TDAH = Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

miércoles, 1 de junio de 2011

TDAH: 40 CONSEJOS BREVES PARA PADRES

  1. Confirmen el diagnóstico de Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad por medio de profesionales capacitados y especializados en el trastorno.
  2. Consigan un diagnóstico exhaustivo y explícito: por ejemplo, “su hijo tiene problemas emocionales” no es un diagnóstico aunque podría ser la puntada inicial de una descripción. De ser necesario, solicite al profesional que efectúe el diagnóstico por escrito.
  3. Inicien el tratamiento solamente con profesionales que tengan adecuada formación en el tratamiento del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad.
  4. Busquen información sobre el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad prestando más atención a quienes tienen un sólido respaldo científico. En el campo del TDAH, como en cualquier otro aspecto de la vida, podrán encontrar opiniones diferentes, pero sepan diferenciar entre discusiones científicas y aquellas que son solamente pseudo-científicas o meras opiniones.
  5. No se conformen con un listado de problemas o síntomas. No se queden con sus “puntos débiles”; procuren desarrollar una perspectiva integral de su hijo, para lo cual, tengan bien presentes, tanto ustedes como los profesionales, sus virtudes. No irán lejos en el tratamiento, si no revalorizan a su hijo ante ustedes mismos.
  6. Soliciten un Tratamiento Multimodal. Los fármacos a veces son imprescindibles, pero no menos necesario es aprender formas nuevas para educar al niño y que éste desarrolle estrategias, tanto para afrontar las dificultades del TDAH como para potenciar sus aspectos positivos.
  7. Una parte esencial del Tratamiento Multimodal es el "Entrenamiento de Habilidades Parentales". No se conformen con consejos del tipo: “Póngale límites” o “Pase más tiempo con su hijo”. Solicite al profesional  una metodología para cambiar la relación con su hijo en una dirección positiva y que le oriente y supervise en esos esfuerzos.
  8. Organicen actividades en las que ustedes tengan una involucración positiva con su hijo, un “tiempo especial de juego”, con actividades artísticas, recreativas, deportivas, de hobby, etc., que favorezcan una conexión positiva.
  9. Pidan información concreta sobre qué es el TDAH, de manera tal que ustedes piensen y sientan que ahora “entienden” por qué su hijo se comporta como se comporta.
  10. Busquen una escuela con docentes que conozcan el trastorno, lo comprendan, sepan cómo remediarlo, al menos parcialmente, mediante adecuadas intervenciones en el aula y/o modificaciones en la instrucción o el currículo (o se hallen dispuestos a aprender).
  11. Busquen una escuela que disfrute de la interacción con profesionales externos y que esté dispuesta a dialogar con ellos sobre los cambios que la escuela puede proporcionar, tanto desde la óptica educacional, como psicológica y social.
  12. Comprometan al profesional médico que atiende a su hijo a que brinde asesoramiento a la escuela, (disponga ésta o no de los conocimientos o de profesionales docentes entrenados) y que esté abierto al diálogo con los profesores con el fin de elaborar consensos.
  13. Colaboren intensamente con la escuela de sus hijos, aprendan a desarrollar programas de intervención de forma conjunta.
  14. El 50% de los niños con TDAH padecen otro trastorno en comorbilidad (es decir, que tienen más de una dificultad o trastorno). Por ende, asegúrense de que se le han diagnosticado correctamente todos los aspectos del problema. Muchas veces el diagnóstico debe ser Multidisciplinar.
  15. Busquen el tratamiento apropiado y más eficaz para cada uno de los trastornos asociados. Si hay trastornos de aprendizaje, deberá realizarse un tratamiento psicopedagógico, etc. En estos casos, es muy importante que un profesional tome la responsabilidad de "dirigir” el caso, de forma tal que los profesionales involucrados acuerden con ustedes un plan de trabajo.
  16. La educación de un niño con TDAH puede ser una tarea difícil aunque excitante. Los padres deben prestarse apoyo recíprocamente, ser equilibrados, justos y eficaces en la resolución de problemas.
  17. Manténganse calmados: ustedes no pueden darse el lujo de perder la calma con la misma facilidad que su hijo cambia de canal de televisión. Conozcan cuáles son las situaciones que lo perturban más y desarrollen estrategias para afrontarlas. La ira de los padres, en vez de disuadir ciertos comportamientos, tiende a potenciarlos.
  18. Parte de la ayuda que deben prestarse es tener claro cuándo deben actuar juntos y cuándo turnarse, para evitar la "sobrecarga".
  19. Muchos padres tienden a aislarse social y familiarmente como consecuencia de las conductas disruptivas del niño. Esto debe evitarse, por ejemplo, poniendo en práctica estrategias que faciliten al niño el desarrollo de sus habilidades sociales. Existen programas de entrenamientos de habilidades sociales y técnicas de modificación comportamental para conseguir que su hijo se comporte más apropiadamente fuera del hogar.
  20. Los padres deben proveer a su hijo un ambiente estructurado, con moderación pero sin rigideces innecesarias: horarios de comida, sueño, estudio y esparcimiento deben estar ordenados razonablemente.
  21. Si el entrenamiento parental no ha logrado que los padres puedan trabajar de manera conjunta y apropiada, se debe considerar la Terapia Familiar. Recomendamos los abordajes sistémicos. No duden en pedir ayuda para ustedes mismos.
