.
Evidentemente,
nuestra atención también puede estar repartida: atención dividida (lo que conocemos
como hacer dos cosas a la vez). En este caso, no todos los individuos tienen la
misma capacidad para discernir y discriminar las interferencias que recibimos
del medio. Hay personas incapaces de concentrarse escuchando música y otras a
las que incluso les relaja y les ayuda aún más a focalizar su atención.
Hay
muchos factores que pueden influir de lleno en nuestra capacidad de concentración.
Dormir mal reduce las capacidades cognitivas del cerebro y por tanto reduce la
atención. Estar 24 horas sin dormir supone para nuestra concentración los
mismos efectos que tiene una persona cuando supera el límite de alcoholemia.
PERO,
¿ES FÁCIL MANIPULAR LA ATENCIÓN?
Uno
de los oficios más viejos y más duchos en esta tarea es el de los magos,
auténticos especialistas en la manipulación. Los ilusionistas han realizado
trucos durante años de forma intuitiva pero, sin embargo, todos tienen un
fundamento científico. ¿El secreto? ‘Ceguera por desatención’ o, lo que es lo
mismo, somos ciegos a aquello ante lo que no prestamos atención. Centrar
nuestra conciencia en algo muy concreto hace que nuestro cerebro omita cosas
obvias y, en la mayor parte de los casos, muy evidentes.
Cuando
vas a ver un espectáculo de magia sabes de antemano que hay truco. Sin embargo,
nuestra atención es un recurso limitado y, a pesar de que los magos juegan en
desventaja, la gran mayoría de las veces engañan a nuestro cerebro.
¿Crees
que pueden manipularte? ¿Quieres hacer la prueba? Os invitamos a observar con
atención el siguiente vídeo y a que saquéis vuestras propias conclusiones.
FUENTE:
LA
ECONOMÍA DE LA ATENCIÓN: INTERÉS X CONTEXTO
Solemos
hablar mucho sobre la importancia que tiene la atención como variable clave
dentro del mundo actual. ¿Sabemos realmente de qué estamos hablando? ¿Por qué
es tan importante? Vamos a intentar organizar una serie de ideas sobre este
tema.
LA
ATENCIÓN (según Wikipedia):
La
atención es la capacidad de aplicar voluntariamente el entendimiento a un
objetivo, tenerlo en cuenta o en consideración. (…) Tradicionalmente, se ha
considerado de dos maneras distintas, aunque relacionadas:
Primera
parte
Por
una parte, la atención como una cualidad de la percepción hace referencia a la
función de la atención como filtro de los estímulos ambientales, decidiendo
cuáles son los estímulos más relevantes y dándoles prioridad por medio de la
concentración de la actividad psíquica sobre el objetivo, para un procesamiento
más profundo en la conciencia.
Si
quisiéramos realizar una ecuación que nos ayude a entender qué es esta primera
parte de la atención, vendría definida por:
ATENCIÓN
= F (INTERÉS, CONTEXTO)
Segunda
parte
Por
otro lado, la atención es entendida como el mecanismo que controla y regula los
procesos cognitivos; desde el aprendizaje por condicionamiento hasta el
razonamiento complejo.
Es
decir, la atención es el factor clave para el conocimiento. Hoy en día, en el
mundo en que vivimos, la clave de la educación no está en el acceso a la
información, sino en la atención que le dedicamos. Sin atención no hay
recordatorio de la información que recibimos. Por ello la atención se vuelve
crítica en los mercados sobresaturados de información.
¿POR
QUÉ HABLAMOS TANTO DE LA ECONOMÍA DE LA ATENCIÓN?
Las
cosas se ponen más interesantes cuando nos damos cuenta que la gestión de la
atención no es sólo un problema para el aprendizaje. Es también un gran
problema para los medios de comunicación (lugares donde se informan las
personas) y para cualquier ente que quiera comunicarse con las personas (anunciantes,
partidos políticos,…). La caída de la atención -por la sobresaturación de
información que recibimos- perjudica a sus economías. Además, los consumidores
saben que en un mundo de abundancia, la falta de relevancia de una información
puede ser sustituida de forma muy rápida por otra que sí lo es (con un clic).
