La memoria de
trabajo es la capacidad que tenemos para mantener y manipular mentalmente y de
forma consciente una cantidad limitada de información durante un corto periodo
de tiempo. Ejemplos del uso que le damos a diario podrían ser: tratar de
recordar algún dato mientras buscamos lápiz y papel para anotarlo, recordar las
instrucciones que nos dan cuando preguntamos cómo llegar a una dirección, hacer
cálculos sencillos…
Un sencillo
ejercicio que nos servirá para ver la diferencia entre memoria a corto plazo
(solo retiene información por breve espacio de tiempo), y memoria de trabajo
(además de retenerla, trabaja con ella para dar un resultado), es el siguiente:
La tarea consiste en deletrear en orden inverso las letras de las palabras (por supuesto sin tener a la vista la palabra):
MESA: A-S-E-M
LAPIZ:
Z-I-P-A-L
CAMISA: A-S-I-M-A-C
CRISTAL: L-A-T-S-I-R-C
PROBLEMA:
A-M-E-L-B-O-R-P
PREGUNTAR:
R-A-T-N-U-G-E-R-P
RESOLUCION:
N-O-I-C-U-L-O-S-E-R
¿Cuántas
letras has conseguido deletrear?
Las personas
solemos tener un span (amplitud o capacidad) de 7 +/- 2, es decir, lo normal es
poder recordar 7 a partir de la adolescencia. De 3-4, a los 5 años y de 5-6, a
los 9.
Este tipo de
memoria es muy sensible a las distracciones, si dejamos de prestarle atención
la información se perderá fácilmente. (Esto causa muchas dificultades a las personas con TDAH).
A la limitada
cantidad de información a la que puede hacerle frente, al limitado periodo de
tiempo en que resulta ser efectiva y a su extraordinaria sensibilidad ante las
distracciones, hay que añadir una limitación más, y es la influencia negativa
que el estrés o la ansiedad ejercen sobre ella.
Es importante
tener en cuenta todas estas limitaciones porque el aprendizaje depende directamente
de la memoria de trabajo. Todo lo que aprendemos conscientemente debe pasar por
ella para poder ser almacenado en la memoria a largo plazo. Del mismo modo,
cuando recuperamos algún dato, recuerdo o conocimiento de nuestra memoria a
largo plazo, lo que hacemos es llevarlo de nuevo a nuestra memoria de trabajo.
Por los
trabajos de Baddeley y Hitch, sabemos que aunque esté limitada, tiene dos
compartimentos diferentes y relativamente independientes, según el tipo de
información que procese. Uno se encarga de manipular la información visual y el
otro la auditiva.
Si tenemos en
cuenta esta característica, podemos mejorar los aprendizajes si utilizamos los
dos compartimentos a la vez. Cuando una explicación verbal va acompañada de
imágenes, el aprendizaje que se produce es significativamente mayor. ¿Y por qué
ocurre esto? Pues porque no sólo se usa la memoria de trabajo de una forma más
óptima, sino que además provocamos una doble codificación en la memoria a largo
plazo.
Se sabe que
alrededor del 70% de los niños con dificultades de aprendizaje de la lectura,
obtienen bajas puntuaciones en las pruebas que evalúan la memoria de trabajo.
El aprendizaje de las matemáticas también está muy influenciado por el correcto
funcionamiento de ésta.
Otro ejemplo
claro que demuestra la importancia de la memoria de trabajo en el aprendizaje
lo vemos en la realización de ejercicios en los que deben seguirse una serie de
instrucciones para completar la tarea, o en la realización de una actividad con
varios apartados. Aquellos niños con una baja memoria de trabajo, probablemente
olvidarán parte de la información a mitad de la tarea, olvidarán que no han
completado todos los apartados de la actividad. En definitiva, olvidan lo que
tienen que hacer, a veces esto puede confundirse con problemas atencionales, o
incluso con problemas de conducta.
Es importante
detectar estas dificultades para que no se les tache con calificativos
inadecuados y por el contrario se les pueda ayudar. Los docentes pueden hacer
varias modificaciones al respecto, por ejemplo:
- Dar sólo la información relacionada directamente con el objetivo de aprendizaje, evitando la adicional.
- Dar esquemas claros y estructurados sobre lo que se va a hacer.
- Repetir con frecuencia la información importante.
- Evitar frases largas y/o complejas.
- Estructurar las actividades por pasos.
- Hacer uso de ejemplos concretos que le permitan apoyarse en una información conocida.
- Siempre que se pueda, presentar la información visual y auditiva de forma simultánea.
- Y por supuesto, permitirle el uso de instrumentos y estrategias como calculadoras o procedimientos de resolución de problemas paso a paso.
FUENTE:
Paqui Moreno.
Psicóloga y Coordinadora de Funciones Cerebrales Superiores en Red Cenit
Valencia
https://www.redcenit.com/la-memoria-de-trabajo-en-el-aprendizaje/
https://pixabay.com/es/illustrations/hombre-la-cabeza-silueta-color-3591573/
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