TDAH = Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

domingo, 30 de diciembre de 2012

ADAPTACIONES ESCOLARES SEGÚN LAS MANIFESTACIONES CLÍNICAS DEL TDAH

Las manifestaciones clínicas del TDAH son diversas y pueden variar mucho de una persona a otra e incluso en una misma persona a lo largo de la vida.
Según predomine un tipo u otro de síntomas se habla de tres subtipos de TDAH:
- Predominantemente hiperactivo – impulsivo.
- Predominantemente inatento.
- Combinado. Consiste en la presencia de ambas sintomatologías en un mismo niño.

SUBTIPO HIPERACTIVO - IMPULSIVO:


La sintomatología suele presentarse o llamar la atención a padres y/o a maestros de forma precoz en Educación Infantil o en los primeros cursos de Primaria. Predomina en el sexo masculino y las dificultades más importantes tienen relación con la conducta. Suele decirse de estos niños que «no pueden estar quietos» o que «actúan sin pensar».
La impulsividad es la responsable de que las personas con TDAH sean incapaces de pensar antes de actuar e interrumpen con frecuencia. Les cuesta pensar en las consecuencias de sus actos en el momento que los realizan. Las manifestaciones son muy distintas entre un niño y otro y van a ir cambiando con la edad.
La hiperactividad se refiere al continuo movimiento de muchos de los niños con TDAH. Especialmente cuando son pequeños no pueden permanecer sentados más que unos pocos minutos y, cuando lo están, siempre tienen alguna parte del cuerpo en movimiento. Los niños con hiperactividad suelen tener siempre algo en las manos o están tocando constantemente las cosas o personas que tienen a su alrededor. Todo ello les lleva a ser niños especialmente ruidosos: gritan, se les caen las cosas, mueven los objetos bruscamente, etc.
A pesar de que la hiperactividad es frecuente en la mayoría de niños con TDAH, no es constante o a veces no es externamente muy manifiesta. No hay que creer que el niño tiene que saltar y escalar continuamente por las paredes o los muebles para considerar que pueda padecer un TDAH. Hay niños con TDAH que no presentan una gran actividad motriz aparente o que pueden parecer muy tranquilos o incluso pasivos. La hiperactividad tiende a ir disminuyendo con los años incluso para los que han sido muy movidos.

SUBTIPO INATENTO:


Suele manifestarse a partir del segundo o tercer ciclo de Primaria o, incluso, en Educación Secundaria. Se presenta en ambos sexos y las dificultades se encuentran más en el rendimiento académico. Suele decirse que «están en las nubes» o simplemente que "son vagos" y que no están motivados para estudiar.
El subtipo inatento, pasa a menudo desapercibido porque no suele presentar problemas de conducta que interfieran en la actividad escolar, familiar o social. Es una causa muy frecuente de fracaso escolar ya que en Educación Secundaria no son capaces de seguir las demandas de organización y planificación propias de esta etapa educativa. Durante Educación Primaria no adquieren hábitos de trabajo ni de estudio. Las demandas a corto plazo que se exigen en esta etapa, el seguimiento de los maestros y de la familia les permite «ir tirando». Pero este mismo alumno puede fracasar en Secundaria por las lagunas acumuladas y por la falta de hábitos de estudio.
La falta de concentración es una de las características que todo el mundo asocia al TDAH. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que no se trata de una falta de capacidad de concentración sino de una dificultad para mantener la atención en tareas tediosas o aburridas, especialmente si son largas. Esta dificultad aumenta cuando la persona se encuentra en un ambiente con muchos estímulos que puedan llamarle la atención. La atención en clase y todo aquello relacionado con las tareas escolares son el ejemplo más claro.
Sus trabajos contienen a menudo muchos errores y pocos detalles. Es muy característico de estos niños que la primera parte de los trabajos o exámenes esté mucho mejor realizada que el final, ya que no pueden mantener el esfuerzo que realizan para estar concentrados durante mucho tiempo. La dificultad para mantener la atención de forma persistente en las tareas que requieren un esfuerzo hace que a menudo tiendan a posponer sus obligaciones: hacer los deberes, estudiar un examen, etc. Entonces, el estrés de ese último momento les empuja a actuar, llegando incluso a rendir mucho apremiados por el poco tiempo que les queda. Sin embargo, no es recomendable someter a estos niños a altos niveles de estrés para conseguir que se pongan en marcha. 
Las personas con TDAH pueden rendir muy bien y estar largos ratos concentrados en actividades que les gusten y motiven, porque les resultan gratificantes. ¿Por qué no pueden entonces concentrarse para hacer los deberes o cualquier otra tarea que requiera un esfuerzo intelectual? La explicación a esta pregunta es que una motivación fuerte y la gratificación inmediata les estimulan. Los juegos de las videoconsolas estimulan a los niños y la gratificación inmediata cuando ganan una carrera o han derribado unos marcianitos facilita que sigan manteniendo la atención. En las tareas escolares, el estímulo, que es mucho menos intenso, y la gratificación, a muy largo plazo, hacen que sea muy difícil mantener la motivación necesaria para persistir en el esfuerzo.
Las dificultades de organización y planificación son habituales en el TDAH. Muchos son los factores que intervienen: mala gestión del tiempo, tendencia a posponer tareas que suponen un esfuerzo, interrupción de las tareas para prestar atención a otras actividades, dificultad para seguir tareas que requieren varios pasos sin supervisión, etc.
Muchas de estas características no son evidentes hasta que el niño debe tener una cierta autonomía en las tareas escolares. El funcionamiento caótico de muchas personas con TDAH se debe a que realizan muchas tareas a la vez y tienen dificultad para jerarquizar la importancia de cada una. Además, prestan atención a todos los estímulos del entorno. Todo ello les lleva a olvidar las cosas y a menudo a perder objetos cotidianos.
Como consecuencia de estas dificultades descritas como nucleares del trastorno, los niños con TDAH pueden presentar otras secundariamente: inflexibilidad y conducta explosiva, baja memoria de trabajo, dificultades de aprendizaje, baja autoestima y alteraciones del sueño.

Inflexibilidad y conducta explosiva: los conflictos aparecen en la escuela y en casa cuando se les imponen normas o hay cambios inesperados en las rutinas. Pueden reaccionar desproporcionadamente ante una negativa o ante una situación novedosa, llegando a presentar un descontrol de su conducta. Esto es debido a una pobre capacidad de adaptación ante una situación nueva y/o impuesta y una baja flexibilidad de pensamiento, aspectos que se desarrollan de forma muchísimo más lenta en el niño con TDAH.
Baja memoria de trabajo: la memoria de trabajo (MT) es un tipo de memoria a corto plazo, imprescindible para el razonamiento, la reflexión, la comprensión de demandas del entorno, etc. Gracias a ella, podemos retener la información recibida y manejarla para obtener una conclusión o seguir una conversación en nuestra vida cotidiana. La MT es fundamental para cualquier actividad cognitiva y su alteración en las personas que presentan TDAH es uno de los motivos del bajo rendimiento académico.
En la etapa escolar, la alteración de la MT se manifiesta en una baja comprensión lectora, dificultad en los problemas de matemáticas y en las redacciones, así como en cualquier demanda que contenga varias órdenes a seguir de manera secuencial. Subrayar un texto, hacer esquemas, anotar los datos de un problema matemático son recursos útiles para compensar esta dificultad.
Dificultades de aprendizaje: son muchos los motivos por los que los niños con TDAH tienen dificultades en el rendimiento escolar. Las tareas basadas en el lenguaje les resultan complejas ya que la organización de los contenidos en un texto escrito y la comprensión lectora les supone un obstáculo para procesar la información. En el lenguaje oral suelen presentar también limitaciones tanto a la hora de organizar el discurso como de encontrar las palabras adecuadas. En la asignatura de matemáticas, de nuevo, las dificultades de comprensión lectora, la baja memoria de trabajo y la impulsividad les dificulta el progreso. Por último, la falta de organización, de motivación y de concentración, los problemas de conducta en clase, los conflictos con los compañeros y la baja autoestima influyen también de forma negativa en el progreso académico.
Baja autoestima: cuando un niño oye constantemente comentarios negativos de los adultos hacia su persona: «eres muy desobediente», «no te esfuerzas», «si tuvieras más interés»… es fácil comprender por qué con frecuencia tienen la autoestima baja. Los compañeros también los rechazan para el juego o las tareas escolares en grupo. Estos niños, al comprobar que por mucho que se esfuercen no consiguen que las cosas salgan bien ni que el entorno valore su empeño, llegan a creerse que son un desastre. No son niños problemáticos, son niños que tienen un problema.
Alteraciones del sueño: pueden existir dificultades para conciliar el sueño, despertares frecuentes, sonambulismo, somniloquia (hablar en sueños), sueño intranquilo… El síndrome de las piernas inquietas es más prevalente en las personas con TDAH que en la población general. Con frecuencia les es difícil levantarse por la mañana. No es un problema de vagancia, sino una dificultad debida al mal funcionamiento de los sistemas cerebrales de alerta y de regulación del ritmo de sueño/vigilia. No es inusual que los niños con TDAH consigan el control del esfínter vesical más tarde que los niños sin TDAH.