Por
ello, en la economía de la atención se vuelve cada vez más importante
satisfacer a las personas ofreciendo información interesante y relevante, es
decir ofrecer información de valor.
El
mejor ejemplo para entender la economía de la atención es Google. ¿Os habéis
planteado cuáles son las claves del éxito de su buscador? Fue precisamente
entender las claves de la economía de la atención. En la pantalla de entrada no
tienes demasiadas distracciones. Sólo te pregunta qué es lo que te interesa. No
tienes estímulos para distraerte. Tú escribes lo que te interesa. El resultado
es la combinación de información que te interesa (lo que buscas), organizado
por orden de relevancia (el resultado). La clave del éxito de Google es
conseguir combinar interés y contexto, por lo que se asegura nuestra atención.
FUENTE:
LA
INFORMACIÓN QUE PODEMOS MANEJAR
En
estos tiempos que corren ha surgido un término que se denomina infoxicación (término
acuñado por Alfons Cornella). Aunque la palabra suena rara simplemente se
refiere a que, hoy en día, recibimos tanta información que, en vez de ayudar,
nos colapsa, nos estresa y no nos ayuda a vivir mejor (nos intoxica). Tenemos
un problema de sobrecarga de información.
Si
uno piensa en cuanta información hay en el mundo es fácil concluir que es
mucha, demasiada. De hecho en un mes (yo diría que en 1 día) hay mucha más de
la que podemos procesar en toda nuestra vida. Se dice que en una semana del
periódico New York Times hay más información que la que una persona del Siglo
XXVIII podía tener en toda su vida. Y si nuestro cerebro no ha cambiado tanto
(es fruto de miles de años de evolución) probablemente no seamos tan diferentes
a alguien de hace 300 años. Sí podemos mejorar cómo manejamos la información,
pero no tanto cómo nuestro cerebro la procesa.
Una
iniciativa interesante son los informes HMI (How Much Information?) donde se
estudia la información que recibimos.
Algunas conclusiones y ejemplo de datos (para
EEUU, año 2010) son que en un día:
- Una persona consume unas 12 h de información
- Eso son unas 100 mil palabras
- Equivalentes a 34 GigaBytes (unos 10 DVDs)
- Sobre todo visual (especialmente la TV)
Hoy
en día recibimos mucha, mucha información (y la mayor parte de baja calidad).
Podemos
ver la información que podemos manejar de otra manera.
Por ejemplo en palabras por minuto (ppm):
- Leemos a 200 ppm. (La velocidad de lectura tiene mucho que ver con el nivel de educación: cuanto más alto mejor leemos en cantidad y en calidad (entendemos mejor según lo que nos interesa). Pero se puede leer mucho más rápido (hasta 1.000 ppm) si lo que hacemos es una comprensión superficial (al 70%). Todo depende de lo que nos interese y del material que estemos leyendo. Pero 200 ppm es un buen indicador de referencia para personas con formación media/alta).
- Hablamos a 200 ppm. (En realidad leemos más rápido de lo que hablamos (en general) pero voy a suponer el mismo dato (200 ppm) para simplificar y que sea fácil de recordar. En realidad cuanto más rápido hablamos, menos nos entienden. Una velocidad adecuada de hablado serían 150 ppm o incluso 100. Un buen ejercicio (que me tengo que aplicar) es hablar más despacio y leer más rápido (entendiendo).
Es
decir, que 100.000 palabras en un día serían unas 8 horas con total atención. 8
h sin parar. Ese es el problema: sin parar. Nuestro nivel de atención es un
tema complejo (da para todo un curso) pero una cosa está clara: nuestra
atención es limitada. Muy limitada. Es decir, de toda la información que
recibimos en un día procesamos muy poca.
En
Internet, por ejemplo, leemos el 20% de lo que hay (How Little Do Users Read?).
4 de cada 5 palabras, ni las leemos. Nuestro cerebro (que es inteligente)
cuando hay mucha información:
- O se cansa
- O desconecta (no atiende)
Nuestro
tiempo de atención es un recurso valioso y el cerebro lo cuida muy bien.
