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Uno de los mayores retos para los niños y adultos con TDAH es enfrentarse a tareas largas o abstractas, sintiéndose abrumados al no saber por dónde empezar.
Una estrategia muy eficaz es dividir
las tareas en pasos más pequeños y concretos, de forma que el niño vea avances
rápidos y se mantenga motivado.
¿Por qué funciona?
- Reduce la ansiedad y la sensación de bloqueo.
- Hace visible el progreso paso a paso.
- Permite celebrar logros intermedios.
- Aumenta la autonomía, ya que el niño sabe qué hacer en cada momento.
Ejemplos prácticos
Ejemplo 1:
Hacer los deberes de matemáticas
Tarea grande: “Haz las páginas 20 y 21 del libro”
Dividida en pasos:
- Saca el estuche y el cuaderno.
- Abre el libro en la página 20.
- Haz solo los ejercicios 1 y 2.
- Descansa 5 minutos.
- Haz los ejercicios 3 y 4.
- Revisa tus respuestas.
Ejemplo 2: Ordenar la habitación
Tarea grande: “Ordena tu cuarto”
Dividida en pasos:
- Guarda los juguetes en la caja.
- Mete la ropa sucia en el cesto.
- Coloca los libros en la estantería.
- Haz la cama.
- Revisa si quedó algo en el suelo.
Ejemplo 3: Preparar un trabajo escolar
Tarea grande:
“Haz un trabajo sobre los planetas”
Dividida en pasos:
- Escoge un planeta.
- Busca 3 datos importantes.
- Escribe 5 frases con esa información.
- Dibuja o imprime una imagen del planeta.
- Relee tu trabajo y ponle un título.
Consejos extra
- Usa listas de verificación (checklists) con casillas que el niño pueda marcar.
- Añade descansos breves cada 15-20 minutos.
- Refuerza con frases positivas cada pequeño logro: “¡Genial, ya hiciste el paso 2!”.
Gloria López