TDAH = Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

jueves, 30 de octubre de 2014

PLAN DE TRABAJO PARA HACER LOS DEBERES EN CASA



Una de las estrategias que Juan Cruz, autor de este artículo, plantea en su libro “Estudiar y hacer la tarea. Alumnos de la ESO”, es hacer un plan de trabajo para planificar el rato de estudio y de tareas que la mayoría de los estudiantes tienen que realizar en casa por la tarde.
Esta estrategia es muy útil para los niños, niñas y adolescentes con TDAH, por las dificultades que algunos de estos/as estudiantes tienen para planificar sus tareas y gestionar el tiempo eficazmente.Como herramienta para plasmar esos planes se propone una hoja en la que anotar las diferentes cosas que hay que hacer a lo largo de la tarde, y el objetivo que se plantea para cada una de ellas.

Este plan se prepara cada día antes de empezar a hacer el trabajo escolar de fuera del colegio. Para hacerlo correctamente es muy importante que el alumno esté siguiendo un sistema de agenda-calendario.
El sistema agenda-calendario consiste en llevar al colegio una agenda en la que diariamente el alumno/a apunta las tareas que tiene que hacer de cada asignatura y las fechas de examen y los trabajos. 
En su lugar de estudio debe ubicarse un calendario en el que vaya colocando las fechas de examen y de entrega de trabajos, aprovechando para desglosarlos colocando en los días anteriores las partes necesarias para prepararlos correctamente (hacer un esquema de la sección 1, aprender la lista de…, buscar información sobre…, redactar la introducción de…, buscar unas fotos para…).

PASOS

Lo primero que se hace con la hoja del plan es colocar la lista de tareas apuntadas previamente en el centro escolar, incluyendo la parte que hay que entregar al día siguiente de lo que se ha anotado.

Además de las tareas diarias, hay que consultar el calendario para introducir, siempre que sea posible, una parte de estudio para los próximos exámenes, y una parte de elaboración de trabajos que se deban entregar dentro de unos días o semanas.

Cuando se tiene soltura con el manejo de la hoja del plan, es posible utilizar técnicas para establecer prioridades, y colocar la lista de tareas en orden estratégico. Pero al principio bastaría con ponerlas en cualquier orden o que, si alguien supervisa al alumno, le indique un orden para colocarlas.

El siguiente paso es establecer los objetivos para cada una de las tareas. Los objetivos tienen que ser concretos y evaluables. Algunos ejemplos de este tipo de objetivos pueden ser:
  1. Escribir una redacción de más de 25 líneas.
  2. Hacer los cuatro ejercicios de la actividad en menos de 15 minutos.
  3. Hacer la redacción preparando un borrador previo.
  4. Sin mirar, ser capaz de nombrar  más de 7 de los 10 elementos de la lista.
  5. Sin mirar, ser capaz de hacer un esquema del tema de… en el que aparezcan todas las ideas importantes que señaló el profesor.
Además, los objetivos no tienen que ser muy fáciles de alcanzar, ni muy difíciles, ya que en ambos casos perderían eficacia y no servirían para su propósito que es animar el trabajo del alumno.

En la herramienta se han colocado dos columnas para poner los objetivos del alumno y los del instructor, es decir, el padre, madre, profesor, o persona que supervisa al alumno mientras estudia y realiza sus tareas, algo muy recomendable en el caso de niños, niñas o adolescentes con TDAH. El instructor propone un objetivo cuando le parece que el del alumno no es adecuado, por ser muy vago, no medible, excesivamente fácil o difícil o poco relacionado con el trabajo que se está haciendo.

La siguiente columna es la estimación del tiempo que se va a tardar en hacer cada una de las tareas. Esto podría hacer que haya tareas en las que no se incluya objetivo, que sería terminarlas en el tiempo propuesto. De cualquier modo, recomendaría controlar los tiempos si hay un instructor que supervise al alumno y pueda medir lo que tarda en hacer cada tarea. Si no, puede suponer una carga adicional para el estudiante. 
Algo obvio con los tiempos es que si se refuerza al alumno por acabar antes del tiempo marcado, tenderá a poner tiempos exageradamente largos para acabar siempre antes de lo previsto. Algunas formas fáciles de gestionar eso son que la suma de los tiempos tiene que ajustarse a un periodo fijado para los trabajos escolares, por ejemplo, no puede superar las dos horas, de modo que si da mucho tiempo a unas tareas tiene que quitárselo a otras. Otra alternativa sería reforzarle por la precisión, es decir por hacer las cosas en tiempos similares a los previstos.

Por último, según va progresando el trabajo, se marca en una columna si se ha alcanzado el objetivo o no. De forma intencionada, he dejado en blanco las casillas para que cada uno lo señale como prefiera. Algunas alternativas podrían ser:
  • Marcar con una X o una marca de verificación “V” la casilla cuando se alcanza el objetivo de una tarea.
  • Escribir “SÍ” o “NO”. En este caso, una casilla en blanco es un trabajo no realizado, una casilla con “NO” es una tarea hecha pero en la que no se ha alcanzado el objetivo, y una casilla con “SÍ” indica una tarea hecha y en la que se ha alcanzado el objetivo.
  • Dividir la casilla y utilizar una parte para marcar si se ha alcanzado el objetivo y otra para señalar si se ha hecho en el tiempo disponible.
  • Señalar si se cumple los objetivos de tiempo en la propia casilla de tiempo (se divide y se anota en una parte el tiempo previsto y en otra el tiempo empleado).
El autor recomienda que cada uno haga su propio plan de trabajo, con aquellas características del ejemplo que puedan ser de utilidad. 

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