El Confidencial. Rocío Mayoral.
25/02/2013
“Mi hijo es hiperactivo. No lleva
audífono ni silla de ruedas como otros niños de su colegio pero, aunque su mal
no se vea, él también necesita ayuda… y nosotros. Ya no sabemos qué hacer y lo
que es peor, creo que el colegio tampoco”. La autora de estas palabras es Ana,
madre de un chico de 14 años, diagnosticado de TDAH desde que tenía seis.
Por desgracia aún existen muchos padres
con un sentimiento parecido, que se sienten desorientados y a veces solos ante
las dificultades de sus hijos. En los últimos años, muchos han sido los logros
pero falta mucho por hacer: son necesarios más estudios, más divulgación,
ayudas más efectivas a familias, planes especializados en los colegios y una
definición más clara de acciones eficaces para afrontar la difícil tarea de
educar y convivir con un TDAH.
Cambios recientes
Lo cierto es que en los últimos años se
ha avanzado mucho en la comprensión
del TDAH. Y mucho de lo que hoy sabemos
es clave cara al tratamiento. La investigación lo ha dejado claro. Este cuadro
no puede ser reducido a un simple déficit atencional o a un exceso de
movilidad. Hoy existe gran consenso: la alteración ejecutiva es el aspecto
nuclear del TDAH.
Y ¿qué es esto? ¿Qué son las Funciones
Ejecutivas?
Las Funciones Ejecutivas son el grupo de
capacidades que nos permite autorregular nuestra actividad y pensamiento,
establecer metas y organizar y secuenciar los pasos necesarios para
conseguirlas de manera eficiente.
Realmente son capacidades determinantes
en la vida de una persona. Sin embargo, hasta hace poco, sólo un reducido
número de padres o profesores conocían que el rendimiento académico, social o
laboral dependía tan estrechamente de ellas. Pero es así. La sede de dichas
funciones se sitúa en la corteza prefrontal del cerebro y hoy sabemos que estas
áreas maduran hasta tres años más lentamente en los TDAH. Esto debiera
ayudarnos a comprender por qué les cuesta tanto dirigir eficazmente su vida.
¿Cuáles son los principales síntomas de
una disfunción ejecutiva?
Según Barkley, las personas con esta
afectación presentan un grave problema de inhibición.
Pero también:
- Carencias en memoria no verbal. Esto dificulta que aprendan de la experiencia y generalicen. Por eso caen siempre en la misma piedra, a pesar de sus buenas intenciones. Viven en presente; les cuesta contemplar el futuro, cooperar o controlar el paso del tiempo.
- Carecen de lenguaje interno y esto les impide actuar coordinadamente y regularse. También seguir instrucciones y solucionar problemas, expresar lo que saben de forma organizada y coherente o automotivarse.
- Tienen problemas en la autorregulación emocional: Por eso son frecuentes los altibajos en su ánimo, baja tolerancia a la frustración, pérdida del control y los problemas sociales.
- Tienen dificultades para resolver problemas, planificarse y realizar acciones coordinadas para lograr objetivos, planificar su vida; elegir respuestas adecuadas, pensar en el futuro o controlar el paso del tiempo..
¿Qué implicaciones tiene esto en el
tratamiento?
Pues muchas. Intervenir el procesamiento
ejecutivo es mucho más que trabajar la atención o frenar la movilidad. Los TDAH
son inteligentes, tienen aptitudes pero no las saben utilizar: Según Brown “a
su cerebro le falta el director de orquesta”. Compensar esta falta es el
objetivo de la intervención escolar, familiar y clínica.
Estrategias para mejorar su
funcionamiento
A los TDAH las cosas no les suelen ir
bien. Es crucial ofrecerles experiencias de éxito. Para ello es obligado
diseñar acciones que compensen la alteración ejecutiva. Disponemos de muy poco
espacio para abordar cómo hacerlo. Daremos algunas pautas que puedan servir de
guía.
- Los TDAH no tienen memoria de trabajo. Así que tienen grandes dificultades para regular su pensamiento y mantener la información en la mente. ¿Cómo ayudarles? es difícil si no podemos “oír qué piensan”. por eso, con los TDAH es fundamental externalizar su pensamiento. Para conseguirlo deberemos “hacerles hablar; pedirles que piensen en voz alta”, que cuenten qué deben hacer o qué hacen en cada momento. De este modo podrá trabajarse su lenguaje interno, hasta que éste acabe mediando su conducta.