Por
ejemplo, ¿qué información podemos manejar en 5 minutos? Algunos ejemplos:
- Leernos un pequeño informe (de 2 o 3 páginas)
- Escuchar una canción que nos gusta (o casi dos)
- Ver un video en Internet
En
realidad 5 minutos son muchos y muchas veces no los tenemos porque la relación
entre el tiempo y la atención es un equilibrio porque:
- Necesitamos tiempo para comprender (y aprender): A mayor atención, mayor comprensión
- Nos cansamos: A mayor tiempo de atención, mayor cansancio.
¿Cuál
es el equilibrio? Depende de la persona (lo que busca) y de la información
(nivel de complejidad). No es lo mismo estudiar la fórmula de una hipoteca
(necesitamos mucho tiempo, al menos yo que nunca la he entendido) que la
Fashion Week de Cibeles. Lo más complejo, necesita más tiempo. Claro que es más
rollo leer un informe de 4 páginas que disfrutar un video divertido, pero todo
depende de lo que busquemos (y lo que tengamos que hacer).
Ahí
es donde se dice que la información visual es importante (si está bien hecha),
simplemente envía más información en menos tiempo. Si una imagen vale más que
1.000 palabras, podríamos decir que entendemos 4 veces más rápido las imágenes.
Si
una imagen vale más que 1.000 palabras, en realidad 1.000 palabras, son unas
70.000 letras, que son unos 70 K. Técnicamente podríamos decir que nuestro
ancho de banda es mayor (más información en menos tiempo) con imágenes que con
textos. Pero esto es a cambio del nivel de comprensión. El mensaje no es el
mismo. Por eso, es importante leer (y escribir) bien. No es tan fácil.
El
uso de mapas conceptuales e información visual para organizar información nos
ayuda mucho a entender los conceptos. En realidad no es exactamente así, lo que
ocurre es que la información la procesamos de forma diferente. La capacidad de
proceso de nuestro cerebro es diferente para leer textos porque es racional
(proceso secuencial, un canal, lado izquierdo del cerebro), mientras que las
imágenes influyen en nuestra parte emocional emocional (proceso en paralelo,
varios canales, lado derecho). Por eso la información visual tampoco resuelve
todo el problema.
En
definitiva, ni tenemos el tiempo ni tenemos la atención para toda la
información que recibimos: vivimos intoxicados de información, infoxicados. Y a
mayor saturación de información menor capacidad de decisión. Y se trata de
fortalecernos y decidir según nuestros intereses (no del que nos infoxica).
Nuestro poder está en el conocimiento y en las competencias, no en la
información. Se trata de distinguir lo importante de lo irrelevante. (Para
distinguir lo importante de lo irrelevante se habla siempre de la regla 80/20, el
principio de Pareto: en nuestro trabajo por ejemplo, realizamos el 80% de
nuestras tareas en el 20% de nuestro tiempo, y tardamos el 80% del tiempo
restante en hacer solo el 20% de lo que nos queda por hacer (de 8 horas de
trabajo, realizamos la mayoría de nuestras tareas en solo 1,6 horas).
Si
nuestro tiempo es limitado es importante saber para qué lo queremos.
Y
si he logrado atrapar tu atención hasta aquí pues estas son tres competencias
que estoy aprendiendo para no infoxicar a otros:
- Aprender a Escribir Bien (un correo electrónico o textos en general)
- Aprender a Comunicarme mejor (con una buena presentación)
- Aprender a Simplificar (Menos es Más)
FUENTE:
Hola: es muy interesante todo el material y conceptos que nos expones sobre la atención o la falta de atención. Ya leo que tus hijas sufren déficit de atención y me parece fabuloso que tu a través de tu blog acerques este tema a muchos padres que seguro que se sienten identificados con tu caso. Acabo de descubrir tu blog y me quedo por aquí. En este momento tengo un blog dedicado a los jóvenes y Educación que te invito a visitar: http://cativodixital.blogspot.com.es/ . Si quieres seguimos en contacto. Yo ya me hice seguidora de tu blog.
ResponderEliminarTambién he visitado tu blog y es estupendo.
ResponderEliminarClaro, seguimos en contacto y visitándonos.
Muchas gracias Marta!!!