TDAH = Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

miércoles, 13 de marzo de 2013

ALTERACIONES DE LA LECTURA EN NIÑOS CON DÉFICIT DE ATENCIÓN



El Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), es un trastorno neuroconductual caracterizado por la falta de atención, el comportamiento impulsivo y una hiperactividad que son inadecuados para la edad del niño y afectan significativamente a sus actividades cotidianas, entre ellas la escuela.
Los estudios dicen que hasta un 40% de los niños con TDAH tiene también problemas en la lectura, y en cualquier caso, la adquisición de esta capacidad suele presentar dificultades para muchos de estos niños.
La lectura es un proceso difícil, ya que depende del adecuado rendimiento en otras funciones cognitivas. Entre ellas destacan el procesamiento fonológico, la atención, la memoria y las funciones ejecutivas. Muchas de estas funciones están alteradas en el TDAH.


Uno de los problemas comunes en TDAH es la mala comprensión de lo que se lee. Para comprender un texto, debemos decodificar los símbolos que componen el material escrito, es decir, las letras y sílabas, y a la vez ir dándoles un significado.
El cerebro dispone de un mecanismo fundamental en la comprensión lectora: El bucle fonológico. Este es un componente de la memoria de trabajo que nos permite almacenar temporalmente cantidades limitadas de información como palabras o números, que pasados unos segundos se desvanecen.
El bucle fonológico es fundamental para aprender vocabulario, para hacer cálculos y para mantener en la memoria lo que vamos leyendo de forma que podamos interpretarlo. En múltiples investigaciones se ha encontrado que el bucle fonológico funciona peor en personas con TDAH.
Sin embargo, este fenómeno no es exclusivo de las personas con TDAH. En el año 2000, un estudio de la Universidad de British Columbia realizado con 966 personas de distintas edades, mostró que los déficits en la memoria de trabajo eran característicos de personas con alteraciones en la lectura a cualquier edad.



¿Cómo mejorar la lectura?
Una de las conclusiones fundamentales de los estudios dicen que si no se tratan estas dificultades en la infancia, posiblemente persistan hasta la adolescencia y la edad adulta.
Por eso, se plantea como una vía de intervención la mejora de aquellas capacidades cognitivas que son prerrequisitos para la lectura.
Entrenar la memoria de trabajo y la atención en los niños resulta básico para favorecer los procesos lectores. Y por supuesto, a leer mejor se aprende leyendo mucho, por eso es fundamental practicar con los niños, motivar la lectura con contenidos que les gusten y desarrollar una actitud positiva hacia esta tarea que con frecuencia les disgusta.


La memoria de trabajo
Hablar de memoria parece muy general, pero en realidad existen diferentes tipos de memoria y una de ellas, como hemos visto, es la memoria de trabajo. Esta es fundamental para afianzar el aprendizaje, por ello es interesante conocer qué es y cómo fortalecerla.
Según la definición de memoria, está es la capacidad que tienes de retener y evocar eventos pasados. Para ello el cerebro pone en funcionamiento una serie de procesos neurobiológicos que permiten almacenar y recuperar información.
La memoria de trabajo es la memoria mediata, es decir, la que guarda y procesa, durante un tiempo corto, la información proveniente de la percepción de los diferentes sentidos. Es decir, recibes un estímulo visual, auditivo, gustativo u olfativo, tu cuerpo lo percibe y se transfiere a la memoria de trabajo. En otras palabras la memoria de trabajo te permite recordar información, pero este recuerdo es limitado y puede sufrir interferencias. Por esta razón, la memoria de trabajo es tan importante para el aprendizaje, ya que de ella dependerá lo que puedas almacenar y recordar en un momento determinado.
La memoria de trabajo tiene características que tienes que tener en cuenta para mejorar el aprendizaje, como por ejemplo: 
  • Es necesaria para mantener objetivos a cumplir
  • Te permite resolver un problema de diferentes formas
  • Mejora el razonamiento 
  • Posibilita comprender lo que se lee, estudia o escucha.
Pues bien, ya conoces qué es la memoria de trabajo y cuáles son sus características; pero ahora es importante saber cómo fortalecerla. De esta forma, podrás obtener tu máximo potencial tanto para el aprendizaje como para la vida misma.



¿Cómo fortalecer la memoria de trabajo?
  • Lee párrafos cortos de no más de 5 o 6 renglones, para y recupera la información tratando de recordarla y comprendiendo cuál es el tema. Lo mismo puedes hacer a nivel auditivo y visual a través de un CD o DVD.
  • Exprésate en voz alta. Cuando lees algo en voz alta no solo es más fácil recordarlo, sino que es más sencillo interpretarlo.
  • Haz resúmenes, diagramas, esquemas que te ayuden a visualizar lo importante del tema. Utiliza lápices de colores y escribe con diferentes tamaños de letras.
  • Si tienes que memorizar, debes leerlo en voz alta, intentando explicarlo con tus palabras y luego escribirlo. Si logras comprender lo que has memorizado, será más fácil recordarlo, especialmente en ciertos casos en los que necesitas realizar una serie de pasos para resolver una operación o comprender un texto.
  • Sé ordenado y organizado. Si visualizas los textos o las operaciones claramente, las interferencias disminuyen. Pero si está borroneado y no está claro, la percepción y el almacenamiento de la información se perderán más rápidamente.
La memoria de trabajo se puede mejorar, no tiene que ser tomado como un impedimento en el aprendizaje. Este se puede fortalecer, especialmente no dejando caer la autoestima y valorado los pequeños pasos que logras. De esta forma, con esfuerzo y dedicación la memoria de trabajo y tu desempeño mejorará.
Si te interesa conocer más acerca de cómo mejorar la memoria, puedes encontrar información interesante en:
FUENTE:                                                        

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