TDAH = Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad

lunes, 21 de mayo de 2012

MI QUERID@ HIPERACTIV@



Tener un hij@ hiperactiv@ complica enormemente la vida cotidiana: el orden, las salidas, los deberes, los resultados escolares… Habitualmente se pone énfasis en las deficiencias que estos niños tienen, dejando de lado sus muchas capacidades: su energía inagotable, su derroche de ideas cuando algo les interesa, su capacidad para emprender algo que se han propuesto, su gran creatividad o sus grandes aptitudes físicas, musicales o artísticas. Pero  como padres podemos darle la vuelta a "nuestr@ querid@ hiperactiv@" y organizar actividades y proyectos en casa o con los de casa, que permitan a nuestro hijo/a triunfar o empezar y acabar cosas que planea. Con todo ello, lograremos conocer más a nuestro hijo/a y podremos establecer vínculos positivos de relación con él.
No podremos modificar esta predisposición innata (diferencia en el funcionamiento cerebral), pero no cabe la menor duda de que lo que sí está en nuestras manos es modificar el ambiente familiar y escolar para ayudar a estos niños a comportarse de forma adecuada y a desarrollar su máximo potencia” (Christopher Green. Kit Chee).
¡La hiperactividad se ha puesto de moda!
Y eso puede ser bueno, porque la ignorancia hace ver fantasmas donde no los hay, pero también puede ser malo, porque ni todos los niños movidos son hiperactivos ni todos los hiperactivos son irrecuperables.
Si tienes un hijo que padece de TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad) puedes acabar "al borde de un ataque de nervios":
  • Su capacidad de concentración y de atención puede ser muy baja
  • Los despistes y olvidos son continuados
  • Son irreflexivos
  • Su movimiento corporal y su actividad son constantes
  • No atienden
  • Tienen baja autoestima
  • A duras penas siguen las reglas
  • Acostumbran a estar poco motivados
  • Son impredecibles
Los anteriormente enumerados son algunos de los déficits que podemos encontrar en niños/as con TDAH. Y desde esta perspectiva de incapacidad en determinadas áreas, los comúnmente llamados hiperactivos/as son vistos por muchos de los profesionales médicos o educativos.
La medicación y los programas de modificación de conducta mediante recompensas o castigos son las dos vías de intervención habitualmente recomendadas a los padres, intervenciones que resultan efectivas mientras duran los efectos o las influencias externas. Estas terapias despiertan en los padres temores añadidos, en relación a los efectos secundarios de la medicación o a la bondad de los cambios de conducta basados en recompensas, las cuales pueden apagar la creatividad o disminuir la capacidad real de motivación intrínseca que todo ser humano necesita para ejercer el tan necesario autocontrol.
Pero si intentamos aproximarnos a los niños/as con TDAH desde una perspectiva global, viendo lo positivo que hay en ellos, recogiendo las aportaciones que pueden hacer a la familia, a la sociedad y a la escuela, observaremos que también tienen áreas fuertes, áreas en las cuales pueden y deben sobresalir.
Algunas de las cualidades que pueden mostrar los niños/as con TDAH, según el caso, son:
  • Capacidades musicales o artísticas sobresalientes
  • Destreza y habilidad física para los deportes
  • Gran iniciativa en los temas que son de su interés
  • Creatividad
  • Habilidad manual
  • Energía inagotable
Ayudar a estos niños a descubrir cuáles son las áreas en las que son buenos o guiarles para que identifiquen cuáles de sus habilidades les ayudarán a tener éxito en la escuela y en la vida, son aspectos que deberían ser contemplados por los profesionales que estudian y ayudan a los niños con TDAH y, por supuesto, por los padres. Es por ello necesario que el ambiente educativo que les rodea sea estimulante, rico, variado y que, siempre que sea posible, favorezca el movimiento, la investigación y la iniciativa.
Algunos niños/as afectados por el TDAH suelen necesitar también un buen programa de ejercicio físico diario, a ser posible en actividades que no requieran competir (suelen tolerar mal la frustración) y que no demanden excesiva interacción social (la auto-regulación de su implicación en grupo y de su respuesta a las demandas acostumbra ser deficitaria).
Así son especialmente recomendables:
  • La natación
  • El excursionismo
  • La bicicleta
  • Las artes marciales
  • La gimnasia individual
Para ayudarles en los problemas de lectura, comprensión lectora o expresión oral los padres debemos establecer rutinas diarias de refuerzo en las cuales los niños puedan "manipular las palabras" o jugar con los sonidos:
  • Confeccionar tarjetas con palabras familiares asociadas por sonidos o por la relación entre los objetos (rato, gato, pato, trato, salto; cepillo, pasta, jabón, ducha, agua, etc.)
  • Juegos de rima tradicionales
  • Juegos de trabalenguas
  • Leerles en voz alta CADA DÍA de forma que se estimule el reconocimiento auditivo de sonidos.
  • Confeccionar el libro con su historia personal o la de su equipo de deporte favorito o la de su ídolo musical.
Es sabido que los niños/as con TDAH ponen a prueba a conciencia la capacidad parental, desde que amanece hasta que, por fin, se duermen. Y ofrecen "miles de oportunidades" para que la paciencia y el autocontrol de los padres "crezca y se multiplique". Pero si los padres lo intentamos podemos aprovechar la gran energía y vitalidad que tienen, el torrente de ideas que muestran cuando algo les interesa y canalizarlo todo en casa, de forma que podamos poner en marcha actividades de investigación que les motiven de verdad y mediante las cuales podamos ayudarles a desarrollar estrategias de control, memoria, constancia, responsabilidad, etc.
A continuación se enumeran algunas de las actividades que se pueden hacer con ellos:
  • Hacer un hormiguero
  • Cultivar hortalizas en el balcón de casa
  • Montar un mural o un libro con la historia de la familia desde los tatarabuelos
  • Aprender las tablas de multiplicar grabándolas en un mp3, con la intervención de cada miembro de la familia, escuchándolas en el coche cuando viajemos.
  • Dibujar o pintar en familia, exponiendo después las obras en algún lugar relevante
  • Jugar juntos a juegos de mesa o de estrategia
Todas las actividades, proyectos, juegos e ideas que pongamos en marcha juntos tienen la virtud de ofrecernos información de primera mano sobre cómo actúa y se organiza nuestro hijo en actividades que LE MOTIVAN. Ello nos permitirá tener criterio propio sobre sus posibilidades REALES de éxito, permitiéndonos valorar sus logros y acompañarle en sus fracasos.
A menudo, los niños con TDAH pasan mucho tiempo en la escuela y la imagen que reciben de terceros en cuanto a sus capacidades, sus logros o sus habilidades dista mucho de ser la que debieran recibir para una correcta construcción del concepto de sí mismo.
Pasar tiempo con ellos, aceptarles como son, concienciarnos de sus potencialidades y procurar, por encima de todo, que las desarrollen, debe ser el objetivo de los padres ante un hijo con un Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad.
FUENTE:
Carmen Herrera García. Profesora de Educación Infantil y Primaria


1 comentario:

  1. Hola Gloria!
    Gracias por tu blog que nos ayudas e informas a todos: profesorado, familias...

    Pásate por mi blog, tienes un regalito.

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