A nivel escolar, esta sintomatología característica se traduce, a su vez, en dificultades para:
  • Adquirir los hábitos de trabajo que el resto de alumnos adquieren de forma natural: apuntar en la agenda, coger los libros necesarios para estudiar o hacer los deberes en casa, tener un horario de estudio en casa, planificar la realización de un trabajo o el estudio de un tema a largo plazo, etc.
  • Mantener el mismo ritmo de trabajo: presentan oscilaciones de rendimiento muy marcadas durante un día.
  • Permanecer quieto en la silla, estar atento a las explicaciones del profesor.
  • Comprender y extraer las ideas principales de una lectura.
  • Adquirir la sistemática para resolver los problemas de matemáticas o para redactar un texto es para estos alumnos una tarea muy compleja.

A menudo van a necesitar adaptaciones escolares. Acomodarles los procedimientos acostumbra a serles de gran utilidad para que puedan asimilar los contenidos. No es una buena solución adaptar los contenidos sin adaptar previamente los procedimientos.

Al niño con TDAH le cuesta el aprendizaje:
  • Cuando el trabajo es difícil
  • Cuando el trabajo es largo y monótono
  • Cuando hay poca supervisión directa.
Los maestros se enfrentan al reto de cómo incorporar mayor actividad y novedad en sus métodos y materiales.
Las adecuaciones para el alumno con TDAH van a ser distintas según la edad en la que nos encontremos al alumno: 
  • En niños pequeños vamos a incidir más en la conducta 
  • En los mayores (habitualmente a partir de 4º de Primaria) en los aspectos cognitivos y de aprendizaje. 
Habrá algunas de ellas que serán comunes para todos los alumnos.


ADECUACIONES QUE PUEDEN APLICARSE A TODOS LOS ALUMNOS
  • La ubicación en el aula: siempre lo más cerca del profesorado y la pizarra y acompañado de alumnos más tranquilos y/o trabajadores.
  • Cómo dar las órdenes-instrucciones: dar las instrucciones de forma breve, clara y concisa. Si es necesario dar las instrucciones de una en una y hacer que nos lo repita.
  • Evitar penalizar los errores cometidos por inatención o debidos a la impulsividad y/o a la inquietud motriz.
  • Refuerzo positivo ante un ejercicio/comportamiento bien realizado.
  • Comenzar por los premios, no por los castigos. De por sí, son unos niños que están más castigados que otros. El castigo sólo funciona si es muy inmediato.
  • Valorar los conocimientos aprendidos a lo largo de un período y no en un momento puntual, dado que ese momento puede no ser el idóneo para el niño, tirando por la borda todo el esfuerzo realizado durante un trimestre. Al niño con TDAH no se le debe evaluar con una sola nota, ya que generalmente les cuesta mantener la concentración necesaria para acabar el examen de forma satisfactoria y para no cometer errores tontos.