  22. Los niños con TDAH pueden beneficiarse en extremo de la realización de actividades físicas: éstas no lo curan, pero siempre es preferible que participe en  actividades deportivas, especialmente grupales, a que pase la tarde mirando la televisión. Esto, además contribuye a superar el déficit social que presentan muchos niños con TDAH.
  23. Alienten también las actividades creativas ligadas a todas las formas artísticas: pintura, dibujo, música, etcétera, pero en contextos estructurados.
  24. Los movimientos ociosos de su hijo que no perturben o que no sean peligrosos, no deben ser reprimidos, porque, a la larga, no conseguirá que el niño se controle y habrá aumentado su nivel de stress. Concéntrese en restringir sólo lo que es necesario.
  25. Ayude a su hijo a manejar la tendencia que tiene de querer tocarlo todo; por ejemplo, proporciónele un objeto o juguete para manipular en las situaciones en las que debe permanecer mucho tiempo sentado (en un viaje, por ejemplo). Si su hijo  necesita manipular un objeto mientras presta atención, permítalo, siempre y cuando “realmente” preste atención.
  26. Establezcan límites claramente delimitados. Por ej., si está tratando que el niño aprenda a respetar una regla específica, coloque carteles recordatorios, explíquele cuál es el comportamiento correcto, ejecútelo usted mismo como demostración y haga que el niño lo reproduzca: insista hasta haber moldeado correctamente la respuesta.
  27. Háganle saber claramente qué comportamientos consideran aceptables y cuáles no. Confirmen que el niño se ha enterado de lo que se le pide (por ej., con el procedimiento del punto anterior).
  28. Establezcan claramente las consecuencias positivas o negativas. El niño debe saber con exactitud cuáles serán las consecuencias de sus conductas.
  29. Supervisen y dirijan al niño de manera cercana. La mayoría de los niños con TDAH responden “casi” normalmente en situaciones de uno a uno, especialmente si se refuerza de forma positiva su comportamiento.
  30. Organicen y supervisen su agenda: un momento y un lugar para cada cuestión. Supervisen y alienten su uso.
  31. Ayuden a su niño a organizarse, dividiendo las tareas en partes que él pueda manejar: por ejemplo, si un niño de 7 años debe hacer una tarea tediosa que lleva 30 minutos para ser ejecutada, puede ser apropiado dividirla en tres partes con pequeños y breves descansos. Supervise estrechamente.
  32. Tomen conciencia de las capacidades reales de su hijo en cada momento y no lo empuje más allá: cada vez suba sólo un peldaño de la escalera.
  33. Asegúrenle un lugar tranquilo, despejado de distractores, para trabajar en el hogar: nada de televisión o música cantada. El escritorio, preferentemente, contra una pared sin demasiadas cosas atractivas, aunque allí bien puede situar su horario escolar, sus tareas y recordatorios escolares.
  34. Regulen la cantidad de tiempo que tienen para ver la televisión o para jugar al ordenador. No es necesario ni apropiado prohibirlos, pero establecer un horario límite es prudente. Las capacidades atencionales de un niño no mejoran cuando mira la  televisión, aunque  “deje de molestar”.
  35. Ayuden a que establezcan prioridades sobre criterios eficaces. Los niños con TDAH, cuando tienen dos o más tareas a la vez,  pueden presentar problemas para planificarse, organizarse y ejecutarlas ordenadamente.
  36. Recompensen a su hijo frecuentemente e inmediatamente después de tener  un comportamiento adecuado. Elijan mejor las recompensas (¡Qué bien que has hecho esto!) a los castigos (¡Nunca vas a cambiar!). Premie, aliente, apruebe y asista, más que corregir y castigar.
  37. Si tienen que reprender una conducta, pongan en práctica formatos positivos. Por ejemplo, en vez de decir: “No me grites” o “No me hables en ese tono”, puede decirle: “Me gustaría seguir conversando contigo de esto cuando me hables respetuosamente”. Una vez que el niño se comporte adecuadamente, no duden en reconocérselo inmediatamente.
  38. Si el niño tiende a ser oposicionista y discute en exceso en vez de obedecer, no alienten este comportamiento discutiendo con él. No le presten atención y esperen otro momento para continuar el diálogo, pero no negocien.
  39. No permitan que las dificultades hagan que la mayoría de las interacciones con su hijo sean negativas, marcadas por los castigos, comentarios adversos, críticas, etcétera. Por ejemplo, manténganse atentos a los aspectos positivos de conducta y háganselo saber. Muchos padres necesitan ayuda para abordar esta tarea, los años los han hecho que se centren excesivamente en lo negativo.
  40. No abandonen el tratamiento. El TDAH es “crónico”, en especial, los síntomas de inatención e impulsividad tienden a continuar durante la adolescencia y en la vida adulta, aunque la hiperactividad sí se modera.
Fuente:  Fundación de Neuropsicología Clínica



1 comentario:

  1. Mi hija padece TDA, en la escuela despues de registrarla como tal le tienen las consideraciones especificas para su padecimiento. En el area de Ingles igualmente sin embargo decidimos inscribirla en una academia de Idiomas en el nivel básico de Ingles con el sistema tradicional de enseñarles gramatica basica, etc. Ya reprobo el primer examen, se enreda con construcciones basicas como el "there is" y el "there are". ES comun que ocurra esto?, La estaremos saturando ya?, debemos esperar un poco mas a que su cerebro se desarrolle? o cambiar el metodo de aprendizaje del idioma?

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