- Les cuesta recordar datos relevantes y aprender del pasado. Podemos ayudarles utilizando recordatorios visuales: post-it, carteles. Ponerlos donde puedan verse. Pero sobre todo diseñando entornos con rutinas muy marcadas, donde sea fácil funcionar bien sin pensar mucho. Este aspecto es clave en la vida de un TDAH.
- También tienen dificultades para actuar de forma reflexiva. Por eso es bueno ajustar sus actos a una secuencia: “para-piensa-decide”. Repetir hasta generalizar. Recordar con señales visuales.
- Les cuesta planificar y pensar en el futuro. Así que conviene desglosar las metas en pequeños pasos. También hay que enseñarles a organizar su trabajo y sus descansos; obligarles a planificar tareas, vacaciones, fechas de entrega. Enseñarles a usar la agenda. Dar tiempo antes de empezar a trabajar para organizar lo necesario y eliminar lo innecesario. Avisarles con tiempo de los cambios y de lo que sucederá al acabar. Recordárselo mientras trabajan.
- Tampoco son conscientes del paso del tiempo, así que no es útil darles más. El paso tiempo debe externalizarse. Trabajar con relojes, temporizadores, cronómetros. Dividir tareas en partes, para que su atención se mantenga y no cometa fallos.
- Les cuesta atender a lo relevante y resistir interferencias del entorno. Ayudarles dando instrucciones breves, claras y concisas; de una en una. Hacer que las repita oralmente. Alejar de su vista estímulos irrelevantes. Evite que trabajen en estancias compartidas. En clase, situarles en primera fila; si trabajan en grupo, colocarles donde no deban girarse para ver la pizarra. No les permita escuchar música o la tele encendida mientras trabaja.
- Tienen dificultades para establecer acciones coordinadas y pensamiento secuenciados. Por eso es recomendable: Manipular contenidos. Dividir la actividad en partes. Enseñarles pasos para ejecutar tareas. Emplear autoinstrucciones en deberes y rutinas diarias. Enseñarles estrategias para detectar lo importante. Utilizar carteles para recordar y marcadores, carpetas y colores para organizarse. Enseñarles a transformar lo aprendido en narrativa coherente. Forzar la revisión de los trabajos; hacer registros con las tareas y marcando con una señal que se han hecho.
- También les cuesta mucho regular la conducta. Por ello es bueno ofrecer entornos muy reglados, enseñar asertividad, autoinstrucciones para guiar actos, trabajar consecuencias.
- Tienen mucha dificultad para regular emociones. Se les puede ayudar con técnicas para canalizar la ira o la sobrexcitación. El teatro, el yoga o la meditación también han mostrado eficacia en este aspecto.
- Y al carecer de lenguaje interno, también presentan dificultades para automotivarse. Todos necesitamos motivación. Para ayudarles es bueno reforzarles de forma visible y externalizar logros mediante registros. Alabar lo que hacen bien sin mucha demora: no controlan el paso del tiempo o el futuro. Dar información frecuente sobre sus actos: “Muy bien, sigue así”.
Puede que muchos TDAH tengan buen
rendimiento escolar o laboral. Pero que logren una vida plena dependerá sobre
todo de que consigan controlar sus síntomas disejecutivos.
Cada vez tenemos más claro cómo ayudarles. Resta lo más difícil: paciencia, ánimo y sobre todo, mucha constancia.
Cada vez tenemos más claro cómo ayudarles. Resta lo más difícil: paciencia, ánimo y sobre todo, mucha constancia.
ROCIO MAYORAL. Autora de este artículo. Neuropsicóloga,
Orientadora Escolar, Maestra y Logopeda. Posee varios masters en Psicología y
Educación. Ha trabajado como profesora de Diagnóstico en títulos propios de la
Universidad Complutense de Madrid. Ha participado en numerosas investigaciones
en el campo de la Neuropsicología y procesos psicológicos Básicos, en educación
y desarrollo del lenguaje. En la actualidad se mantiene activa en el campo de
la investigación. Además trabaja en clínica infantil y de adultos y como
orientadora escolar. Imparte cursos de formación a universitarios,
especialistas y a padres. Colabora de forma asidua como técnica en el ámbito
periodístico, tanto en prensa como en radio y televisión.
FUENTE:
DE VEZ EN CUANDO ESTÁ BIEN VOLVER A LEER ESTE TIPO DE PAUTAS, PORQUE AUNQUE LAS SEPAMOS A VECES SE NOS OLVIDAN. GRACIAS.
ResponderEliminarMuchas gracias Ana. Me alegro de hablar contigo.
ResponderEliminarSaludos