ADECUACIONES PARA ESCOLARES EN LA EDUCACIÓN INFANTIL Y PRIMER CICLO DE PRIMARIA
Lo más importante a estas edades es el control de la hiperactividad-impulsividad:
Impulsividad:
Definir las normas:
  • Definir y trabajar las normas de la clase y las consecuencias de su incumplimiento, estando esta información a la vista.
  • Recordar las normas frecuentemente.
  • Definir y reestructurar normas personalizadas, como permitirle que muestre sus ejercicios al profesor.
Favorecer el autocontrol:
  • Fragmentar las tareas en objetivos más cortos y supervisar con más frecuencia su consecución, de forma que el tiempo en el que tienen que inhibir su respuesta sea menor. Además, esto implica tiempos de atención más cortos, lo que favorece su aprendizaje al adaptarse a su capacidad atencional.
  • Favorecer el uso de las autoinstrucciones para dirigir su conducta.
  • Desglosarles el futuro, advertirles de lo que llega a través de la realización de tareas presentes. Desglosar el objetivo en pasos pequeños centrándoles en el aquí y ahora y guiarles en su actuación.
  • Anticipar.
  • Registros coordinados con la familia.
Premiar las conductas adecuadas e ignorar las inadecuadas:
  • Implantar un sistema de puntos en el que es premiado por la consecución de objetivos y con coste de respuesta por el incumplimiento.
  • Ignorar las conductas inadecuadas como interrumpir, y en el caso de ser muy molesta, utilizar el tiempo fuera (hace referencia a la posibilidad de sacar al niño de esa situación).
  • Reforzar las conductas adecuadas como ir despacio, terminar cada pequeño paso,  etc. dándole más importancia a la calidad frente a la cantidad.
Hiperactividad:
  • Intentar que su movimiento sea adaptativo haciendo pequeñas tareas que le faciliten la energía y tensión acumuladas por haber estado quieto. Para ello se le adjudican responsabilidades y/o ayudas al profesor, como repartir hojas, borrar la pizarra, etc.
  • Que acuda a la mesa del profesor a mostrar sus tareas, servirá para descargar tensiones, disminuyendo la frecuencia con la que se levanta de la silla de forma inadecuada. El objetivo es que se levante de la silla en determinados momentos y de forma estructurada.
  • Permitir el murmullo y el movimiento siempre y cuando no interfieran al resto de alumnos.
  • Extinguir los movimientos que parezcan más incontrolados o inconsistentes, no prestando atención a los mismos. Contener o controlar estos movimientos para que no sean reforzados por otros niños. Reforzar el estar adecuadamente sentado, en silencio, escuchando, escogiendo para cada día una conducta concreta.
La automatización de hábitos y rutinas:
  • Poner la información de manera explícita, utilización de todo lo que pueda servir como pistas, recordatorios, señales. Estos niños no utilizan la «información en sus mentes».
  • Utilizar marcadores de tiempo, no tienen conciencia del tiempo, por lo que no sirve darles más tiempo porque lo perderán igualmente. Convertir el tiempo en algo real con relojes, temporizadores, cronómetros, relojes de arena...
  • Potenciar el uso de la agenda/ cartera/ recados para casa.
  • Avisar con tiempo los cambios que se efectúen en relación con las rutinas.


ADECUACIONES PARA ESCOLARES A PARTIR DEL CICLO MEDIO DE PRIMARIA Y SECUNDARIA
Más centrado en el Déficit de Atención y en las adecuaciones de los aprendizajes/ materiales escolares.
El Déficit de Atención:
  • Supervisión constante: tutorías individuales para ayudarles a planificar la semana que está empezando y para revisar la semana anterior: corregir exámenes, analizar situaciones donde ha habido algún altercado con algún profesor, etc. Hacer pactos...
  • Dividir las actividades en pequeños pasos para que puedan hacer aprendizajes breves que su capacidad atencional pueda asumir. Las tareas cortas permiten que el niño no se canse, no entre en la monotonía o que no se distraiga.
  • Planificar sus acciones: tener organizado su trabajo y sus descansos, para posteriormente enseñar al niño a planificarse sus tareas y a usar una agenda como medio de apoyo.
  • Dar más tiempo para realizar las tareas con consignas claras.
  • Evitar penalizar el cansancio o los olvidos en tareas y/o exámenes.
  • Supervisión ante una prueba escrita. Sugerir que repase ciertos ejercicios.
  • Hacerlo participar activamente en clase (mantenemos la atención).
  • Permitir que un compañero les haga de supervisor para evitar errores o descuidos con el material escolar (la agenda, libros, fechas de entrega,..), previo pacto con ellos.
  • Presentarle los exámenes con estilo de redactado y de presentación más visual y más sencilla (por ejemplo; una pregunta por página, separar las subpreguntas que puedan haber en un mismo enunciado, etc.).
  • No penalizar toda la ortografía. Valorar si el alumno se ha centrado mucho en el redactado y no ha prestado atención a la ortografía o si no ha revisado la ortografía por falta de tiempo.

