Dra. LAURA
FRITSCHE GARCÍA - Paidopsiquiatría y Neurociencias
El Trastorno
por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es considerado el padecimiento
psiquiátrico más frecuentemente diagnosticado en la población pediátrica.
Se
estima que entre un 4 y un 12% tienen este diagnóstico y de este entre 30 y 60%
persistirá con síntomas hasta la vida adulta.
Actualmente, es considerado un
problema de salud pública mundial.
El TDAH es
más frecuente en varones, afectando a 3 niños por cada niña.
Se presenta en
todos los niveles socio culturales y está asociado a problemas de baja
autoestima, dificultad para la socialización y fracaso escolar, así como mayor
estrés y problemas familiares.
Este
trastorno, de curso clínico, se caracteriza por alteraciones en la atención,
hiperactividad e impulsividad.
Sin embargo, se observa también labilidad
emocional, alteraciones en la memoria y pensamiento y alteraciones en el
aprendizaje.
El sueño también puede presentar anomalías, consecuencia de una
organización incorrecta de los procesos que regulan estas funciones.
El TDAH es un
trastorno del neurodesarrollo, de origen multifactorial, entre los que destacan
factores neuroquímicos, hereditarios, ambientales y neuroanatómicas.
Dentro de
los factores neuroquímicos, existe una deficiencia en dos neurotransmisores;
dopamina y noradrenalina, encontrándose una actividad disminuida en el área
cortical dorsolateral prefrontal y una sobreactividad en los sistemas
subcorticales, que resulta en una alteración en los niveles de atención y una
sobrealerta al medio externo.
Los
factores genéticos tienen un gran peso en el origen el TDAH, ya que se ha visto
que los hijos de padres con TDAH tienen el 50 por ciento de probabilidades de
sufrir el mismo trastorno y se considera que alrededor del 80% de los casos de
TDAH tienen un origen genético.
Los factores
neuroanatómicos tienen también un gran papel en el origen del TDAH, entre ellos
la corteza prefrontal, el núcleo caudado, los circuitos fronto-estriatales y el
cerebelo. Los lóbulos frontales son las estructuras más anteriores de la
corteza cerebral, y se dividen en tres grandes regiones: la región orbital,
región medial y región dorsolateral. Diversos estudios de imagen reportan una
anatomía anormal del lóbulo prefrontal derecho, así como alteraciones en su
funcionamiento, también se ha observado un patrón inmaduro en la corteza
prefrontal dorsolateral, así como en los núcleos caudado y pálido del hemisferio
derecho del cerebro.
La corteza
prefrontal, es considerada como el origen neurobiológico de las funciones ejecutivas y aunque requieren la participación de otras estructuras
neuroanatómicas, las habilidades que constituyen estas funciones está
controlado, básicamente, por los circuitos de la corteza prefrontal.
Las funciones ejecutivas hace referencia al conjunto de procesos cognitivos que se integran
en la corteza prefrontal y que nos permiten planificar, organizar y
jerarquizar, establecer metas, seguir secuencias, auto regular el
comportamiento, diseñar planes, seleccionar conductas apropiadas, permitiendo
que los individuos sean capaces de ser independientes y tomar decisiones
útiles, haciendo frente y solucionando los problemas diarios de la vida.
Las funciones ejecutivas tienen su máximo
desarrollo entre los 12 y 18 años de edad. Sin embargo, ya desde edades muy tempranas, al año de vida se puede suprimir adecuadamente «respuestas
dominantes», y a los 4 años de edad existe un pleno desarrollo del control de
impulsos.
Las funciones ejecutivas nos permiten resolver problemas internos,
mediante representaciones mentales y externos con la interacción del individuo
con su medio ambiente.
En los chicos
y chicas con diagnóstico de TDAH se observan fallos en el sistema ejecutivo que
representa un impacto negativo y directo sobre el rendimiento académico y se
traduce en fracaso en aquellas materias que requieren reflexión, organización,
planificación, comprensión y auto gestión.
Es común observar una inadecuada
respuesta inhibitoria con pobre control de impulsos y mal manejo de la ira,
dificultad para mantener atención, falta de capacidad en la generación de
motivación intrínseca, por lo que suelen verse poco interesados en actividades
escolares.
Académicamente, les resulta
más difícil poder realizar las actividades de forma organizada y planeada, es
frecuente ver una falta de organización del tiempo de estudio con pobre
planificación de las actividades, con un tiempo cognitivo lento.
Los chicos
afectados con TDAH tardan más tiempo de lo esperado en poder realizar
actividades académicas, además de dificultad para mantener atención sostenida,
por lo que suelen distraerse fácilmente ante mínimos estímulos.
Todo esto, es
observado por los profesores y familiares como una falta de intereses o
inclusive como “chicos flojos”. Sin embargo, esto no es más que la traducción
clínica de las alteraciones en la zona prefrontal que da como resultado una
alteración de las funciones ejecutivas.
La
realización de pruebas neuropsicológicas en los niños con TDAH, no son
indispensables para realizar un diagnóstico; sin embargo, la realización de
pruebas neuropsicológicas permite identificar con mayor exactitud las funciones
cognoscitivas afectadas con la finalidad de introducir un programa
neuropsicológico como parte de un tratamiento integral y multidisciplinario
para beneficio de quien padece este trastorno.
Referencias
- Medina Mora M, Caraveo J, et at. Epidemiologia en el ambito internacional. Un analisis de la problemática de la salud mental en México. Capitulo III.
- Baroni A, Castellanos F. Neuroanatomic and cognitive e abnormalities in attention-deficit/hyperactivity disorder in the era of 'high definition' neuroimaging. Curr Opin Neurobiol. 2015;30:1-8.
- Guias clinicas del Hospital psiquiatrico Infantil Dr. Juan N. Navarro. Guia clinica del trastorno por deficit de atencion e hiperactividad. 2010.
- Jiménez E. J, Trastorno por déficit de atención con y sin hiperactividad: prevalencia y evaluación de las funciones ejecutivas. Eur. J. Educ. Psychol 2015;5:5-11.
- Muñoz Yunta José A., Palau Montserrat, Salvadó Berta, Valls Antonio. Neurobiología del TDAH. Acta Neurol Colomb 2006;22:184-189).
FUENTE:
pruebas neuropsicológicas
ResponderEliminara que te refieres exactamente?
en lo poco que entiendo del tema, creo q una medición de ondas cerebrales, es el método más eficaz para la detección de estos trastornos
desde luego, el neurofeedback ha cambiado a mi hijo,
desde luego que hace falta mucho trabajo en casa, demasiado, pero yo si que he visto la importancia de una medición y el posterior tratamiento con neurofeedback, en el caso de mi hijo, personalizado, puesto q donde lo llevé a tratar, no tienen protocolos estandar ni diagnósticos ''psicológicos'', le hicieron una medición de ondas cerebrales, y de acuerdo a ella, le fabricaron un ''programa a su medida''
si me permites, viva el neurofeedback, el neurofeedback bien administrado
Aquí te dejo dos enlaces de la Fundación CADAH en la que te exponen las pruebas para evaluar las funciones neuropsicológicas y ejecutivas:
ResponderEliminarhttp://www.fundacioncadah.org/web/articulo/tdah-instrumentos-o-pruebas-para-evaluar-las-funciones-neuropsicologicas-y-ejecutivas.html
http://www.fundacioncadah.org/web/articulo/tdah-instrumentos-o-pruebas-para-evaluar-las-funciones-neuropsicologicas-y-ejecutivas-parte-ii.html
Un cordial saludo