ADECUACIONES PARA LOS APRENDIZAJES ACADÉMICOS, ORIENTADO PRINCIPALMENTE A LA COMPRENSIÓN LECTORA, A LA ORTOGRÁFICA Y A LA RESOLUCIÓN DE PROBLEMAS:
  • En el caso de que se pueda ofrecer atención individualizada o en pequeño grupo.
  • Insistir en el hábito de segundas lecturas.
  • Ayudar a identificar las ideas principales y secundarias del texto. Proporcionar ayudas verbales a través de la formulación de preguntas básicas que le ayuden a estructurar el texto.
  • Intentar que resuma los textos leídos con sus propias palabras.
  • Completar esquemas y/o mapas conceptuales.
  • Hacer consciente al alumno de que el objetivo de la lectura es obtener información y de que es necesario utilizar lo que ya sabe para comprenderlo.
  • Abordar los problemas matemáticos como si fuera una lectura, intentando organizar la información, valorando incluso la posibilidad de utilizar recursos visuales.
  • Redactado con frases cortas.
  • Enunciados gramaticalmente sencillos y con una pregunta por frase.
En todos los casos y como en cualquier alumno con dificultades de aprendizaje específicas:
  • Coordinación con la familia.
  • Facilitar y valorar mucho más el esfuerzo y la dedicación que realiza el niño con TDAH, que el resultado final.
FUENTE:

2 comentarios:

  1. Hola me gustaría que alguien me dijera por favor que tengo que hacer, a donde debo de acudir(ya he ido en tres ocasiones a hablar con el inspector de mi comunidad, sin obtener muchos resultado por no decir ninguno. También he acudido a los orientadores de la misma y me dicen que ellos solo llegan hasta niños de 6º de primaria), si el centro donde estudia mi hijo 1ºE.S.O. no quiere hacerle las adaptaciones curriculares no significativas. Solo saben decirme que el niño puede más,que no tiene nada, que yo soy una exagerada y una pesada.Estoy muy cansada de tener que luchar contra el colegio. Gracias

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  2. Hola de nuevo Mar
    Como ya te dije en el comentario anterior, sugiero que te pongas en contacto con alguna de las asociaciones de tu comunidad, que supongo que es la murciana.
    Te pongo los contactos, para que localices a la más cercana a tu domicilio:

    La Asociación es Adahi Murcia:
    CARTAGENA
    Colegio San Carlos,
    C/ Del Romeral, 8. Tentegorra
    30205 - Cartagena
    Telf.: 663086184

    MURCIA
    Universidad de Espinardo
    Edificio C, Campus Espinardo, 2ª Planta
    Telf.: 670985693

    TORRE PACHECO
    Centro Adahi
    C/Río Turia Nº2 • 30700 - Torre Pacheco
    Telf.: 637561131

    Ellos podrán informarte mejor, ya que conocerán a las personas de la Administración que pueden recoger tu reclamación y las vías por las que puedes gestionarlas.
    Tu caso, por desgracia, no es único y las asociaciones estamos acostumbradas a mediar con los centros escolares y a proporcionar profesionales especializados que pueden informar a los colegios y confirmar que las dificultades de las que hablan los padres son reales.
    Desde mi comunidad, la información que pueda ofrecerte no es útil, ya que cada comunidad tiene autonomía para gestionar las consejerías.
    Un abrazo

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